– ¿Vendrás? ¿verdad?
...¿Vendrás a
incorporarte a la danza?
Cuanto más lejos de
Inglaterra, más cerca de Francia.
Por el contrario
–continuó Tweedledum–,
si era así, podría
ser;
y si fuera así, será;
pero como no es, no
es.
Es lo lógico.
Tu cara es la misma
que la de todo el mundo...
los dos ojos, así...
la nariz en el medio,
la boca debajo. Es
siempre lo mismo.
Claro que si tuvieras
los dos ojos
del mismo lado de la
nariz, por ejemplo...
o la boca más arriba,
eso serviría de algo.
Libra no tiene intención de ser grosero, pero te
enderezará el cuadro que está torcido en la pared y te apagará el televisor
demasiado estridente. Le encanta la gente, pero no soporta las
aglomeraciones. Como diligente paloma de la paz, anda por ahí mediando en
las rencillas ajenas y remendando situaciones, pero también a él le gusta
discutir. Es afable y cordial, pero también puede ponerse hosco, y se
resiste a recibir órdenes. Son nativos sumamente inteligentes, y al mismo
tiempo increíblemente ingenuos y crédulos. Capaces de hablar hasta dejarte
sordo, cuando se trata de escuchar son una maravilla. Son inquietos pero
rara vez se dan prisa o se precipitan. ¿Estás completamente confundido? Pues
no eres el único. En este signo solar hay una incongruencia frustrante, que
tiene a los propios nativos de Libra tan intrigados como a los demás. Mucha
gente te dirá que Libra es puro amor y belleza, luz y dulzura. Es verdad, en
cierto modo, pero no llega a ser del todo exacto. Tampoco llega a ser Eugene
O'Neill. No pienses que porque su símbolo sea la áurea balanza de la
justicia, todos los Libra han de ser siempre perfectamente equilibrados,
aunque la deducción parezca 1ógica. Después de todo, el propósito de la
balanza es el equilibrio. Sin embargo, ¿has presenciado alguna vez el
proceso de equilibrar una de esas antiguas balanzas de farmacéutico? La meta
definitiva es emparejar los dos platillos, pero ¿qué sucede? Primero baja un
lado, después el otro. Suben y bajan, y se va agregando hasta que el
equilibrio es perfecto. Date una vueltecita por una amistosa farmacia de
barrio y mira cómo lo hacen.
Y nunca mas vuelvas a hacerte la imagen mental de Libra
como un individuo tranquilo, perfectamente equilibrado, dulce, gracioso y
encantador. Esa es la imagen mental de una persona que tiene esa disposición
la mitad del tiempo. En la otra mitad puede ser fastidiosa, pendenciera,
terca, inquieta, deprimida y confusa. Primero arriba, después abajo: así es
Libra. El péndulo se va para un lado y después para el otro. De pronto, como
la balanza, ¡el equilibrio perfecto! Maravilloso. Pero siempre hay que pasar
por la etapa de ir quitando y agregando, antes de llegar al momento de
equilibrio celestial.
Precisar el aspecto físico de estas personas es cosa
que puede exigir casi tanta concentración como describir su personalidad. No
hay nada a lo que se pueda considerar como un rasgo típico de Libra, a no
ser el hoyuelo de Venus. Los rasgos de Libra son siempre regulares y
equilibrados; gratos, pero no muy llamativos, de modo que es más fácil
empezar por los hoyuelos. Tendrán, por lo general, un par de ellos en cada
mejilla, o uno en el mentón. Si no aparecen en la cara, fíjate a ver si no
tendrá las rodillas con hoyuelos, como muchos Libra. Pero ve con cuidado,
que no serán muchas las chicas que te crean cuando les digas que estabas
mirándoles las rodillas <<para ver si habían nacido en octubre>>. Sé
discreto, pero fíjate. Claro que con los hombres no hay forma de comprobar
este indicio, debido a que llevan pantalones, salvo que estéis en la playa o
jugando al tenis. No te desanimes si, después de encontrar los hoyuelos,
descubres que la persona no nació en octubre. Esos fascinantes hoyuelos
tienen derecho a estar allí: será un nativo con ascendente Libra, de modo
que tu conjetura sigue siendo correcta.
Una vez que hayas tenido en cuenta los hoyuelos de
Venus, observa el efecto total del rostro, que tendrá siempre una expresión
notablemente placentera. Incluso cuando alguien de Libra está enojado, se
las arregla para tener aspecto tranquilo, o neutral por lo menos. Las voces
de Venus son por naturaleza dulces y claras como campañas, y es raro que su
dueño la fuerce hasta convertirla en un ruido chillón o desagradable. Un
nativo de Libra es la única persona en el mundo capaz de decirle a uno <<Me
tienes harto y te voy a romper las narices>> con tanta dulzura como si
entonara un villancico. La boca tiene generalmente el arco bien dibujado,
con labios que en los años locos habrían sido admirados por su color de vino
de cerezas. En realidad, el rostro típico de Libra hace pensar, más que
nada, en una caja de bombones o en un bizcochito azucarado. Hay algunos que
parecen caramelos humanos, o un sorbete de chocolate con un copete de crema
batida. Además, esas son las cosas que les gusta comer, y si por casualidad
algún Libra es quien está leyendo estas líneas es probable que ya esté
desfalleciendo de hambre.
Las mujeres son casi invariablemente bonitas, y los
hombres generalmente buenos mozos, lo que no quiere decir que toda la gente
hermosa que hay en el mundo sea Libra; la belleza de Venus constituye una
clase por sí sola, y no siempre es fácil separarla del buen porte de otros
signos solares. Mi propia manera secreta de reconocerlos es empezar por
evocar la expresión dulce de Dwight Eisenhower y la de Brigitte Bardot, y
seguir a partir de allí. El problema es que a veces las mujeres se parecen a
Ike, y los hombres a
No quiero dar a entender que la mujer Libra sea
masculina. La mayoría de ellas son todo lo femeninas que puede aguantar un
hombre normal (a menos que tengan un ascendente agresivo. Y tampoco quiero
decir que los hombres de este signo sean afeminados; por lo general son muy
viriles. Pero tampoco puede negarse que tienen una pureza de rasgos en
virtud de la cual es imposible confundirlos con boxeadores o luchadores.
Hasta los raros nativos de este signo a quienes se puede llamar feos –y será
excepcional encontrar alguno– tienen una expresión tan encantadora que uno
no puede menos que señalar la auténtica belleza de carácter que se trasluce
en ese rostro.
Jamás conocerás a uno de ellos que tenga una sonrisa
semejante a una suave nube blanca; la sonrisa de Venus es capaz de derretir
una barra de chocolate desde una distancia de veinte metros. Cuando te hiera
en todo su esplendor, verás que tiene la suficiente intensidad lumínica para
transfigurar (literalmente, no en sentido figurado) hasta los rasgos mas
feos o vulgares.
La mayoría de los Libra tienden a mostrar curvas más
bien que ángulos. Suelen tener el pelo rizado. No son necesariamente gordos
(aunque un ascendente Tauro puede hacerles bastante regordetes) y además
pueden engañarle a uno, ponerse a dieta y obtener una figura bien esbelta.
Pero aun en ese caso las curvas seguirán existiendo, como en un esbelto
reloj de arena. Si volvemos a poner como ejemplo a
Ahora bien, uno podría pensar que haber nacido
atractivo y con hoyuelos, buscar la belleza y el amor, ser agradable y fácil
de conformar es una especie de bendición. Tal vez imagines, lector, que la
dulzura y la inteligencia, la comprensión y la gracia son los dones de un
hada madrina. Puede que tengas razón. Cuando la balanza de Libra está en
equilibrio, esta gente es una delicia; es como encontrarse un ángel salido
del paraíso. El problema es que el hada madrina sigue tocando con su varita
primero un platillo de la balanza y después el otro, manteniendo a Libra en
un perpetuo vaivén. Es como si, con su versatilidad, el hada no pudiera
acabar de decidir si se equivocó o no, y transmitiera su indecisión a los
nativos de Libra. Primero hablan hasta por los codos y monopolizan la
conversación. Después escuchan fascinados, con halagador interés. Cuando
otros se pelean, ellos hacen de mediadores y suavizan todas las plumas
encrespadas. Después giran en redondo y deliberadamente toman partido en
cualquier discusión, por puro gusto de oponer criterios.
Aunque van en pos de la armonía, son muchos los Libra
que se complacen en los excesos de la comida, la bebida o el amor, con lo
que ponen todo patas arriba y la armonía se va al diablo. Alguna vez
encontrarás nativos de este signo que son muy poco armoniosos.
Es un signo al que se suele calificar de ocioso, pero
esto es otra incongruencia. Libra puede pasarse días, semanas o meses
demasiado ocupado para jugar. Su lámpara quemará aceite hasta la medianoche,
pero cuando cante el gallo Libra se levantará, resplandeciente; con mirarlo
nada mas, uno se agota.
De pronto se desplomará en una silla, dirá que está
extenuado y hará la mejor imitación de ociosidad que hayas visto en tu vida
(especialmente, después de haber exhibido esa actividad frenética). Una vez
que se desploman, no verás a estos nativos mover un músculo, si pueden
evitarlo. Para ellos será un esfuerzo tomar una cuchara o levantar un vaso
(aunque podrían arreglárselas). Si hay cerca de ellos alguien bien
dispuesto, esperarán a que les sirvan. Cuando la balanza desciende al punto
del letargo, es imposible mover a Libra sin una pala mecánica. Hablara,
leerá, bostezará, dará una cabezada, estará viendo
Libra sabe instintivamente que para restablecer la
armonía de su cuerpo tiene que alternar las rachas de actividad con períodos
completos de descanso. Es lo que les exige su personal disposición de genes,
células e impulsos eléctricos, y la mayoría de ellos son bastante hábiles
para conservar este delicado equilibrio físico. Sin embargo, para la armonía
de la mente y de las emociones no siempre tienen igual capacidad instintiva.
Es posible que lloren, abrumados por el sentimiento, para después mostrarse
sarcásticos y mas tarde tan alegres como el primer día de la primavera, pero
no se trata de la dualidad de de Libra. Está constantemente, por turno,
profundizando primero en una emoción y después en la otra; no es lo mismo
que el completo cambio de carácter de los gemelos Géminis. En las emociones
de Libra hay una profunda riqueza, sea cual fuere la emoción que predomina
en un momento dado. Además, contempla alegrías y dolores con una filosofía
que casi siempre termina por pacificar las cosas.
Como si tuvieran un instinto de cordura, la mayoría de
los Libra se mantienen mental y físicamente sanos, evitando por lo general
los problemas graves de cuerpo y mente. La mayor amenaza para su salud son
los excesos de todo tipo: comer dulces puede provocarles obesidad,
trastornos digestivos y manchas en la piel. Un exceso de alcohol les causará
graves trastornos renales y de vejiga, que a su vez acarrearán violentos
dolores de cabeza, tan intensos como las jaquecas. Los baches depresivos
serán causa de irritaciones y picazón en la piel, y hasta de forúnculos. El
pecho es, en Libra, una zona delicada, y a veces, aunque no son tan comunes,
los nativos pueden tener problemas en los pies y trastornos intestinales.
Mas de alguno padece de ulceras, causadas no tanto por preocupaciones como
por abusos del sistema digestivo y por su turbulenta estructura emocional.
En general, sin embargo, son más sanos que la mayoría de las personas, salvo
que se exijan demasiado y se olviden de los necesarios periodos de descanso.
El efecto de la paz y la armonía sobre la salud de los venusinos es
milagroso. Cuando están enfermos necesitan un descanso muy prolongado, sin
situaciones emotivas discordantes que los alteren, con libros gratos, música
grata y palabras sedantes. Es raro que una atmósfera así no devuelva
rápidamente la salud al nativo típico de este signo.
