Oh, criatura de frente
pura y despejada
¡con ojos de
ensoñación y asombro!
Aunque huya fugaz el
tiempo, y tú y yo
estemos media vida
separados,
tu radiante sonrisa
saludará sin duda
el presente de amor de
un bello cuento de hadas.
¡Calladita, mi amiga,
en la falda de Alicia!
Mientras empieza el
banquete, dormiremos la siesta;
cuando el banquete
termine, nos iremos al baile,
Llenar después los
vasos de tinta y de azahar
o de cualquier otra
cosa, grata de tomar.
Si te aconteciera ver a un Piscis de cajero en un
banco, o de presidente, incluso, te encontrarías frente a un ejemplar muy
raro. Son muy pocos los de este signo que pueden aguantar verse confinados
durante largo tiempo en un solo lugar. Tendrás mas suerte si los buscas en
una sesión de espiritismo, o visitando una galería de arte, aunque también
es posible en un convento o monasterio, lo mismo que si te vas a un
concierto o acudes a ver el espectáculo de algún night–club. También podrías
probar en una Sociedad de Escritores, darte una vueltecita por un teatro,
entre bambalinas, cuando acaba la función o conseguir que te inviten a tomar
el sol en algún yate.
Lo más probable es que de cualquiera de esas corrientes
salgas con una pesca bastante buena. Cuanto más creativo y artístico, más
ocioso y esotérico sea el ambiente, mas peces encontrarás. Sacarás la red
llena de ejemplares coloridos y resplandecientes, si la echas en un cóctel o
en un baile de gala. Hasta puede ser que pesques un par de truchas, o alguna
especie exótica, como la princesa Lee Radziwill.
La gente de Neptuno tiene pocas ambiciones mundanas. A
la mayoría de ellos les importa un comino el rango, el poder o el liderazgo,
y tampoco la riqueza les atrae demasiado. Pocas personas de este signo habrá
que lleguen a hacer dinero, como no lo obtengan por herencia o por
matrimonio. Claro que eso no quiere decir que tengan nada en contra de él;
aceptarán mas conciencia que la mayor parte de nosotros de sus cualidades
temporales.
Sea quien fuere el que dijo que no le interesaba ser
millonario, sino vivir como si lo fuera, reflejaba con toda exactitud la
filosofía de Piscis. En el corazón típico de Neptuno no hay cabida para la
codicia; le caracteriza una falta de intensidad, casi una despreocupación
sobre el mañana, acompañada de un conocimiento intuitivo del ayer y una
placida tolerancia de hoy. Para los peces, sean reales o humanos, nunca es
fácil luchar contra la corriente. Lo mas común y lo que exige menos
esfuerzo, es seguirla dondequiera que les lleve. Pero nadar contra la
corriente es el desafío que tiene que afrontar Piscis, y la única manera que
tiene de encontrar alguna vez paz y felicidad auténticas. Para los que
nacieron bajo este signo solar, seguir el camino fácil es una trampa, un
cebo apetecible que les seduce, pero que esconde el peligroso anzuelo: una
vida desperdiciada.
El Pez te dejará impresionado con su naturaleza ociosa
y el encanto de sus modales. La mayoría de las restricciones lo dejan
indiferente, si no le privan de su libertad de soñar y de ir buscando su
camino en la vida. Más indiferente se queda aún ante los insultos, las
recriminaciones y las coléricas opiniones de otra gente. Dile a Piscis que
la sociedad está en decadencia, que el gobierno se viene abajo, que la
contaminación nos llevará a todos a la tumba y que el mundo no tiene
remedio, y bostezará o te mirará con una sonrisa encantadora o tal vez
parezca vagamente apenado. Son muy pocas las cosas que le mueven a una
acción o a una reacción violenta. Claro que el Pez no es totalmente apático;
también tiene su genio. Cuando por fin se exaspera, puede ser mordaz y
sarcástico, y demostrar que es rápido y cáustico de lengua. Los neptunianos
pueden azotar furiosamente con la cola y desparramar torrentes de irritación
y de nervios, pero los nativos típicos del signo seguirán normalmente la vía
de menor resistencia, y las frescas aguas de Neptuno diluirán continuamente
su ira. Irritar al Pez hasta conseguir que pierda los estribos es como
arrojar un guijarro en el transparente espejo de un lago. Se producirán
algunas ondulaciones, pero la superficie no tardará en volver a la calma.