El carácter de Libra está compuesto de partes
aproximadamente iguales de bondad, dulzura, honestidad, gusto por la
discusión, negativa a dar su brazo a torcer, 1ógica e indecisión. Más vale
ir examinando en detalle los ingredientes. El gusto de discutir, por
ejemplo. Tu amigo Libra te discutirá la hora que es, si le parece que tu
reloj tiene una diferencia de dos segundos. Tampoco saldrás del paso con
generalizaciones del tipo de <<la juventud está arruinando al país>>, porque
te saldrá con una 1ógica y cuidadosa disertación sobre las organizaciones
juveniles y sobre la cantidad de jóvenes estupendos que hay por el mundo
(aunque sus propios hijos no tengan arreglo). Si haces un comentario sobre
la corrupción de la justicia en este país y sobre los problemas de los
legisladores, se remontará hasta el derecho romano, sin olvidarse del código
napoleónico. Jamás digas como si tal cosa: <<Que tontería vivir en la ciudad
pudiendo irse al campo. No hay comparación>>. La última frase,
especialmente, es un grave error. Con sólo oírte mencionar la palabra
comparación, Libra ya tiene la señal para comenzar. Puede pasarse la noche
entera comparando, con alguna pausa de vez en cuando. Ensalzará las bellezas
y ventajas de las ciudades en comparación con las zonas rurales,
describiéndote con entusiasmo las luces, las bocinas de los taxis, los
teatros, los museos y los parques... aunque él mismo viva en las afueras y
no se avenga a partir de allí ni con dinamita. En cualquiera de estos casos,
daría exactamente lo mismo si tú defendieras la posición opuesta; entonces,
Libra te hablaría del aumento de los índices de delincuencia juvenil, de la
corrupción de la justicia y de las alegrías que proporciona vivir en el
campo. En realidad no le interesa que partido toma en una buena discusión,
siempre que sea el otro partido. A veces, si se aburre, hasta puede pasarse
al otro lado a mitad de un tema. Si le dices que te gusta una película, te
explicará cuales son sus fallos; critícala, y él la elogiará. Muéstrate
fascinado por un libro, que él te hará ver que no es tan bueno; pero si te
aburrió, Libra te señalará sus virtudes. En todo este constante proceso de
deducción 1ógica, su intención es ser justo; Libra teme igualmente aparecer
como prejuicioso, como acusador injusto o como creyente a ciegas. Lo que él
busca es la auténtica verdad, el equilibrio exacto que dé la respuesta
correcta, después de haber sopesado todas las posibilidades.
Es un rasgo admirable, ciertamente, pero tanto andar
pesando puede hacer que una persona normal se vuelva loca, e incluso el
mismo Libra puede estar en un estado de indecisión constante. Incluso a
quienes mayor control ejercen sobre esta característica les disgusta tener
que tomar decisiones instantáneas sin haber considerado todas las
posibilidades. La imparcialidad puede ser un fetiche. Un general Libra, con
sus dotes para el juicio armonioso y equilibrado, puede ser un excelente
estratega, y un planeamiento meditado puede significar que la batalla esté
ganada antes de librarla. Su capacidad de ver todos los aspectos, de
distender los nervios y de calmar a los coléricos puede hacer de él el mejor
de los mediadores, capaz de aproximar a gente separada por la desconfianza y
el odio recíprocos y de hacerles colaborar armoniosamente. Sin embargo,
secretamente la guerra acongoja el corazón de Libra. Odia los derramamientos
de sangre. No será un oficial de las fuerzas armadas que tome las decisiones
inmediatas bajo el fuego, sino que él organizará brillantemente las
maniobras estratégicas que a la larga le permitirán ganar la batalla y al
mismo tiempo salvar miles de vidas.
Esta reluctancia a tomar decisiones puede conducir a
verdaderos callejones sin salida en el caso de los nativos que tienen
influencias planetarias desfavorables en el momento del nacimiento. Hay
quien no puede decidir que zapato ponerse primero por la mañana, siempre y
cuando haya podido resolver antes de que lado de la cama se baja. Incluso el
Libra medio que cualquiera puede encontrarse en la oficina o en una fiesta,
reflejará siempre hasta cierto punto esta tendencia a pesar y seguir pesando
las cosas hasta que a uno se le empieza a erizar el cabello, y la ocasión
hace ya rato que ha pasado. <<Si hago esto –se dicen–, pasará esto y lo
otro. Por otra parte (una de las muletillas favoritas de Libra en todo
momento), si hago lo otro, puede pasar lo de mas allá.>> Es una balanza que
puede oscilar locamente, como un sube y baja. Nada es mas penoso que ver a
Libra en la duda, tratando de llegar a una decisión sobre el por que, el
como, y el si hacer o no hacer. Tampoco le gusta que le presionen o le
apremien cuando tiene que decidir. Una persona impaciente puede convertir la
aérea cualidad de Libra en una súbita muestra de obstinación terrestre que
haría parecer una veleta a Tauro, el toro. La impaciencia es una condición
que la mayoría de los nativos de Libra no pueden aguantar. La gente
impulsiva y precipitada, que no se detiene a considerar las consecuencias,
les pone a ellos los pelos de punta.
Es gracioso que Libra niegue siempre inmediatamente la
indecisión de su carácter. Lo primero que dice cuando uno le describe su
signo solar es: <<Yo no soy indeciso. Esa descripción es inexacta; a mi,
realmente, no me corresponde>>. Disimula tu sonrisa y traduce: lo que Libra
quiere decir es que, aunque le lleve un tiempo endemoniadamente largo tomar
su decisión (de lo cual muy astutamente se olvida), una vez alcanzada la
conclusión, se aferra a ella. Si cuenta con el tiempo suficiente, su
decisión final será llevada a la práctica con una convicción tal que le
lleva a creer que él mismo es firme y decidido. No te dejes despistar. De
todas maneras, si te dice que a el no le cuesta decidirse, no esta haciendo
otra cosa sino empezar una de las discusiones típicas de Libra, y ya puedes
decírselo. Le hará bien darse cuenta de que, con las mismas objeciones que
plantea a sus rasgos astrológicos, está demostrando que es fiel a su signo
solar. Cuando rechace el análisis que hagas de él, contéstale con aire de
superioridad: <<Ya sabía que tomarías esa actitud. Libra siempre lo discute
todo>>. Eso le sacará de quicio, pero puede ayudarle a ver la verdad, y la
verdad es lo que él busca. No podrá por menos que admitir la lógica de tu
argumento. Si le acusas de parcialidad y le dices que se está negando a
considerar los dos aspectos de la cuestión, eso también le bajará un poco
los humos.
Muy pocos de los nacidos bajo este signo son
decididamente excéntricos o exhibicionistas. La mayoría son tan saludables y
equilibrados como un campo de trigo, que se mece graciosamente bajo el
viento. En los tratos comerciales son normalmente de escrupulosa honradez, y
muy poco descuidados. Libra prefiere tomarse su tiempo y hacer las cosas
bien antes que equivocarse y tener que repetir el proceso. Odian la
exageración y les molestan los despliegues de pasión y de ira, aunque si se
les presiona más de lo que pueden soportar, ellos mismos pueden caer en esos
extremos. La mayoría de ellos tienen una capacidad de concentración
fantástica y están dotados para los temas profundos. Son amantes natos de
los libros, y respetan hasta tal punto la palabra impresa que a muchos de
ellos les horrorizan las ediciones de bolsillo. Sienten que no es un libro
si no tiene tapa dura y si no se lo siente libro por el olor y el tacto. En
todos los hogares de Libra encontrarás, con seguridad, una nutrida
biblioteca.
Les encantan las armonías de sonidos y colores, la
poesía y la propiedad en el uso del lenguaje, oral y escrito. Es raro que
escapen a la influencia de las artes. Sea cual fuere la imagen que pueda dar
cuando aquella hada madrina le desequilibra la balanza, Libra es un tierno
enamorado de todo lo que hay de bueno, limpio y amable en el mundo. En el
fondo de su corazón es un artista que goza en difundir los azulados tonos
pastel de Venus en fiestas y ocasiones culturales. Luz velada, música suave,
conversación interesante, buena comida y vinos finos son lo que necesita. Su
mente reúne el brillo del diamante y la tersura del ópalo. En su cambiante
elemento de aire, se mueve reflejando la utilidad del cobre, el metal de su
armonía. En su razonamiento alerta y su agudo sentido del humor lleva un
toque de la tranquila modalidad de Libra, y Venus derrama sobre el las seis
dimensiones de la paz.
Para entender verdaderamente a Libra, debes entender el
enigma de la balanza: un platillo cargado de nítidas y doradas hojas que
evocan el fresco clima otoñal; en el otro ramilletes azules de tímidas
violetas empapadas por la fragante lluvia de abril. Cuando la balanza se
desequilibra, el radiante optimismo se convierte en pánico silencioso, por
efecto del aislamiento y la depresión. Cuando se logra el equilibrio, el
resultado es una perfecta armonía entre la chisporroteante riqueza del
intelecto y los cálidos efectos del corazón. El secreto de Libra está en las
estaciones. En invierno siente demasiado frío, y en verano demasiado calor;
necesita combinarlos en una primavera y un otoño perfectos.
Personalidades Libra famosas
Julie Andrews
Brigitte Bardot
Por otra parte (para usar la muletilla favorita de él)
habrá veces en que la balanza de Libra se enloquezca a fuerza de
contradicciones. Tendrás que gritarle, arrojarle al lago o colocarte cabeza
abajo para conseguir que te preste atención y obligarle a hacer una jugada. No
seas tan ingenua como para pensar que el amor será terso y eternamente
tranquilo, por mas que su signo esté regido por Venus. Si recuerdas bien la
mitología romana, sabrás que Venus tenía sus días de descanso. Aun así, cuando
la balanza se equilibra, vivir con Libra puede ser tan embriagador como un cáliz
de dorada ambrosia, en un clima de risas y descuidada libertad que solo conocen
los dioses en el Olimpo.
Para el varón Libra medio, tomar una decisión no es tarea
menos agotadora que domar un búfalo salvaje; y una vez tomada, si sospecha que
cometió un error, puede cambiarla sin previo aviso. Conozco a una mujer que
quería establecer una sociedad comercial con un Libra, y a golpes tuvo que
aprender esta legendaria característica del signo. Una mañana de verano se
citaron para desayunar, llenos los dos de entusiasmo y de planes optimistas para
el futuro. Cuando el futuro socio de ella la dejó, camino de su despacho, mi
amiga empezó a preocuparse. Las promesas parecían casi demasiado buenas para ser
verdad, de modo que le telefoneó para asegurarse de que todo no era un sueño. El
seguía entusiasmado, le repitió todas sus promesas y planes, y determinaron un
día de la semana siguiente para volverse a encontrar. Antes de colgar, el se dio
cuenta de lo que pasaba y la tranquilizo. <<De paso –le dijo– quería decirte
algo, ya que en unos días no volveremos a vernos>>. Vaciló apenas (un signo al
que ella no dio importancia) y continuó con firmeza: <<Quería decirte que...
bueno, lo que quería decirte es que no te preocupes, que no cambiaré de opinión.
Seguiremos adelante con el asunto, tal como está planeado>>.
A la semana siguiente, como él no la llamó, mi amiga volvió
a telefonearle. <<¿Has estado fuera de la ciudad?>>, le preguntó. No –contestó
él lentamente–, no te llamé porque quería pensarlo mejor –larga pausa–. Creo que
primero tendría que probar algo con un presupuesto mas reducido. Nuestro
proyecto conjunto lo pondremos en marcha en la primavera que viene, te lo
prometo. Es que... bueno, he decidido que es mejor dejarlo para entonces, y
dejarlo reposar un poco ahora, ¿sabes?>>
Movida por el natural resentimiento y la desilusión que la
embargaron ante tan inesperado retroceso, la mujer tomó su propia decisión.
Jamás volvería a hablarle. Evidentemente, ese hombre era tornadizo e indigno de
confianza, y además, cruel. Un mes después se encontraron en la calle, y él se
detuvo para saludarla. Desprevenida, ella balbuceó un par de saludos distantes y
convencionales e inmediatamente se arrepintió de no haberle negado el saludo.
Entonces él sonrió, y fue el acabose. Mi amiga se convirtió otra vez en su mejor
propagandista. El era incapaz de maldad, y con ella también. Hasta el día de hoy
sigue defendiéndole, y si se entera de que algún sueño mas ha vuelto a
derrumbársele, siente un deseo ilógico de ayudarle a recoger los pedazos, para
verle sonreír otra vez.
Ahora, si eso es lo que puede suceder cuando una mujer se
ve envuelta en un asunto comercial con un hombre Libra, imagínate cual sería tu
estado mental y tu posibilidad de resguardarte, si llegaras a enamorarte de uno
de esos seductores imposibles. Simplemente, ninguna prevención es excesiva.
Acorázate, y vuelve la cabeza cuando él sonría. Tápate con algodón los oídos
cuando empiece con sus convincentes argumentos, con esa voz de seda que te hace
erizar los pelitos de la nuca.
La palabra amor y la palabra Libra son prácticamente
sinónimos. Libra inventó el romance, y lo refinó hasta convertirlo en un arte,
con un virtuosismo que Leo, Escorpio y Tauro –lo que es decir mucho– no pueden
igualar. Para Libra, las delicadas estrategias de Cupido son talentos innatos.
Se valdrá con facilidad y soltura de todas las tretas, y rara vez se le escapará
la chica. Sin embargo, cuando la haya conseguido, no siempre sabrá que hacer con
ella. ¿Se aprovechará del desvalimiento de ella, o le propondrá matrimonio? ¿O
las dos cosas? ¿O ninguna? La batalla mental se inicia, y vivir en el jardín del
Edén con un Adán de este tipo puede ser lo menos parecido a un éxtasis.
Hasta los noventa años, por lo menos, Libra no perderá
interés en el sexo opuesto. Si es feliz en su matrimonio, puede ser un interés
puramente académico, pero es una materia que jamás le aburrirá, aunque se limite
a imaginarse como sería guiar por un salón de baile imaginario a cada chica
bonita que aparece en las inmediaciones.
Como al varón Libra el arte de amar se le revela con tanta
facilidad –y con precocidad tan asombrosa– y como casi siempre sus excursiones
románticas por la selva del amor terminan coronadas por el éxito, se enmaraña
con muchísimas enredaderas. Libra no pretende herir los sentimientos de nadie,
pero ignora beatíficamente el dolor que puede causar cuando se pone de ánimo
discutidor. Le enferma decir que no, pero es raro que se dé cuenta de que las
postergaciones son más crueles que terminar directamente con un asunto que no
tiene perspectiva alguna de felicidad. En la situación opuesta, cuando los
sentimientos recíprocos llevan a ambos tan cerca de lo sublime como en esta
tierra pueden llegar los humanos, la agonía puede ser igualmente prolongada y
tortuosa. Solo Acuario puede mostrarse más temeroso de hacer una jugada
definitiva, en un sentido o en otro. Si tiene la sensación de que no es justo
con alguien en su propia vida, contigo, o hasta con alguien de su pasado
romántico reciente, su dolorosa indecisión no tendrá fin. Para el, ser injusto
es un crimen casi equiparable al asesinato. El deseo de no mostrarse cruel puede
llevarle a un matrimonio equivocado, cuyo destino no puede ser otro que el
tribunal de divorcio, pero también sus interminables dilaciones pueden ser causa
de que pierda el amor de su vida. Ya ves que su actitud es un arma de doble
filo, tan capaz de destrozar un amor verdadero como de cortarle una tajada de
matrimonio indigerible. Para ambas cosas, la cura es deshacerse de falsos
sentimientos.
Es imposible negar la tendencia a la versatilidad en los
hombres Libra. Especialmente durante la juventud, tienden al jugueteo. El
impulso natural de Libra le lleva a estimar las posibilidades de una mujer de
cada tres o cuatro que encuentra, para ser su auténtica compañera del alma. Es
frecuente que sufra una confusión irremediable entre amistad y amor. Lo
sorprendente, con todos sus tanteos y experimentaciones, es que los varones
Libra no anden mas frecuentemente con el corazón destrozado. Son capaces de
olvidar con ofensiva rapidez y, excepción hecha tal vez de Géminis o Sagitario,
los que menos se permiten el lujo de evocar con pena el recuerdo de un amor no
correspondido o de un romance que no llegó a ser. Es posible que reciba algunas
magulladuras, pero las heridas no serán permanentes, salvo en casos muy
excepcionales; entonces, pueden ser devastadoras mas allá de todo lo imaginable,
pero eso sucede tan rara vez que no encontrarás muchas excepciones a la regla.
Es mas fácil encontrar a un hombre Libra, blando de corazón y desprevenido, en
las garras de una mujer apasionadamente decidida que le ha metido en la cabeza
que abandonarla sería un pecado solo inferior a romper los diez mandamientos
todos juntos. Atrapado en semejante red, Libra puede ser un desdichado
prisionero del amor; pero los dos extremos son excepciones, y la mayoría de los
hombres de este signo se las arreglan para mantener una libertad que les permita
disfrutar del romance en la mayor medida posible, sin dejarse atar por lazos
sentimentales.
A Libra no le interesa demasiado desenterrar tus secretos.
A primera vista puede parecerte que si, pero pon mas atención. Es frecuente que
se le escapen cosas que pasan bajo sus propias narices. Todo el mundo se dará
cuenta, salvo el. Aunque discuta hasta que el infierno se congele, su propósito
no es rastrear motivaciones personales, sino recrearse en teorías abstractas,
para poder llegar a un juicio equilibrado. Sus preguntas no se dirigen a
descubrir la oculta neurosis de nadie. Simplemente, desea aislar los hechos y
volverlos a colocar en el lugar adecuado. Brillante en la 1ógica y astuto en la
nacionalización, discutirá los pros y los contras, y su conclusión será las más
de las veces certera, exacta, sensata y práctica. Ni siquiera Salomón en toda su
sabiduría podría superar el equilibrio final de una decisión típica de Libra. Lo
que no tiene es inclinación a considerar los matices personales o la maraña
emocional que pueden estar por debajo de la superficie. Le basta con los hechos
y no necesita más. A su juicio, la profunda penetración del carácter que pueden
mostrar Piscis, Escorpio o Acuario enturbiaría la claridad de la imagen que él
ve. Instintivamente siente que esas honduras psicológicas no son su línea, y es
verdad.
Si tú eres derrochona, deducirá simplemente que el dinero
se te va como si fuera agua, y que es arriesgado darte crédito. El hecho de que
al dilapidar estés buscando seguridad emocional no le interesa en absoluto. Él
no es tu psiquiatra. Si eres ahorrativa, lo único que a él le interesará será
estudiar cuidadosamente tu frugalidad para formarse un juicio exacto de tus
costumbres; no sentirá ningún deseo de descubrir tu miedo secreto a perder la
independencia, al ser pobre. La promiscuidad será motivo para que te señale sus
riesgos, la frigidez dará lugar a discusiones aún más prolongadas sobre el
aislamiento de toda compañía humana, pero Libra se negará a conocer las
experiencias traumáticas que produjeron la primera o de los profundos y
arraigados sentimientos de inadecuación que son el origen de la segunda. Libra
es el juez, y el juez se dedica a tomar sabias decisiones basadas en un
cuidadoso estudio de los hechos, pero no a preguntarte por que el color rojo te
pone nerviosa, ni a procurar entender la compulsión que te hizo cerrarle la
puerta con llave a tu marido cuando se puso ese pijama con rayas rojas. Recuerda
siempre que para Libra, el motor de la discusión no es otro que la curiosidad
abstracta. Puede parecer que indaga, pero no es así. Tampoco es tan fisgón ni
hablador como parece. Indagar en un secreto recibido en confidencia de un Virgo
típico es como romper el secreto de la confesión.
Todo eso hace que sea enormemente confiable, pero un poco
duro para los sentimientos de uno. Puedes confiar tranquilamente en él, pero te
hará sufrir cuando te des cuenta de que ni siquiera sospecha tus necesidades más
íntimas. Aunque quiera complacerte, será raro que muestre la suficiente
comprensión de tus calladas esperanzas para que satisfaga todos tus anhelos
(salvo que tenga un signo de agua en el ascendente, o que
Esta incapacidad de Libra para advertir la necesidad de su
pareja de hallar una comprensión profunda siempre provoca problemas. Puede
parecer increíble que sea tan intuitivo para lo abstracto, tan brillantemente
lógico en sus deducciones, tan capaz de pensar con claridad y de mantener bien
abiertos la mente y los ojos, y que sea tan irritantemente obtuso para todo lo
que a uno puede hacerle sufrir o vibrar por dentro. Pero es una de esas
incongruencias con las que tendrás que aprender a vivir, si es que vas a vivir
con Libra. Claro que con su gentileza y con esa sonrisa, se hace más fácil de
soportar.
A menos que en su carta natal haya influencias
desfavorables, Libra no será rígido con el presupuesto. Por el contrario, suele
ser mas bien prodigo con el dinero. Le gusta gastar en los objetos o actividades
que en su sentir proporcionan belleza o felicidad. Prepárate a ser una buena ama
de casa, porque vuestro hogar será regularmente un centro de hospitalidad, casi
a cualquier hora del día o de la noche (salvo durante los períodos en que el
necesita descanso, porque entonces no le gustará que le molesten timbres,
teléfonos ni visitas). No le arrastres a lugares atestados donde tendrá que
sentir la presión de los cuerpos y donde el ruido ofenda su espíritu de armonía.
Una multitud de extraños afecta su equilibrio interno. Todo Libra siente un
rechazo instintivo ante el contacto físico con la humanidad en masa. Su vida
social estará generosamente condimentada con gente inteligente y chispeante,
pero cuando el grupo supere el par de docenas de cuerpos a 37ø, Libra saldrá
corriendo en busca de aire. Si de pronto te deja sola en un teatro atestado de
gente, sin darte explicaciones, no pienses que te odia; simplemente ha sufrido
un ataque de claustrofobia, típico de Libra.
El camino mas rápido hacia el desinterés que te llevará al
divorcio es tener la casa en desorden. Mantén la radio y el televisor con poco
volumen y procura que los olores de la cocina no lleguen a sus delicadas
narices. Si es necesario que hagas sopa de cebolla y pan untado con ajo, inunda
los alrededores con ambientador de olor a pino hasta que la casa huela como los
bosques de los Grandes Lagos. Una esposa que sirve a su marido Libra el pan sin
sacarlo de la envoltura de plástico, que le haga usar toallas de papel en vez de
servilletas y que deje fuera de su sitio la botella de leche o el paquete de
copos de cereales se encontrara mucho antes de lo que espera viviendo la vida no
tan alegre de divorciada. Colgar las medias del barrote de la cortina del baño,
ni pensarlo. Olvidarse de sacudir el polvo o de hacer las camas puede mantenerle
en un estado constante de discordia emocional. Para escapar de la desarmonía se
refugiará en siestas cada vez más largas, y saldrá solo más noches cada vez,
hasta que finalmente se rompa por completo la comunicación. Él, personalmente,
puede ser tan descuidado como seis cerdos, pero esperara que tú recojas los
calcetines y dobles los periódicos que deja desparramados por el suelo. Si las
cortinas de color cereza no combinan con la alfombra marrón, puede pasarse años
poniendo mala cara, sin que llegues a saber jamás por que. Mejor que optes por
el decorado pastel. Con la bondad típica de Libra, es posible que no se queje,
pero que encuentre cada día más atractiva a su secretaria, que tiene un gusto
exquisito.
El varón Libra aborrece la confusión, y realmente necesita
armonía para mantener su estabilidad. Su hogar debe ser un bello oasis tranquilo
que le aísle de la ruidosa discordia del mundo exterior, para que su balanza no
esté permanentemente desequilibrada. Como el rara vez indaga en los motivos, tu
tendrás que ser lo bastante despierta para adivinar por que nunca está en casa,
o porque cuando está se pasa todo el tiempo durmiendo. Recuerda que la
introspección no es su fuerte, de modo que el analista tendrás que ser tú. Jamás
sospechará que su desdicha tiene su origen en el hecho de verte a ti con la cara
cubierta de cremas, y a los niños pringados de jalea. Tal vez no se dé cuenta de
que le enferma la cortina anaranjada de la ducha, o que la litografía de
Washington atravesando el Delaware que cuelga sobre la chimenea le pone los
nervios de punta. Aunque no entienda bien por que siempre se olvida de darte el
beso de las buenas noches (y el de los buenos días), su mentalidad lógica le
dirá que algo no funciona, y eso lo hará sufrir más de lo que deja ver. Recoge
los periódicos y los juguetes, limpia y ordena la casa, échate tu mejor perfume,
quítate los rulos, baja el volumen del televisor, compra para el cuarto de baño
unas cortinas azul cielo y hazte con una linda reproducción de Degas para poder
quitar a Washington de encima de la chimenea. Una mañana, al despertarte, te
encontrarás con que estás casada con un hombre nuevo, que muestra una actitud
totalmente distinta.
Los niños siempre saldrán ganando con su sentido de la
justicia. Él cuidará de que los mayores no se aprovechen del bebé, o de que los
pequeños no estropeen la bicicleta de los más grandes. Un padre Libra ejercerá
la disciplina con tranquila autoridad, y tratará de dar una razón lógica para el
castigo, que rara vez será administrado mientras se halla bajo los efectos de la
ira. Como tú, los niños se derretirán bajo su encanto y, también como tú, se
fastidiarán ante sus constantes debates y discusiones. Un hombre Libra, cosa
extraña, no suele esperar con entusiasmo el nacimiento de los hijos, pero cuando
han llegado advierte que su amor es mas grato que la soledad y se sumerge en su
condición de padre con sincero deseo de disfrutarla; normalmente, termina siendo
un papá embobado. Sin embargo, jamás permitirá que su afecto de padre ocupe el
lugar del sentimiento romántico que le liga a ti. Para los nativos de este
signo, hombres o mujeres, la pareja es lo primero, los retoños lo segundo. Y no
temas que su amor por ti disminuya a medida que aumenta la familia... siempre y
cuando hayas cambiado esas cortinas de color cereza o la alfombra marrón, una u
otra, desde luego, y que los platos sucios no se amontonen continuamente en la
cocina.