Cuando conozcas gente de Piscis, fíjate primero en los
pies. Serán notablemente grandes (sobre todo en los hombres) o bien enormes
y proyectados hacia afuera como los de una lavandera fatigada. También las
manos de Piscis pueden ser menudas, frágiles y exquisitamente moldeadas, o
si no, huesudas y grandes como jamones, como si estuvieran hechas para
empuñar el arado. La piel es de una suavidad de seda, el pelo fino, con
frecuencia ondulado y por lo común claro (aunque también hay bastantes Peces
castaños). Ojos líquidos, de parpados pesados, llenos de luces extrañas.
Frecuentemente, aunque no siempre, serán un poco salientes y bulbosos, ojos
que se imponen. Hay algunos que tienen ojos bellos, simplemente; no hay otra
palabra para describirlos. Los rasgos son elásticos y móviles, y en ellos
los hoyuelos predominan sobre las arrugas. Los Piscis no suelen ser altos,
son a veces de cuerpo un tanto desgarbado, hecho que queda oculto por su
gracia extraordinaria. Dan la impresión de que flotan en lugar de caminar,
como si nadaran a través de la habitación o por la calle. Y a veces
realmente es así.
Puede ser que adore el agua helada, que se tome diez
tazas de te o de café por día, que se muera por las gaseosas o que suspire
por algo mas fuerte. Como pasa con los de Escorpio y los de Cáncer, para los
nativos de Piscis es prudente no acercarse siquiera al alcohol. Son muy
pocos los neptunianos que pueden tomar un cóctel en una fiesta, y quedarse
ahí. Algunos hay, claro; pero son demasiados los que encuentran en el licor
una seductora solución para sus problemas, algo que les arrulla gratamente
con una falsa sensación de seguridad... pero es un arrullo peligroso. Claro
que no todos los Peces que se beben un coñac con el café terminan en el
alcoholismo, pero el porcentaje es más alto de lo que debería.
El Pez nació con el deseo de ver el mundo a través de
cristales de color rosado. Bien conoce él el lado malo de la humanidad, pero
prefiere vivir en su propio mundo sereno y acuoso, donde todo es hermoso y
todas las acciones nobles. Si la realidad le resulta demasiado terrible de
afrontar, es frecuente que huya a refugiarse en rosadas ensoñaciones con
cimientos de plumas, y ni la mas remota posibilidad de realizarse. Cuando la
vida lo lanza a chapotear, con una verdadera panzada, en las aguas
estancadas del fracaso y de la desesperación. en vez de salir de un salto de
ese peligroso fango, el Pez se inclina mas bien a esconderse tras las
ilusiones de color verde pálido que le impiden tomar decisiones prácticas.
Al verse rechazado, Piscis tiende excesivamente a afrontar la fealdad del
fracaso insistiendo en sus falsas esperanzas, cuando un decidido cambio de
rumbo o una actitud nueva y enérgica podrían llevarle a un éxito real y no
imaginario.
No todos los nacidos en marzo caen en la típica trampa
de Neptuno, pero si los suficientes como para que la advertencia sea
necesaria. El escritor Piscis puede ceder a la tentación de holgazanear
durante años en los bares, con el pretexto de estar reuniendo material,
cuando en realidad lo que hace es juntar musgo y cuentas sin pagar. El
artista Piscis que no consigue el mecenas que buscaba puede dedicarse a
pasear día tras día por el parque, diciéndose que está estudiando la
naturaleza para pintar el fondo de su obra maestra, mientras en el estudio
los pinceles se le llenan de polvo. ¿Donde está el ángel que le respaldará
cuando las tejas reflejen su gloria? La mujer Piscis, librada a si misma,
con un ingreso fijo que le alcance para tener un techo sobre la cabeza y un
paquete de algas en el armario, tendrá tendencia a pasarse horas soñando,
recordando con ternura el ayer, esperando nebulosamente el mañana y
perdiéndose el radiante sol de hoy. El actor, el compositor, el músico... tú
mismo puedes imaginarte la historia.