Un último consejo astrológico. Si estás enamorada de un
Libra, y segura de que las cosas tienen que ser así, adelante: ve y proponle
todo lo que quieras proponerle, incluso el matrimonio. Se sentirá aliviado de
que tú tomes la iniciativa. Pero ten cuidado con esa veta de perversidad que le
lleva a dejarte decidir a ti y después, cuando las cosas no marchan bien,
señalarte alegremente: <<Tú tomaste la decisión, no yo>>. Si no estás segura de
que sabes lo que haces, la discusión no terminará nunca. No hay más que una
manera de empezar con él. Dile: <<Si, yo lo decidí, porque si dejaba que lo
hicieras tú, todavía estaríamos ahí parados en la esquina bajo aquel farol, en
la lluvia, diciéndonos "Te amo", y los dos muriéndonos de neumonía>>. Te lo
discutirá, naturalmente, pero un momento antes –o después– de que le partas la
sartén en la cabeza, te sonreirá, con aire despreocupado... y ahí estarás de
nuevo bajo el farol, en la lluvia, diciéndole <<Te amo>> una vez mas. Creo que
fue por ahí por donde empezamos.
Y así continuó, tomando
primero un partido
y después otro, y haciendo
de todo ello
una verdadera
conversación...
Generalmente le daba
excelentes consejos
(aunque ella misma rara
vez los siguiera)...
Una vez un niño me hizo una pregunta que no era fácil de
responder. Quería saber por que las señoras se ponen pantalones y los hombres
usan agua de colonia gratamente fragante. Con mi típico estilo Aries, le
tranquilicé con una respuesta impulsiva. <<Mira –le dije rápidamente, antes de
que se le ocurrieran mas interrogantes fastidiosos–, eso es porque en cada
hombre hay un poquito de mujer, y en cada mujer un poquito de hombre. Ahora,
vamos a jugar a las damas>>.
Retrospectivamente, me enorgullezco bastante de mi
instantánea sabiduría marciana. La afirmación es válida hasta cierto punto para
todos los signos solares, y superválida para Libra. En el más viril y recio de
los varones Libra encontrarás algún rasgo del sexo opuesto, y la misma jugarreta
le hace Venus a sus compañeras femeninas.
Libra puede ser tan delicada como un vaporoso conejito
blanco, y su voz un dulce susurro persuasivo. Puede vestirse con sedas y
encajes, y llevar el pelo fragante de colonia. Hasta puede parecerte una
muñequita que podrías levantar con una mano (aunque un ascendente Tauro o
Sagitario la haría bastante mas pesada). Pero con toda su feminidad, la dulzura
de sus modales y el encanto de su gracia, esta muchacha se encuentra
sorprendentemente cómoda usando pantalones, y le caen perfectamente. Sus
procesos mentales siguen una lógica masculina y, en cualquier discusión que se
te ocurra emprender, pueden estar a la altura de los tuyos, y hasta superarlos
ocasionalmente... aunque el aspecto femenino de Libra es, generalmente,
demasiado astuto para permitir que te des cuenta de eso hasta no haber pasado
sana y salva la meta de la luna de miel. Durante la estación de conquista Libra
se cuidará muy bien de ganarte una partida de ajedrez, pero no se pasará la vida
manteniendo su agudeza mental oculta tras los graciosos hoyuelos. En algún
momento te verás enfrentado con el despliegue de su potencia cerebral.
La mayoría de las mujeres Libra sacarán a relucir su
ingenio tan pronto como se presente un tema que ofrezca la menor posibilidad de
discusión. Puede ser cualquier cosa: por que no debes usar cuello con botón, o
que es lo que pasa para que no te asciendan en el trabajo. (Respecto a esto
último, ella pensará que es en parte por culpa tuya, y en parte de tu jefe. Con
Libra, cualquier cosa termina siendo seis de un lado y media docena del otro, de
modo que todo resulte igualado.) Si te niegas a morder el anzuelo, ella
discutirá consigo misma. Una chica Libra es capaz de empezar sola un altercado,
de seguirlo sola y terminarlo sola, majestuosamente. Es posible que tu única
contribución sea un <<pero, ¿por qué?>> o <<a mi no me lo parece>>, pero en
ocasiones es todo lo que ella necesita para lanzarse a un brillante monólogo que
puede durar una hora, o mas. Mientras dure, sin embargo, es probable que tú te
sientas inundado por su encanto. Cada tres frases, mas o menos, se encenderá esa
deliciosa sonrisa, insoportablemente, hasta que termines cambiando de opinión
con tan poco esfuerzo como ella cambia de sexo al asumir las prerrogativas del
hombre para después convertirse de nuevo en una conejita mimosa. Te convencerá
con lógica, pura y clara, sin que tú pierdas mucho, a no ser tu orgullo, que
tampoco echaras demasiado de menos, bajo el hechizo de esa fascinante sonrisa. Y
por lo general tiene razón, porque sus decisiones son tan cuidadosamente
sopesadas como las del Tribunal Supremo. Las mujeres Libra no necesitan que se
las empuje mucho para poner en marcha una comparación verbal entre dos puntos de
vista cualesquiera. Una temporada de actividad política le dará montones de
oportunidades para aguzar su retórica y pulir su talento discursivo. Es muy
capaz de trabajar en política, una vez que haya decidido que partido y que
candidato la convencen.
Aparte esa tendencia típica de su signo a pesarlo todo dos
veces para estar segura de no equivocarse, puede ser una mujer estupenda para un
hombre que se sienta atraído por el amor, el compañerismo, o ambas cosas. Su
tendencia a discutir se basa en un sincero deseo de llegar a una decisión
imparcial. Podría ser peor. Por lo menos, no va estableciendo sobre la marcha
sus propias reglas, ni se resiste obstinadamente a todo razonamiento, como las
mujeres nacidas bajo otros signos solares. Además, la mayoría de sus opiniones
van formuladas con un tacto diplomático que en alguna medida suaviza el golpe.
Tal vez la mejor manera de hacer que valores a tu mujer
Libra sea darte un rápido panorama de lo que pasaría con los otros signos
solares en una situación simple. Supongamos que se está hablando de tarjetas de
visita. ¿Habría que usarlas actualmente, o están ya anticuadas? Además, ¿que
aspecto deberían tener? Hagamos un rápido recorrido del zodiaco, suponiendo que
tú eres el único hombre en una habitación, con doce mujeres. (Espero que te
resulte una suposición agradable.) La discusión sería más o menos en estos
términos:
Aries: Yo no las
necesito. Me basta el teléfono.
Tauro: Yo rara vez voy
de visita. A mi me visitan.
Géminis: ¡Tarjetas de
visita! ¿Quién tiene tiempo para eso?
Leo: Bueno, si fueran
realmente muy locas y de aspecto impresionante
Virgo: Tendré que ver
en el Consejero Social que es lo que dicen...
Sagitario: ¡Ay Dios! ¿Queréis decir que la gente todavía
encuentra tiempo para esas minucias?
Escorpio: Si no están en casa, peor para ellos. Los que se
lo pierden son ellos, no yo.
Acuario: Pero, ¿estará lloviendo fuera? Me pareció que oía
un trueno.
Cáncer: Las tarjetas son tan impersonales... Yo prefiero
dejar una nota.
Piscis: Yo percibo siempre cuando no está la gente, y las
visito únicamente cuando por un mensaje subliminal se que me quieren ver.
Capricornio: La costumbre es correctísima, pero no tiene
ningún sentido hablar del diseño. Si no esta impresa, no es una tarjeta de
visita.
Libra: Bueno, todo depende, si uno quiere hacer lo que es
correcto, hay que tener tarjetas. Como gesto es encantador. Por otra parte, en
nuestros tiempos podría parecer rebuscado usarlas, y una mujer moderna está
demasiado ocupada para preocuparse por esas cosas. Claro que hay que considerar
las razones que hay tras la costumbre. Y además, hay gente para quien las
tarjetas son un lujo; si constituyen una carga para el presupuesto, no son
necesarias. Sin embargo, si uno lo mira desde otro ángulo, no se puede dejar de
pensar que en nuestro ritmo frenético actual faltan la belleza y la gracia del
ayer, así que podría ser un dinero bien gastado. Y claro que tienen que ser
impresas, aunque también algo diferente podría reflejar la personalidad
individual. Una persona creativa podría diseñar sus propias tarjetas... pero la
gente muy sociable podría interpretar mal esas tarjetas tan individualistas.
Quiero decir que a los Rockefeller no les parecería bien. Pero, si uno lo
piensa, ¿quien va a visitar a los Rockefeller? A los amigos de uno les
encantaría que uno fuera original, pero es probable, que una impresión simple
sea más aceptable. Por lo menos es lo que a mi me parece. Pero claro que...
Ahora, cuando ya ha examinado todos los pros y los contras,
frunce un poco el ceño, esforzándose por elegir entre sus propios argumentos
para llegar a una decisión firme y válida. Ya ves que lo único que se puede
decir de Libra es que es justa y que procura llegar en todo a un juicio
equilibrado. Es posible que te aburran un poco sus digresiones sobre temas tan
mundanos como las tarjetas de visita, pero cuando se trate de algo que realmente
importa, apreciarás sinceramente sus esfuerzos por ser justa y su capacidad de
dar un juicio correcto después de haber sopesado todos los factores. Otras
mujeres pueden dar cualquier opinión que no refleja más que su naturaleza
individual, y tampoco les importa mucho lo que pienses tú o la exactitud de la
respuesta. Para una mujer Libra, eso de que lo que ella piensa es lo que está
bien, no es válido. Tu opinión es tan digna de respeto como la de ella y la de
Platón, mientras no se tome una decisión, tras haber llegado a la conclusión de
las imperfecciones de los argumentos de ella, de los tuyos y de los de todos los
filósofos.
La mayoría de las chicas Venus trabajan antes y después de
casarse. Buscan el dinero por las cosas bellas que con el se pueden comprar. Las
aves de Libra necesitan montones de hermosas plumas para su suntuoso nido. Les
gusta la ropa buena, los perfumes caros, la música clásica y... ¿no había dicho
alguien que Libra era masculina? Si, yo. Es un aspecto de ella. Pero cuando la
veas con esos peinados tan bonitos, apenas si advertirás que es tan cabeza dura.
Las mujeres Libra necesitan grandes sumas de dinero, sobre todo para poder
alejarse de la sordidez y la fealdad de ambientes discordantes, que de hecho
pueden llegar a hacerles caer enfermas, emocional y físicamente. Pero hay otra
razón para que trabajen, otra razón para que Libra quiera dinero: su hombre. Si
hay una cosa que Libra atesora por encima de todas en este mundo temporal, es el
hombre a quien decidió amar, honrar y domesticar.
No puede jugar sola y, tanto en los negocios como en el
amor, las sociedades constituyen su mas autentica necesidad. No le gusta
trabajar sola, y es literalmente incapaz de vivir sola. Cuando visitan a un
astrólogo, a las mujeres Libra no les interesan, realmente, más que dos
preguntas: Si no es una, es siempre la otra. Ya sea <<¿Cuándo conoceré a alguien
a quien realmente ame?>>, o bien <<¿Cuándo encontraré a alguien con quien
establecer un negocio?>>. Para ella el matrimonio es una empresa conjunta, y las
reglas son casi tan estrictas como las de una organización corporativa. Tú eres
el presidente de la asociación y recibes los honores de tal. Ella es la
presidenta del Consejo de Administración, la que a su manera, femenina y
protectora, impedirá que tú cometas errores. Su naturaleza está hecha para el
trabajo en equipo, y querrá participar en la mayor cantidad de intereses y
actividades tuyos que le sea posible. De buen grado abrirá su casa a los
invitados de su marido, y es lo bastante femenina como para seguirle cuando él
decida cambiar su profesión, mudarse de ciudad o cultivar nuevos amigos. Todo
eso es especialidad de ella, que está ahí para allanar el camino y asegurarse de
que el no lo eche todo a rodar con alguna acción impulsiva o un juicio mal
meditado.
Realmente, tendrás que darle crédito. La mujer típica de
Libra no tiene deseo alguno de ser una piedra al cuello de su marido; más bien
desea apartarle las piedras del camino. No es, ni con mucho, tan dominante en la
superficie como lo es por dentro, porque lo último que puede querer Libra es
formular una serie de afirmaciones de las cuales tú pudieras hacerla responsable
mas adelante. En la mayoría de los casos, pisará con suavidad (a menos que tenga
ascendente Aries... y si te metes con una mujer que tenga una doble influencia
cardinal como esa en su carta, vas a tener muchos problemas).