Tal vez hayas leído en alguna parte que el símbolo de
Piscis, los dos peces que nadan en direcciones opuestas, indica que el
neptuniano se encuentra desgarrado por la dualidad de sus deseos, pero no es
así. La dualidad de sus deseos es característica de Géminis. Los dos peces
en direcciones opuestas simbolizan la opción que se le ofrece a Piscis: la
de nadar hacia arriba, o la de nadar hacia abajo, sin jamás alcanzar sus
metas. Piscis debe aprender que de alguna manera debe servir a la humanidad,
y evitar las posesiones mundanas. Einstein, uno de los Peces que remontaron
la corriente, dio forma a todo un mundo nuevo del tiempo relativo. Los Peces
que nadan con la corriente sirven lavando platos o paleando nieve. Siempre
hay una elección posible, porque jamás falta algún talento excepcional, pero
el Pez –cuyos ojos ven claramente hacia ambos lados– a veces tiene
dificultades para ver hacia adelante. Es habitual que Piscis se retraiga, ya
sea a las alturas sublimes de una sacrificada vida profesional, o buscando
refugio en estimulantes, emociones artificiales y falsa excitación.
Aunque Piscis retrocede ante la competencia, el impulso
de Neptuno es tan fuerte que atrae a muchos de ellos, a los tímidos incluso,
hacia el brillo de las candilejas, donde pueden echar mano de su fabuloso
don interpretativo para proyectar múltiples emociones. Pese a su natural
timidez, es frecuente que se conviertan en los mejores intérpretes de la
profesión teatral, pero solamente si combaten el disgusto que les provoca el
duro esfuerzo de repetidos ensayos y el aburrimiento de los monótonos –pero
necesarios– años de experiencia. A veces, la crueldad de los críticos deja
tales cicatrices en su ánimo sensible que no es raro que un Barrymore o una
Bernhardt en potencia se retiren cuando estaban ya al borde de la fama. La
memorización no suele ser problema; la memoria del pez es legendaria, aunque
si es desfavorable la influencia de
Para todos los Piscis, desde el pescador del
embarcadero hasta la enfermera del hospital de niños, la vida es un enorme
escenario. Para el ojo reflexivo del Pez, toda la escena es evasiva y
huidiza; como lo saben, los neptunianos aceptan la mayor parte de las
tormentas con tranquilo equilibrio. El abatimiento, sin embargo, amenaza
siempre con invadirles e inundarles de sueños extraños u horripilantes
pesadillas que más de una vez son premonitorias. Cuando Piscis tiene la
sensación de que va a suceder algo, generalmente sucede. Si uno de ellos te
dice que no viajes en ese avión o en ese coche, mas vale que te hagas a la
idea de ir nadando o caminando.
Cuando hablan de un alma vieja, los astrólogos se
refieren a una que ha pasado por muchas vidas y ha retenido la sabiduría de
cada una de ellas. Muchas veces se refieren a algún Piscis, porque una vida
en este signo puede tanto la más difícil de las obligaciones que pueda
elegir un alma como una ocasión de alcanzar la realización perfecta. En
tanto que Aries representa el nacimiento en el zodiaco, Piscis representa la
muerte y la eternidad. El Pez es el duodécimo signo, compuesto de todo lo
que ha sucedido antes, y su naturaleza es una mezcla de todos los otros
signos, es decir, algo bastante difícil de hacerle frente. Su sorprendente
capacidad de organización y de concentrarse en los detalles, que
ocasionalmente aflora, lo mismo que su gentileza, refleja el íntimo
conocimiento de las lecciones de Virgo. Su juicio es tan equilibrado y
desinteresado como el de Libra, al igual que su amor por el placer. Piscis
tiene el chiflado sentido del humor de Cáncer, y también su simpatía y
esporádicos malhumores. A veces está lleno de franqueza directa y de la
generosidad de Sagitario, puede ser tan amante de la diversión y
extrovertido como Leo, sin mengua de la consagración al deber de
Capricornio, de quien también tiene la envidia de las distinciones sociales.