Por término medio, las mujeres de Libra son muy
intelectuales y están dotadas de sorprendente poder para el análisis, que te
puede ser realmente útil para ayudarte a resolver problemas de negocios. Libra
rara vez deja que sus emociones le impidan llegar a una decisión desapasionada o
a un punto de vista equilibrado, y por lo general podrá asesorarte mejor que tu
banquero. Naturalmente, su capacidad en esos aspectos puede llevarla a suplir a
muchos, y no solo eso, sino que si es una muchacha típica de Venus ofrecerá las
perlas de su sabiduría en la bandeja de plata de su encanto y de su amabilidad
para la sugerencia. Su mano de hierro calza leve guante de terciopelo, y es tan
suave el codazo con que puede apartarte del mal camino para reencauzarte por el
bueno que podrías jurar que el cambio fue idea tuya. Normalmente, un hombre
Aries, Escorpio, Leo o Tauro levantará un pedestal a su mujer Libra, para
adorarla. Y no hace mas que justicia, porque ella también le adora. Las visitas
que lleguen al nido de amor de una joven Libra felizmente casada tendrán la
sensación de encontrarse frente a Adán y Eva, antes de que se les apareciera la
serpiente, y lo estropeara todo. (Dos personas Libra, si se casan, se
convertirán invariablemente en arrullantes palomas o en adversarios que se
muestran los dientes. Se irán a un extremo o al otro ya sea en forma permanente
o alternada.)
Son muchas las gratificaciones que se derivan de la
convivencia con una mujer Libra. Jamás te abrirá las cartas, porque simplemente
no se le ocurriría semejante vileza. Jamás revelará tus secretos comerciales a
los amigos ni te pondrá en situación incómoda en presencia de tu jefe. Es
posible que su encanto lo someta a él también, con esa misma sonrisa que le
sirvió para derretir tu corazón la primera vez que la viste. Hay algunas mujeres
Libra, con posiciones desfavorables de Marte, que en ocasiones pueden permitirse
excesos emocionales, o bien comer y beber mas de lo que les conviene, pero son
muy, muy escasas. Aunque alguna que otra vez una de ellas pueda dar un traspié
con su balanza, tarde o temprano volverá graciosamente a su estado normal de
celeste armonía. Habrá momentos en que te preguntarás si es un ángel o un
demonio, pero lo mas frecuente es que sean los ángeles quienes juegan de su
lado.
Probablemente, no te quejarás por falta de demostraciones
físicas de su amor, porque es tan sentimental como el encaje antiguo, y tan
afectuosa como tiene derecho a serlo cualquier mujer. Aunque sus mimos y
arrullos sean sinceros, esas miradas dulces, la ternura de la caricia, el abrazo
cálido y la profusión de besos también son una cortina de humo bastante efectiva
para su oculta tendencia masculina. No hay ley que diga que la sinceridad no
pueda tener aplicación práctica.
Es posible que tu hogar parezca uno de esos anuncios de las
revistas, con un alfombrado de pared a pared. Los colores estarán armonizados y
los muebles serán de buen gusto. Los cuadros colgarán derechos, y generalmente
las comidas se servirán a la hora en punto. Con la mayoría de las chicas de
Venus puedes contar también con: servilletas de hilo, platería sellada, velas
encendidas, vino, buena música y un menú equilibrado. Si tienes en cuenta la
claridad de su mente y lo chispeante de su ingenio, realmente no puedes pedir
mucho más. Para Libra, ser mujer es una especie de trabajo de dedicación
exclusiva y dura toda la vida, y en algún momento alcanzará la perfección. Será
raro que ese aspecto masculino de su voluntad te resulte molesto, a menos que
seas uno de esos machos imposibles que quieren andar por ahí gritando como el
rey Enrique VIII, y que esperes que las mujeres de tu vida se conduzcan como
consortes obedientes y temerosas de perder la cabeza si se les ocurre decir algo
mas que <<sí>> o <<no>>. Tu cónyuge Libra, decididamente, dirá algo más que
<<sí>> o <<no>>, porque le gusta hablar. Pero también sabrá halagarte
escuchándote, cuando tengas necesidad de un público bien dispuesto. Es a la vez
dulce y fuerte, y no son muchas las mujeres que pueden hacer con éxito un número
de tan delicado equilibrio.
La suavidad de sus modales y su serena capacidad para
refrescarte la frente con calentura pueden hacerte pensar que Libra es débil y
desvalida, o que se mostrará temblorosa y femenina en momentos de crisis. En ese
caso te equivocas de medio a medio. En la composición de su delicada feminidad
entran nueve partes de acero. El hecho de que el detalle se te haya escapado
cuando ella, valiente y astuta, se esforzaba por hacerte morder el anzuelo
durante aquellas primeras partidas de ajedrez en que siempre se dejaba ganar, no
es motivo para que sigas toda la vida ciego. La próxima vez que se produzca una
situación de emergencia en la familia, abre bien los ojos y ya verás quien es la
que mantiene la estabilidad del barco. En realidad, quiero decir. No es
necesario que la verdad te despoje de tu hombría. Nadie más que tú sabrá cuanto
necesitas la ayuda de su mano en el timón, cuando las cosas se ponen difíciles.
Ella jamás se jactará de lo que hace ni te privará de nada, a no ser de buena
parte de la responsabilidad. Da gracias de que sea tan de fiar. Además, ¿no está
realmente guapa con sus pantalones, cuando se ocupa del jardín o va al
supermercado? Las mujeres con pantalones están muy bien, siempre y cuando tengan
la sensatez suficiente para ponerse organza y volados en las fiestas, y sedas
crujientes en la intimidad. Y ella la tiene. Una de sus cualidades más valiosas
es su capacidad de esconder su mentalidad rápida y aguda tras una increíble
feminidad.
Una madre Libra amará y cuidará tiernamente a sus hijos,
pero... ¿la verdad?, ellos irán después que tú. Son los socios minoritarios,
pero tú eres el presidente de la compañía, y eso es un hecho básico que Libra
jamás olvidará. Les dará un gran trozo de su corazón, pero jamás dejará que se
adueñen del rincón que te entregó a ti antes de que ellos llegaran. Si con sus
juegos perturban tu descanso, puede mostrarse muy estricta, y si te
desobedecieran se enojaría mas que si la desobedecen a ella. De pequeños, tus
hijos serán dulces y limpios, y pulcros y corteses de adultos... si es que tú no
los echas a perder, a lo que ella no se opondrá porque el dueño y señor eres tú.
No es más que otra de esas decisiones que posiblemente dejará en tus manos para
no correr ella el riesgo de equivocarse. Las madres Libra, generalmente dulces,
pueden ser firmes cuando es necesario. Nunca descuidarán a sus hijos ni los
ignorarán, pero la verdad es que si Libra decidió ser madre, fue ante todo para
darte a ti más felicidad. Una de las primeras cosas que les enseñará a decir a
los niños cuando aprendan sus oraciones será: <<Dios bendiga a papá>>. Jamás
permitirá que te falten al respeto, pero si tú te pones un poco demasiado
exigente ella les enjugará las lágrimas, y hasta les dará furtivamente un
caramelo cuando se te haya ido demasiado la mano.
Claro que si los dulces la tientan demasiado puede ponerse
gorda. También es posible que se demore mucho en una fiesta, o con una botella
de vino. Y habrá veces en que sea un poco mandona, y otras en que los oídos se
te cansen de oírla. Pero todas esas cosas sucederán únicamente cuando su balanza
emocional esté momentáneamente desequilibrada, y ya volverá a ocupar el justo
medio cuando el mal momento haya pasado. Salvo que alguien le apoye un pie en
alguno de los platillos, la balanza de Libra siempre termina por equilibrarse.
Si uno de los platillos baja un poquito, añade algo de afecto en el otro, y ya
subirá. Si el otro se inclina bajo el peso de una excesiva tristeza, quítale un
poco con tu comprensión y reencontrarás su hermosa armonía.
¿Que otra mujer podría tener el porte de una princesa
cuando la llevas al baile y después, en un abrir y cerrar de ojos, atarse las
botas, ponerse el mono de leñador y ayudarte a cortar la leña para el fuego? Le
sobra gracia para lo primero y fuerza para lo segundo. Si a nadie se le ha
ocurrido componer una canción con el nombre de tu amada Libra, escribe tú una
melodía con tiempo de vals, bien ritmada, y dedícasela. Fortissimo.
–Está en ese estado de
ánimo
–dijo la Reina Blanca–,
en que quiere negar
algo...
¡solo que no sabe que
negar!
<<Vaya, ¡que bebé tan hermoso!>>. Los padres de los bebés
de octubre oyen con tanta frecuencia estas palabras que bien se les puede
perdonar que se enorgullezcan. El pequeño Libra parece efectivamente un ángel
rosado y regordete, sacado de las páginas de un libro de cuentos. Con su
expresión dulce, y esos gratos rasgos venusianos, tan bien equilibrados, es
encantador. Rara vez ocurrirá que, furioso y con la cara congestionada, chille y
patalee en su cuna, o que aplique a mami un puñetazo en la nariz mientras ella
procura darle el biberón. Es demasiado cortes para tan agresivas diabluras.
Cuando sonríe, toda la guardería se ilumina. << ¡Pero, que encanto de bebé, tan
bueno! Tan tranquilo, regordete y lleno de hoyuelos. Seguramente un hada madrina
1e bendijo con su mágico beso>>.
No me gusta ser yo quien haga el papel de la vieja bruja en
el regio bautizo, pero ¿te fijarías por favor si no tiene un hoyuelo en el
mentón, como la mayoría de los bebés Libra? ¿Lo encontraste? Bueno, pues, como
un juego simplemente, podrías buscar la última pagina del Libro del Bebé y
anotar algo que solía decir la abuelita: <<Mentón con hoyuelo, diablo cojuelo>>.
(Tal vez en secreto la abuelita estudió astrología.) Ya llegará algún día en que
vuelvas a leer esa línea y rindas silencioso tributo a su sabiduría.
Es posible que sea alguna mañana mientras él está sentado a
la mesa, removiendo lentamente con la cuchara un plato primero, después el otro.
El plato de la derecha contiene el huevo escalfado, preparado como a él le
gusta. En el de la izquierda está la avena cocida, bien cubierta de azúcar
moreno, como a él le gusta. Los dos se están enfriando sin que él haya probado
bocado. ¿No tendrá apetito? Si, se muere de hambre. ¿Tendrá fiebre? No, está
perfectamente. ¿Está enojado por algo? No, de ningún modo. Entonces... ¿por qué
sigue ahí inmóvil y obstinado, jugando de esa manera con la cuchara y sin probar
bocado?
Porque no acaba de decidirse sobre que comer primero, si el
huevo o los cereales. Y tú aumentaste la confusión al darle un vaso de zumo de
naranja y una tostada, intentando tentarle. Fue un error. Ahora, será ya
imposible que llegue a decidirse. Mejor que, por hoy, te olvides del desayuno. Y
mañana por la mañana, dale una cosa cada vez. Primero el zumo de naranja. Se lo
bebe. Después los cereales. Se los come. Ahora el huevo. Le encantan. Y por fin
la tostada. Mientras él siga ahí, masticando alegremente, tú no podrás creer que
se haya comido todo el desayuno en menos de diez minutos. Pues acabas de
aprender la lección más importante que hay que saber para criar a un niño Libra:
nunca le hagas elegir, pues es incapaz de tomar decisiones.
Si hay algo que un niño Libra detesta más que tomar una
decisión es tener que tomarla deprisa. No le acoses. Supongamos que aprendió a
vestirse solo y, con la emoción de semejante aventura, hace algunas semanas
tiene olvidada su indecisión típica. Ahora, vestirse ya es cosa sabida para él.
Tú empiezas, ayudándole a ponerse los pantalones, y le alcanzas la camisa, los
zapatos y los calcetines. Se queda ahí sentado. <<¡Vístete, Jorge!>> Sigue
sentado. <<¡Date prisa y vístete, Jorge!>>
En la escena siguiente, tú apareces contándole a alguna
amiga lo terco que es tu hijo Libra. No seas injusta. Terco es un niño de Tauro,
pero no Libra. Lo que pasa es que tú tratas de hacer que decida deprisa que
calcetín ponerse primero en que pie. Ya la cosa es de suyo bastante difícil,
pero cuando él acababa de decidir que se pondría en el pie derecho el calcetín
que tiene en la mano izquierda, tú le gritaste y alteraste su equilibrio; ahora
está de nuevo en el punto de partida. ¿Que calcetín primero? Ya ves que la culpa
es tuya, no de el. ¿Cómo puede tomar una decisión tan importante, si
continuamente le gritan y le dan ordenes? No solo le rompen los tímpanos, sino
que además le hacen olvidar lo que estaba a punto de decidir.
Son las cosas que pueden ponerte un poco alterada,
especialmente si eres de tipo nervioso, y no serás la única. Algún día, él se
habrá enamorado de una muchacha maravillosa, y estarán hablando de matrimonio.
De cuando y si... Él se queda ahí sentado. ¿Sí? ¿O no? La chica espera,
pacientemente. Los rasgos de él tendrán la misma expresión perpleja que tienen
ahora. Por último: <<Jorge, ¿vamos a casarnos?>>. Sigue sentado. De nuevo:
<<Jorge, ¿cuándo nos casamos?>>. Pobre chica. El mismo error que cometiste tú
con el zumo de naranja y la tostada. Ahora, él tiene que decidir dos cosas: no
solo si se casan, sino cuando. Vas a tener que hablar con ella.
Pero para eso faltan unos cuantos años. Hoy el problema son
los zapatos y los calcetines. Ve hacia donde está y dile con firmeza: <<Jorge,
primero vamos a poner este calcetín en este pie>>. Díselo con suavidad, sin
gritos ni tono áspero. Mejor si inventas una melodía y le cantas las palabras;
eso le encantará. De un golpe has superado dos obstáculos: le ayudaste a decidir
y creaste una atmósfera agradable. En cinco minutos está vestido. Es lo mismo
que tendrá que hacer algún día la chica, cantarle suavemente: Nos casaremos el
seis de agosto (con música de
Los niños Libra cuyos padres han alterado su delicado
equilibrio insistiendo constantemente en que se decidan con demasiada rapidez
suelen tener de adultos una verdadera neurosis con las elecciones. Sugiérele con
suavidad la solución, una y otra vez. Terminará por encontrarle la vuelta, y a
vencer una de sus mayores dificultades. Eso es todo. Aunque pueda parecerlo.
Muéstrale como obstinado, no hace mas que reaccionar según la modalidad típica
de Libra ante una interrupción discordante y ante el trauma emocional que
significa el hecho de que no se respete su momento de decisión. A él le gustaría
conformarte, en serio, pero sólo puede ser eficiente cuando en su mundo hay
armonía de sonido, color y pensamiento. La tensión le desquicia, como si fuera
un cuadro mal colgado. Cuando los adultos apresurados meten a la fuerza una
personalidad joven en un molde que no le corresponde, pueden deformarla para
siempre.
Tal vez te sientas un poco menos frustrada si te hablo de
mi amigo, un dentista a quien su mujer regaló dos vástagos Libra: dos niñas, con
tres años de diferencia. ¡Ya puedes imaginarte lo que pasaba todas las mañanas
en esa casa! Cuatro zapatos, cuatro calcetines, cuatro pies... y dos cabecitas
confundidas. Hasta que sus padres descubrieron la astrología, las dos pequeñas
Libra andaban casi siempre descalzas.
También te será útil tener presente la razón que explica
las vacilaciones de tu hijo. La mente de los niños Libra está hecha para buscar
la verdad. Son niños de buen corazón, y deseosos de ser imparciales. A tu
pequeño le espanta la idea de cometer un error o equivocarse en un juicio. No
quiere herir tus sentimientos, pero su naturaleza le obliga a buscar una
respuesta equilibrada antes de decidirse a hacer las cosas de una forma
atropellada, como puede ser ponerse los calcetines. Así y todo, la cautela de
Libra es una escuela del carácter, y muy útil para evitar accidentes y no
meterse en líos, ahora y en el futuro. Piénsalo un poco. A un pequeño Libra le
llevará tanto tiempo decidir si dibuja o no un elefante azul en la pared de la
sala de estar que te será posible detenerle antes de que el daño esté hecho.
Si tu retoño Libra es objeto de falsas acusaciones de
terquedad, reflexiona un poco. Tal vez tengas demasiado alto el volumen de la
radio o del televisor. Los colores de su dormitorio pueden ser la causa de que
duerma mal de noche. Los tonos chocantes y chillones pueden provocar constantes
altibajos en su equilibrio emocional. Todos los matices del azul y los tonos
pastel le calmaran eficazmente. Ponle música –pero suave– cuando quieras que
coma, que se vista o que guarde los juguetes. Si los sonidos y los colores que
rodean a un niño Libra son discordantes, sus acciones también lo serán. Verse
obligado a ser testigo de cualquier forma de violencia puede hacer que algo muy
profundo de él quede destruido para siempre. Ya de bebé verás que se estremece o
tiembla cuando oye un ruido súbito. Los niños Libra necesitan paz, silencio y
descanso en grandes dosis.
Esto nos lleva a otro problema: el de la holgazanería de
Libra, que en realidad nada tiene de tal. Son niños que juegan mucho y durante
mucho tiempo, y después deben descansar. Pero eso no es ocio, es recuperación.
El ritmo de Libra le exige periodos de actividad seguidos de otros de reposo; es
la única forma en que puede mantener su salud emocional y física. Si se le hace
sentir culpable por esta característica, entonces si, como autodefensa, será
realmente holgazán. Cuando veas a un niño Libra sin hacer nada, no le molestes.
Su balanza interna pronto se habrá equilibrado y le verás listo para la acción.
Ahora está volviendo a cargar las baterías. Los planetas le hicieron así, y él
no puede cambiar las cosas.
Los niños Libra son expertos en ablandar corazones. Tienen
una forma de ser tan encantadora, son tan dulces sus zalamerías, y ¿quién podría
resistirse a esas sonrisas y esos hoyuelos? Sus modales dulces y cariñosos
pueden convertir a sus padres en dos genios benévolos que le conceden hasta el
último de sus deseos (sin hablar de la mágica variedad de duendes del hechizado
resto de la familia). La consecuencia es que estos niños pueden llegar a la
escuela tan malcriados que son poco menos que imposibles de manejar. Después de
todo, no se pueden pasar años tratando a un niño como a un príncipe o una
princesa y esperar luego que acepte ordenes. Lo que necesitan los niños Libra no
es tanto disciplina como estar menos mimados.
Si se le ha criado con el adecuado equilibrio, el niño
típico Libra es una delicia para los maestros. De mentalidad brillante y lógica,
les gusta la discusión, y su intensa curiosidad hace de ellos buenos
estudiantes. Sin embargo, una vez que aprendan a leer y a manejarse con hechos,
tanto padres como maestros se verán enfrentados a discusiones constantes.
Jamás da resultado decir lisa y llanamente algo a una niña
o a un muchacho de este signo. Si no les presentas los dos aspectos del
problema, pensarán que eres injusto. Y si das preferencia a uno, tu alumno Libra
hará una cuestión de honor defender el otro, hasta que te obligue a ser
imparcial. Si tu parcialidad es por el blanco, Libra saldrá siempre en defensa
del negro, con lo que se puede ganar la reputación de rebelde, aunque nada esté
más lejos de la verdad. Son niños que obedecerán escrupulosamente las reglas,
siempre que estén convencidos de que las reglas no son una estupidez. La balanza
debe estar siempre en equilibrio, para que Libra no se sienta incómodamente
sacudido; por eso discutirá hasta que tenga la sensación de haber considerado
honradamente todas las circunstancias, y de que la balanza de la justicia esta
armoniosamente nivelada. Los niños y niñas de octubre siempre pondrán a prueba
el ingenio de padres y maestros, porque hay que saber pensar con mucha lógica
para mantenerse a su altura. Lo discutirán todo, desde los titulares del
periódico hasta quien tiene razón o no la tiene en un desacuerdo familiar. A un
niño Libra no le gustará oír habladurías de los mayores. Para él una confidencia
es sagrada, y también le hará fruncir el ceño ver que se juzga apresuradamente a
alguien. Si cree que tú estás equivocado, tomará partido por el otro, aunque se
trate de tu peor enemigo.
Jamás invadas su intimidad, que él no invadirá la tuya. Haz
que las comidas sean placenteras. Las niñas te pedirán que pongas en la mesa
flores y velas; los varones querrán una dieta equilibrada, aunque, lo mas
seguro, les encantarán los dulces. Es probable que haya algunos problemas de
exceso de peso y que en el cuarto de baño la balanza tenga trabajo extra.
Los niños Libra, si no se han refugiado en el
resentimiento, debido a una torpeza ajena, serán generalmente limpios y pulcros
sin que haya que vigilarlos. A la mayoría de ellos les disgusta tanto el
desorden que ayudarán de buena gana a mantener pulcra la casa. Como Libra tiene
talento musical y artístico, podría ser que tuvieras en la familia un proyecto
de compositor o artista, de manera que encárgate de que no le falten
oportunidades para desarrollar su capacidad latente.
La pequeñina Libra se empolvará hasta el vestido con tus
polvos más caros, se echará en la rizada cabeza tu mejor perfume y se negará a
salir de la bañera. Expresa así el amor por la belleza y por las cosas
agradables, como el agua tibia y los perfumes, que caracteriza a su signo.
Cuando llegue a la adolescencia, monopolizará durante horas el cuarto de baño
para tomar sus baños de espuma, y te usará el jabón que reservas para los
huéspedes. Recuerda que busca la armonía y que para ella la paz, la belleza y la
comodidad son armonía.
El varón te irritará probablemente con sus siestecitas en
el sofá y con esa exasperante manera de saber siempre más que tú sobre temas que
deberían pasarle por encima de las cabezas. (Si, habrá veces que jurarías que
tiene dos.) Pero esos ocios periódicos sirven para restablecer su energía. No se
ha muerto, se está recuperando. Y en cuanto a la actitud de sabihondo, tal vez
está practicando contigo su futura carrera de abogado. Mírale con optimismo.
Algún día el jurado no tendrá mas remedio que escucharle, pero tú siempre puedes
irte a preparar la comida o esconderte detrás del periódico. Sea niña o varón,
anímale a que escriba si siente la necesidad; recuerda que Libra rige los libros
también.
Los adolescentes de ambos sexos tendrán la casa envuelta en
una constante nube de romance, y los amores juveniles serán tantos que tendrás
la sensación de vivir en una especie de campamento sentimental, pero también eso
pasará. Algún día repicarán las campanas de la boda y tu vástago Libra
constituirá una hermosa familia: tranquila, equilibrada, armoniosa y
discutidora. Es posible que alguna soleada mañana de octubre de nuevo te veas
frente a la guardería del hospital y oigas exclamar a la enfermera o a algún
visitante: << ¡Oh, que bebé tan hermoso! Un tesoro, tan bueno, tan dulce y
tranquilo>>. Y que tú, con tu sabiduría duramente ganada, señales: <<Si, pero
¿ha visto el hoyuelo que tiene en el mentón?>>.
–No importa, claro, quise decir
–dijo apresuradamente el Rey,
y siguió diciendo para si en voz baja:
...importa
... no importa... importa... no importa...
–como si probara que palabra le sonaba mejor.
Si mi lector es hombre, es probable que piense que su jefe
Libra es un tipo muy normal, honrado a carta cabal e invariablemente justo. Si
es mujer, probablemente estará un poquito enamorada de él, aunque tal vez no se
de cuenta. Las vibraciones de Venus son poderosas.
El ejecutivo Libra es normalmente la mitad de una sociedad,
ya que su deseo inconsciente es siempre reunir dos cosas o dos personas.
Emocionalmente, su impulso se consuma por la vía del matrimonio cuando es aun
muy joven, o de una relación amorosa sorprendentemente precoz. En el mundo
comercial, satisface su función equilibradora combinando su encanto y su
intelecto con la personalidad de un socio que le complemente y que aporte los
talentos y capacidades que le faltan (que no serán muchos).
Es posible que no le veas sentado tras su escritorio tan
frecuentemente como a otros jefes. Es porque le gusta ser espectador, y no
porque le resulte cómodo, al contrario. Mira su expresión de desdicha mientras
se pasea de un lado a otro. Es toda una lucha, tomar dos ideas opuestas e ir
comparándolas, como una lanzadera. Cuando haya llegado a una decisión imparcial
y justa volverá a su escritorio y se pondrá a girar alegremente en su sillón
reclinable. Pero mientras está en la duda puede ser bastante intratable.
Un jefe Libra es sumamente inquieto y lleno de actividad
externa, aunque parezca andar despacio, una contradicción que no mucha gente
puede resolver. Mirarle es como mirar a un malabarista experto. Con toda esa
incesante actividad, uno esperaría verle perder la serenidad y hacer en
cualquier momento un gesto de nerviosismo, como esperaría ver que al malabarista
se le cae alguna de las bolas con que actúa. Pues no. Nacido con una afinidad
natural con el elemento aire, Libra se entrega a una actividad que puede llegar
a ser frenética con una gracia y una facilidad tales que casi parecería estar
inmóvil. Es como una película en cámara lenta. La actividad nunca se detiene,
pero el proyecto funciona con una velocidad especial.