Es posible que no les falte un toque de melancolía saturnina, y tal vez algo
más que un toque. El Pez puede ser tan caprichoso como los hijos de
Piscis lleva en su interior la afición discutidora de
todos los signos de aire, amor de la naturaleza de los signos de tierra y
las llameantes aspiraciones de todos los signos de fuego. Pero no es signo
cardinal ni fijo. El Pez es mutable siempre y, en este aspecto, puro y no
diluido. La única y peculiar cualidad que tiene origen en el interior de su
propio signo es su extraño poder de salirse de sí mismo y ver el ayer, el
hoy y el mañana como una unidad. Debe a otros signos su amor a la música y
al arte, lo mismo que el extraordinario desarrollo de sus sentidos y su
versatilidad, pero su profunda sabiduría y su compasión le pertenecen
solamente a él, que los va entresacando del conocimiento combinado de todas
las experiencias humanas. Ahora que entiendes todo esto, ¿sigues
maravillándote de que tus amigos Piscis sean a veces un poquito enigmáticos,
por no hablar de las ocasiones en que son simplemente más locos que una
cabra?
Son gente que tiende a pensar que puede vivir
eternamente, y es frecuente que actúen como si lo creyeran con fervor. El
Pez no se caracteriza por lo bien que se cuida. Lo mas fácil es que gaste la
mayor parte de su energía sobrante (que no tiene en exceso) ayudando a los
familiares que tienen problemas o asumiendo las cargas de sus amigos. Es
posible que tenga dificultades emocionales o económicas, y cualquiera de
ellas puede tener graves efectos sobre la salud de Piscis, que en general no
es muy buena, para empezar. El Pez debe ahorrar sus energías y no dejarse
sucumbir a los estimulantes o sedantes, a la fatiga o a la presión de
emergencias ajenas. De bebés son muy débiles y apenas si un poco mas
robustos cuando niños (salvo que tengan alguna fuerte influencia marciana en
su carta natal); aparentemente tienen el metabolismo lento, y a eso se debe
que con frecuencia se despierten todavía soñolientos e indiferentes. Los
malos hábitos alimenticios pueden provocarles problemas con el hígado y los
intestinos, y perturbaciones digestivas. También son comunes los accidentes
–o alguna anormalidad– en los pies, manos y caderas, e igualmente los
resfriados, la gripe y la neumonía. Los pulmones no son fuertes, y los
nacidos en marzo pueden tener débiles los tobillos y los dedos de los pies.
Son gente que sufre de pies planos y de lesiones en el metatarso, o bien que
tiene unos pies estupendamente flexibles y fuertes, sin que haya termino
medio. Sin embargo, tienen gran resistencia interior, y uno de los desafíos
de Neptuno es el descubrimiento y el aprovechamiento de esta fuerza latente.
La gente de Piscis puede conseguir o superar, auto hipnotizándose, todo lo
que se proponga, incluso su miedo a los gatos, los ratones, las alturas, el
metro, los ascensores y la gente.
El humor es una de sus armas secretas. Los Piscis
esconden bajo una sonrisa crispada las lágrimas que no vierten. Son maestros
de la sátira y pueden hacerte retorcer bajo una observación brillante que te
lanzan de manera tan despreocupada que es imposible entender su sentido
exacto o su intención. Sí, puede hacerte sentir decididamente incómodo. El
Pez puede desparramar a su alrededor observaciones sarcásticas como si
fueran luces que parpadean con tal rapidez que uno no puede seguirlas. Para
las bromas es excelente, muy capaz de mover en todo el mundo los hilos de la
risa mientras él sigue con su cara doliente v seria. Está capacitado y sabrá
desenvolverse con igual gracia en la comedia de bofetadas y en la broma más
sutil y compleja. A veces, su humor es cálido e inofensivo, otras es frío y
despiadado, pero encubre siempre alguna otra emoción que el Pez quiere
ocultar; rara vez es espontáneo. Las carcajadas del pez son una máscara,
tras la cual se esconde perfectamente.