Pese a su modo de ser frecuentemente tímido y suave, este
hombre no es una isla. Tiene siempre necesidad de expresarse de algún modo, de
comunicarse con los demás. Aunque el vehículo de la mayor parte de su
comunicación es la palabra, también puede expresar volúmenes enteros con su
sonrisa. Sin duda alguna es inteligente, pero si cuando nació, Mercurio estaba
afectado por aspectos adversos, es posible que todavía esté tratando de
convencerse de lo que es. Muchos jefes Libra son persuasivos en el discurso, y
discutidores capaces de influir sin esfuerzo sobre el ánimo de un grupo de
gente. Hasta los de disposición tímida, que rara vez tratan de llamar la
atención, son capaces de discutir de manera lógica y convincente, por mas que
estos, probablemente, tendrán todo pensado de antemano antes de hablar. Por eso
estos hombres pasan tanto tiempo callados: están pensando lo que quieren decir.
Por lo general, es mas seguro tomarle la palabra cuando sale de uno de sus
periodos de silencio, porque es menos probable que cambie de opinión. Si se le
presiona para que tome decisiones, después volverá a pensarlo, se dará cuenta de
que lo hizo sin meditarlo suficientemente y dará un giro de ciento ochenta
grados.
Es posible que con frecuencia te pida tu opinión, pero
antes de llegar a la conclusión de que te considera una mentalidad brillante,
recuerda que hay varios motivos para que se interese tan halagüeñamente en tus
ideas. Ante todo, su deseo de ser imparcial y no tomar una decisión que pueda
ser impopular o injusta. Otra razón para que se sienta forzado a reunir todos
los pros y los contras de un problema es que, si no tiene acceso a todos los
hechos disponibles se siente incapaz de hacer una valoración prudente.
El jefe Libra típico que intenta decidir si debe aceptar o
no un importante convenio hará una democrática encuesta entre su mujer, el
ascensorista, su secretaria, la mujer de la limpieza y el encargado de
relaciones publicas, y obtendrá resultados bastante exóticos. Cuando está
cansada, a la mujer de la limpieza le resulta difícil dar una opinión lógica
sobre la forma en que la separación propuesta podrá afectar a los accionistas
sin derecho a voto. Es posible que necesite un tiempo para pensarlo (y tampoco
puede pensar bien cuando le duelen los pies).
El ascensorista puede tener un problema para entender los
costos que implica la proyectada fusión de dos grandes empresas. Para empezar,
unos honorarios de cuarenta mil dólares para los abogados pueden parecerle una
exageración. Una vez le pagó a su abogado cuarenta dólares para que le asesorara
en un asunto legal, y se sintió estafado.
En cuanto a ese vicepresidente que sigue cobrando su sueldo
mientras está internado en un sanatorio con un colapso nervioso, que no se lo
cuenten a la secretaria. Después de todo, hace años que ella está a punto de
sufrir un colapso, sin que nadie le haya tenido nunca tanta consideración.
La mujer de la limpieza se decide por fin. Ni hablar de
separación de acciones; esa palabra le inspira desconfianza. Si fue cuando su
hombre se separó cuando ella tuvo que ponerse a fregar pisos para mantener a los
siete críos.
<<Haz lo que te parezca mejor, cariño>>, le dice su mujer,
pero da a entender claramente que en su fuero íntimo piensa que la respuesta
tendría que ser negativa porque a ella no le gusta la esposa de uno de los
principales accionistas.
El encargado de relaciones publicas es hombre de una sola
opinión: << ¡Al diablo con esos rufianes! ¡Adelante a toda máquina!>> es su
consejo para cualquier problema.
Finalmente, el consenso se completa. Armado con tan experto
análisis, el patrón Libra conseguirá todavía llegar a una decisión más lógica y
sensata de lo que decidirían nueve de cada diez hombres. Sorprendente, pero de
alguna manera lo hace.
Podría haber aun otra razón para que Libra busque tantos
puntos de vista cuando tiene que decidir algo. Tal vez sea uno de esos raros
nativos que se las arreglan para echar la culpa de un posible error sobre los
hombros de algún otro. Cuando las cosas se malogren, siempre podrá desentenderse
y decir: <<Bueno, si la propuesta se rechazó no fue porque yo lo quisiera así. A
la mujer de la limpieza no le parecía una buena operación>>.
Sin embargo, un jefe Libra que haya conseguido armonizar y
unir su mente y sus emociones puede ser un autentico pozo de sabiduría. Y por lo
que yo se, es posible que tu estés trabajando con uno de ellos. Abundan
muchísimo, y son unos jefes maravillosos cuando uno tiene un problema. Son
capaces de aparecer con una solución que a nadie mas se le podría haber
ocurrido, a fuerza de tener todo en consideración, y de ofrecerte una salida a
la vez ingeniosa y honrada.
Lo mas posible es que las paredes del despacho de tu jefe
Libra no estén desnudas, aunque tal vez la chica que sonríe desde su calendario
si lo esté. Normalmente, las paredes estarán cubiertas de cuadros, trofeos y
excelentes reproducciones, dispuestas en forma equilibrada, y los archivos
libres de polvo. Puedes apostar a que en algún lugar tendrá una radio o un
tocadiscos para poder refugiarse en melodiosos sonidos cuando las cosas se
pongan discordantes y el sienta los nervios peligrosamente alterados por la
confusión de la rutina diaria. En su despacho rara vez habrá colores chillones.
Nada de verdes exóticos ni de color mandarina, que constituyen una auténtica
agresión para el ojo. Sin embargo, puede haber algún leve toque de motivos
orientales. Algunos nativos de este signo parecen inclinarse un tanto en esa
dirección, tal vez debido a la forma, tranquila y serena de vivir, legendaria
del Lejano Oriente, o a la pacífica armonía de la filosofía oriental. Tal vez él
no llegue a tener flores sobre el escritorio, pero si tu jefe Libra es <<ella>>,
probablemente si.
Entre las mujeres ejecutivas, son mas las nacidas bajo
Libra que bajo cualquier otro signo, aunque Aries, Capricornio, Leo y Cáncer la
siguen de cerca. Si es mujer, tu jefe Libra tendrá casi seguramente una gran
planta de maceta en su despacho, además de un gran espejo. También en torno de
ella habrá música. Es posible que no sea tan morosa como los hombres de su
signo; como para una mujer es más difícil acceder a un puesto de mando, se habrá
visto obligada a dominar su indecisión, porque de otro modo no habría llegado a
lo alto del poste totémico. Como su contraparte masculina, la jefe Libra
procurará ser imparcial. Prestará atención a los conflictos de la oficina,
procurando ver con igual claridad ambos aspectos. Es posible que la encuentres
escondida detrás de la puerta, equilibrando su balanza de oro, cuando la
decisión sea importante, pero hay un terreno en el cual no tardará mucho en
decidirse: el amor. O ha llegado a la conclusión de que el matrimonio no es para
ella, o tiene continuamente los ojos un poco ausentes, perdida en su último
romance. Es rara la mujer Libra, ejecutiva o no, que pueda vivir sin ese
condimento en su vida. Por más experta que sea en ocultar sus actividades
después de las cinco de la tarde, puedo asegurarte que no pasa las noches
jugando al solitario. Tal vez un lunes lluvioso se enrosque en un sillón a leer
un buen libro, pero la mayoría de los fines de semana se la podrá ver
recorriendo la ciudad envuelta en romántica bruma. No es que la bruma le vaya a
durar mucho, sin embargo. La cortante lógica de su mente no dejará que el
sentimiento la ciegue por completo. Varones o mujeres, son pocos los Libra que
dejan que el corazón domine sobre la cabeza. Tienen la cabeza demasiado dura y
–demasiado lucida– para someterse sin defensa a los tenues rayos de Venus... y
esta es otra de las incongruencias de Libra.
Es probable que sea innegablemente bonita y hasta hermosa.
Y si no, te lo parecerá cuando la sonrisa de Venus flote sobre sus rasgos
comunes. Su encantadora disposición social le permitirá ganarse a los clientes,
pero si ya hace algún tiempo que trabajas con ella, te habrás dado cuenta de que
esa dulzura llena de gracia oculta una mente a la que nada se le escapa.
Tendrá sus días malos, y es posible que se contradiga hasta
el punto de dejarte a ti en el aire alguna que otra vez. En cuanto a disciplina,
es un poco más exigente que el varón Libra. Si cometes un error, cosa que ella
sabrá instintivamente, será clarísima la advertencia de que no quiere verlo
multiplicado en equivocaciones cotidianas. Su voz, suave, puede ser ligeramente
ronca, pero bien modulada y tal vez un poco lenta; rara vez la levantará. (Si
tiene ascendente Aries, Géminis o Sagitario, es posible que la atmósfera se
electrice un poco cuando ella echa chispas.)
Una ejecutiva Libra suele dar la impresión de que debería
figurar en la lista de las diez mujeres mejor vestidas, e incluso es posible que
así sea. Las empleadas se morderán las unas de envidia al ver su guardarropa,
sus pieles, joyas y perfumes. Los varones reaccionarán como puedes imaginarte:
hasta el último. Salvo los Leones, Escorpiones, Toros, Cabras y Carneros, que
tienen la sensación de que trabajar para una mujer es como cumplir una condena
en la cárcel. Los demás sucumbirán sin asomo de lucha al encanto de sus
hoyuelos.
Cuando sientas la tentación de tratarla como a una de las
chicas, no te tomes demasiadas libertades. Aunque parezca que su actitud cordial
anima a las confidencias, no es mujer que suela tolerar habladurías en los ratos
de ocio, y las suprimirá de raíz. No fue por mala lengua por lo que llegó ella
al lugar que ocupa. Para todos los nativos de Libra, una confidencia es algo
sagrado. Es posible que algunos de ellos charlen mucho, y a todos les encanta
discutir, pero no son chismosos. Hay una clara diferencia.
Sea hombre o mujer, un jefe Libra tenderá a dedicar largas
horas placenteras al almuerzo. Y si no lo hace, procura inducirle a ello, porque
cuando Libra está cansado o con hambre no es el de siempre. Todos los ejecutivos
de Venus estarían mejor si reconocieran su necesidad de descanso periódico y
durmieran una horita de siesta cada día. Entre todos los empleados podríais
comprarle un hermoso sofá para el despacho, si queréis que vuestro jefe Libra no
se desequilibre. Aunque necesita esas siestas, es posible que se sienta culpable
de ellas. El día que llegue al trabajo con expresión decaída y los ojos
enrojecidos, con grandes bolsas grises debajo, mejor es no acercársele.
Salvo que tenga un ascendente decididamente independiente,
es probable que crea en los sindicatos. Todo lo que sea justo le parece bien. Su
sentido de la justicia hace de el un mediador natural en las disputas. Respecto
del dinero, rara vez el punto de vista de Libra es neutral. Será el más avaro de
los jefes de la ciudad, o el más generoso, y a veces se turnará: será un tacaño
en diciembre y un Santa Claus en julio. Pero en cualquier momento tendrá una
actitud definida. Sus propinas pueden ser una moneda o de cinco dólares.
Es probable que en presencia de mujeres sea el espíritu de
la galantería, y muy hombre entre hombres. Una manera segura de ganarse su
antipatía: mostrarse chillón, vulgar y con prejuicios. Recuerda que la armonía
es su elemento. Créala siempre que puedas, no la alteres ni la destruyas nunca,
y el querrá tenerte a su alrededor, aunque no sepa exactamente por que.
Es posible que en ocasiones te moleste su indecisión, que
se pierda en dilaciones y que sus sueños necesiten algún que otro empujoncito.
Pero también tiene esa sonrisa, y esta el respeto que te inspira su serena
inteligencia, y su disposición a hacer algunas concesiones. Aunque no quiera
dejarse ganar por ti, tampoco espera que seas su esclavo. No es agresivo ni
regañón, y jamás traicionará tu confianza. Cuando lo sumes todo, verás que la
balanza se inclina a su favor. Su naturaleza le lleva a la fusión. Tu jefe Libra
necesita realmente de tu cooperación para ser una persona completa, y un hombre
que te necesita puede hacer pie firme en tu lealtad, y hasta en tu corazón. ¿No
lo sientes acaso?
¡Ojala terminaran con ese proceso... y empezaran a servir los
refrescos!
Hubo una vez un diseñador Libra a quien llevaron a la costa
oeste para que se encargara del vestuario de una importante película, y se pasó
seis semanas enteras en su apartamento de un elegante hotel de Beverly Hills,
sin dibujar una línea siquiera. No era que le faltaran ideas: le sobraban. Era
la alfombra... esa horrible alfombra chillona, de color azul pavo real, que le
producía pesadillas y jaquecas. Ni siquiera podía pensar, no hablemos de crear,
y no quería cambiar de apartamento porque le gustaba la vista de las palmeras.
El filme estuvo detenido casi dos meses, hasta que por fin
el productor descubrió el problema. Tan pronto como cobró conciencia de las
dificultades estéticas de Libra, la alfombra agresiva fue reemplazada por una
moqueta nueva de pared a pared, en un delicado y aceptable rosa pastel. Si se
pregunta usted como pudo el productor ser tan comprensivo, le diré que era
Géminis. Si el problema del diseñador era razonable o no, no era cosa que le
preocupara. Géminis quería simplemente que el trabajo se pusiera en marcha lo
antes posible, y eligió el camino más rápido. Para tratar con el delicado
temperamento de Venus, los jefes Acuario y Géminis son fabulosos. Hay una
empatía intangible entre los signos de aire. Todos ellos parecen flotar en una
especie de nube, aunque a diferentes alturas.
No quiero que se haga usted la idea de que si tiene un
empleado Libra, debe salir corriendo a comprar una alfombra. No todos los
nacidos a fines de septiembre o en octubre son artistas irreemplazables, ni
tienen los nervios tan delicados, pero hasta el empleado medio de este signo
trabajará más a gusto si a su alrededor no hay nada que le moleste.
También será más eficiente si se lleva bien con la gente a
la que tiene que ver todos los días. Una atmósfera áspera, sórdida e inarmónica
puede deprimirle, pero si no congenia con sus colaboradores andará literalmente
arrastrándose. Percibe tan bien la vibración de las personalidades como la de
los colores, especialmente cuando los tiene cerca. Si últimamente su empleado
Libra le parece extraño o confundido, o si le entrega trabajos poco esmerados
que no están a la altura de su capacidad habitual, no es necesariamente por
descuido. Tal vez le tenga alergia a quien se ocupa del correo o a la mujer de
la limpieza. (Espero que no sea a su propia secretaria, porque ese escozor
constante le resultaría insoportable.) Hasta podría ser el secante que tiene
sobre el escritorio. Déle uno nuevo y limpito, celeste preferiblemente, cambie
el horario de la mujer de la limpieza y procure que el chico del correo no tenga
trato directo con el. ¿Ve cómo su trabajo mejora inmediatamente? Estaba
desajustado, nada más.
Cuando la balanza de Libra se altera, puede suceder
cualquier cosa. Varón o mujer, puede mostrarse gruñón y ocioso, y sumirse sin
excusa alguna en un hosco silencio. Es claro que semejante alteración de la
dulzura y la calma habituales le inquietará un poco a usted también. ¿Cómo es
posible que alguien que tiene un hoyuelo tan atractivo en el mentón sea tan
desagradable? Es fácil. ¿Le gustaría a usted que le desequilibraran la balanza?
La sensación no es agradable; es como estar en un bote que da bandazos de babor
a estribor cuando hay mar gruesa. Sin duda, en su casa habrá pasado algo que le
perturbó. Sea cual fuere la causa, no vale la pena que se angustie usted cuando
el equilibrio de Libra se altera. Son gente que rápidamente logra volver a la
armonía, y cuando esto se haya producido, la paz y la tranquilidad volverán a
reinar en sus oficinas; el trabajo de su empleado Libra será tan eficaz como
siempre y usted volverá a derretirse en la forma habitual al calor de esa
incomparable sonrisa de Venus.
Si su empresa está afiliada a algún sindicato, lo más
probable es que su empleado Libra se constituya en defensor de la igualdad de
derechos y de los salarios justos. En realidad, son muchos los de este signo que
dedican su vida a la labor sindical. Para Libra, lo más importante es la
armonía, y su ideal es la perfecta justicia. Los sindicatos le ofrecen una
oportunidad demasiado buena para desperdiciarla, de ejercitar su natural talento
para resolver disputas.
Si no hay un sindicato donde pueda darle cauce, será
probablemente el hombre bueno en todas las rencillas de la oficina. Al nativo
típico de este signo le encanta despejar el aire de desacuerdos. Defiende a
ambos oponentes con total imparcialidad, consigue que cada uno vea el punto de
vista del otro y por ultimo corona su acción haciendo que todo el mundo se
estreche la mano. Lo que tal vez le confunda a usted por completo es que también
puede ser el quien promueva acaloradas discusiones, pero recuerde que para Libra
esos debates son sanos. Nada le gusta más que hacer ver los pros a quienes están
en contra, y viceversa. A sus ojos, eso no es pelear. Una discusión inteligente
y bien llevada es más entretenida que ir al cine. Por lo general, en su
entusiasmo ni se da cuenta de que está creando tensiones cuando detalla con
brillante lógica sus argumentos y deja al descubierto la debilidad de los
supuestos ajenos. Pero cuando su juego de sacar chispas mentales llega al punto
en que los ánimos están evidentemente caldeados, se queda consternado. Entonces,
si es un venusino típico, derramará rápidamente su bálsamo sobre las heridas
abiertas, y con el sol de su sonrisa sacará a todo el mundo de las sombras del
mal humor. Francamente, cuando se comporta así a veces dan ganas de matarle.
Aliviar sus sentimientos heridos cuando le ha dado por
ofenderse es algo completamente distinto. Es difícil darse cuenta exacta de que
es lo que agrada o fastidia a Libra. Lo que un día provocó en él una sonora
carcajada o una sonrisa de tolerancia puede ser causa, al siguiente, de un hosco
gesto de inocencia ofendida. O al revés. Otra vez la balanza, claro. ¿Cómo puede
Libra decir de antemano como reaccionará ante cualquier situación dada, si
tampoco él sabe que inclinación puede tener hacia un lado o hacia el otro?
Pregunte usted a sus colaboradores si el muchacho (o la chica) de los hoyuelos
tiene reacciones impredecibles, y verá que respuestas obtiene. <<Bueno, el otro
día le pregunté a Inés si había aumentado algo de peso y me sonrió de una manera
que me hizo pensar que estaba contenta. Esta mañana le dije "Gordi" en broma, y
no me habla>>. O si no: <<Mire, la semana pasada Carlos me enseñó un disco que
compró en una subasta, uno de esos viejos de Glenn Miller, de 78 revoluciones, y
yo le comenté que eso está tan pasado de moda como los dinosaurios. Se sonrió y
me dijo que él era un estudioso de lo antiguo. Hoy me oyó decirle a la
recepcionista que esos viejos discos ya no se aguantan y casi me arranca la
cabeza. Me trató de repugnante hippie psicodélico. La semana pasada se lo tomó
con tanto sentido del humor que ¿cómo iba a imaginarme yo que colecciona álbumes
de las grandes bandas y por la noche enciende una vela y los escucha como si
estuviera en una catedral?>>.
Libra amará a uno hoy por lo mismo que le aborrecía el mes
pasado, y mañana le despreciará por lo que hoy le pareció maravilloso. Es un
poco delicado tener que hacer frente a reacciones tan cambiantes, pero por
debajo de todo eso, la naturaleza de este signo es básicamente imparcial y
equilibrada. Cuando frunce el ceño, eso no le afecta más que a la piel. En
cambio las sonrisas son profundas. Haga caso omiso de lo primero y aténgase a lo
segundo. De hecho, nada altera tanto a la persona típica de Venus como los
gritos y las tensiones innecesarias. Es más probable verlos evitar escenas
desagradables que provocarlas. Y las iras de Libra nunca se condimentan con
vinagre. Es posible que tengan un poco de hielo en los bordes, pero ya se sabe
que el hielo termina por derretirse.
Las chicas Libras que haya entre sus empleadas le harán
pensar a veces en tajadas de pan de trigo entero, con esa especie de espíritu de
campamento que poseen. Claro que algunas tendrán sobre el trigo entero una capa
de mermelada, que asume la forma de voz dulce y modales suaves, pero es una
dulzura agradable. Rara vez encontrará a una chica venusina de aspecto fatigado
y ojeroso, y con un sex appeal detonante. Ella está mas en una línea de un
atractivo fresco y tierno, como el de un crepúsculo oro y rojo contra un claro
cielo azul. Las empalagosas constituyen una minoría.
Es posible que le gusten los largos paseos y que se pase
largas horas en la biblioteca. Si no, ya puede apostar sin riesgo a que hace
largas caminatas y es socia de algún club del libro. La actividad física y la
afición literaria están siempre presentes, sólo es cuestión de grado. Pero entre
las caminatas y los paseos habrá largos períodos de descanso, mientras Libra
recupera energías mediante la lasitud y el letargo. (Son los momentos en que se
pone al día con sus lecturas.)
Si tiene usted un vendedor Libra, es probable que esté
estudiando para graduarse como abogado, o que tenga algún pasatiempo que
constituya, prácticamente, una segunda carrera. Tal vez tenga actividad
profesional en algún campo ajeno a su trabajo, y es posible que sea un experto
en profundos temas que usted nunca sospechó que pudieran interesarle. Hay una
cosa, sin embargo, de la que puede estar seguro que le interesa: las chicas. Las
mujeres. La pulcritud femenina. Por lo menos el noventa por ciento de los
varones Libra son suscriptores de alguna revista del estilo de Playboy. Aunque
le ruborice admitirlo, el hombre regido por Venus disfruta echando discretas
miraditas a las imágenes de curvilíneas conejitas que no llevan puesto mucho mas
que una deslumbrante sonrisa provocadora. Le gusta mucho mas verlas en persona,
y por eso es fácil encontrarle recorriendo el circuito de los night clubs,
aunque es posible que se retire después del espectáculo, para que la multitud
bulliciosa no llegue a alterar su armonía. Es raro que, si se siente a gusto con
su pareja, un varón Libra lleve su interés por el sexo opuesto mas allá de una
manifiesta apreciación visual, pero los solteros pueden ser auténticos
solitarios.
Libra estará siempre casado, comprometido, divorciado o
viviendo un episodio amoroso importante. Jamás reman solos en su canoa. Como un
eco flotante sobre la laguna azul, en la morada de Libra se podrán oír siempre
los pasos furtivos de una indiecita o de un bravo piel roja, con la última
marea, bajo la pálida luna. Para cada valiente guerrero de Libra, hay una tímida
doncella, y se puede invertir con toda seguridad la ecuación.
Mientras trabajan, tenga usted felices a sus bonitas y
dulces empleadas Libra, y también a los apuestos y gentiles varones, con música
de caramillo. Jamás les grite y procure darles siempre razones lógicas para
hacer las cosas. Respete su inteligencia, que la tienen en mayor medida que el
promedio de la gente, y nunca los someta a tensiones.
Si les trata bien, sus empleados Libra jamás provocarán
fricciones en la oficina, serán verdaderos ángeles de tacto y diplomacia,
capaces de llevarse bien con casi todo el mundo. Los trabajadores de Venus
aportan su magnética influencia personal de gracia y de belleza a todo lo que
tocan. Deje usted que Libra le ayude con las estrategias de venta, y anímele a
acudir a las reuniones donde el trust de cerebros ventila sus ideas geniales.
Más vale que le permita ver como se actúa en el nivel ejecutivo, porque Libra es
un signo cardinal y no se pasará toda la vida como un empleado sin posición.
Quiere ser conductor, y condiciones no le faltan. Tan pronto como pueda, póngale
a cargo de algo y advierta con que poco esfuerzo se desenvuelve entre el
papeleo, los mezquinos agravios, los problemas espinosos y los embotellamientos
que se producen en cualquier oficina. Su vestimenta será la de un hombre
distinguido, y su conducta también; perfecto para la imagen de la empresa. En
cuanto a <<ellas>>, una mujer de Venus terminará siempre por conseguir lo que
quiere, con toda su dulzura. Si lo que quiere es un ascenso, concédaselo. Es
poco probable que se muestre desleal. La cabeza que se asienta sobre esos
bonitos hombros vale la pena. ¿Por qué no aprovecharla?
Su empleado Libra tendrá a veces ciertas dificultades para
tomar las decisiones. Su pensamiento no es un tren que corra a velocidades
vertiginosas cuando el destino es una decisión, pero también es raro que
descarrile. Cuando finalmente entre en la estación tendrá casi con seguridad la
respuesta correcta, aunque verle en el proceso de obtenerla le haya parecido
mirar como hace ejercicios una jirafa de dos cabezas.
La gente Libra tiene marcadas inclinaciones artísticas y
musicales, sagacidad para el derecho y capacidad filosófica. Donde mayormente
aportan su influencia calmante es en hospitales, en el mundo del espectáculo,
editoriales, los ámbitos de la ciencia, tribunales, jardines, política, grandes
tiendas, y también en la decoración de interiores y en el sacerdocio. Pero no
importa donde se les encuentre difundiendo armonía, el termostato de Libra
estará siempre regulado en unos veintidós grados; es raro que llegue a
temperaturas de congelación o de incendio. Es como tener en la oficina un
acondicionador de aire humano, con servicio de reparación automático cuando se
estropea. Los acondicionadores mecánicos no le ofrecen a uno ese tipo de
garantía. ¿Dice usted que, en cambio, las máquinas no contestan? Si, claro, pero
por otra parte... un momento, a ver si deja de rebatir y sopesar todo lo que yo
digo. ¿No será usted un Libra?