Alberga un gran sentimiento de piedad y un gran deseo
de ayudar a los débiles y enfermos. Es posible que Piscis comparta con Virgo
la compasión por los enfermos, pero él da un paso mas y procura entender el
corazón de los desdichados y de los solitarios, de los fracasados e
inadaptados, por desagradables que sean o por mas que los rechace la
sociedad. El Pez consolará dulcemente a quienes Virgo considera débiles por
propia elección, y consiguientemente indignos de ayuda. Si necesitas dinero,
un préstamo importante o un pequeño estimulo que nadie quiere darte, ve en
busca de Piscis, que no te encontrarás con sermones ni con miradas de
superioridad. Él no juzga a nadie, sea ladrón o asesino, drogadicto,
pervertido, pecador, santo, hipócrita o mentiroso. Si es un neptuniano
típico, la avaricia, la lujuria, la pereza y la envidia no despertarán su
crítica colérica. Su comprensión fluye de el, junto con cualquier ayuda
practica que pueda ofrecer. Percibe todos los vicios y todas las virtudes, y
conoce todas las añagazas. Por eso son muchos los Peces que visten el hábito
de sacerdote o del monje y pasan la vida en la contemplación y en la
plegaria.
Su primer instinto es ayudar. Hay Piscis que son
ásperos y bruscos, pero eso no es más que una frágil máscara que se ponen
para protegerse. El Pez se da cuenta muy pronto de cuan vulnerable es. El
mundo aun no está afinado para la longitud de onda, tan sensible, de Piscis,
de manera que a veces (no solo para evitar el ridículo, sino también para
evitar que cada vez le saquen el último centavo) finge indiferencia. Las
imposiciones de los que quieren pasar por encima de el obligan al Pez a
ocultar su verdadero espíritu. Como la profundidad de las aguas de Neptuno
le lleva a absorber todos los dolores y todas las alegrías como si fueran
propios, no hay por que asombrarse de que muchos de este signo traten de no
prestar atención a las historias tristes. Pero recuerda que eso es ficción:
si te rechaza una vez, intenta de nuevo y verás como el verdadero Pez sube a
la superficie.
La gloriosa imaginación de Piscis, la maravilla de su
humor travieso y el sentido neptuniano de la belleza pueden crear la mas
delicada –y también la mas eternamente perdurable– obra de prosa o poesía.
En realidad, sin sus esfuerzos artísticos y la belleza de sus sentimientos
el mundo poco podría hacer; dejaría de girar. Encontrarás con frecuencia
Peces que han enterrado sus propios sueños para iluminar oscuros rincones de
la vida de parientes y amigos, o para hacer don de lágrimas y risas al
público, desde un escenario, al precio de los propios anhelos y necesidades.
Pero Neptuno es un planeta engañoso, capaz de dar nacimiento a naturalezas
que se retuercen y giran en dos direcciones a la vez, deformando la verdad;
esta es la influencia que a menudo hace que Piscis oculte sus verdaderas
emociones.
Esa cualidad tespiana se hace evidente para quien
alguna vez haya intentado acorralar al Pez, relampagueante y fugitivo. A
Piscis le enferma responder con un si o con un no a la pregunta directa; es
siempre <<tal vez>>. Una simple curiosidad referida a la obra de teatro que
acaba de ver o al libro que ha leído puede obtener una respuesta evasiva,
sin ninguna razón en particular. Piscis puede conectar las lágrimas, y un
segundo después el sol, dando vuelta a una llave invisible, pero ninguna de
las dos cosas es realmente auténtica. Con Piscis todo es ilusión, y a ellos
mismos se les hace difícil establecer la diferencia. Su naturaleza íntima es
tan insondable como los grandes océanos de Neptuno. Altruista, el Pez rebosa
de un amor tierno e inagotable por todos los seres vivientes, un amor digno
de los santos cuando no se vuelve hacia adentro en forma de autocompasión y
de amor de sí mismo. Esas amas de casa gregarias, que dan cabida en su
corazón a los problemas de todos los vecinos, ese camarero que semana tras
semana escucha pacientemente centenares de historias de infortunio, son
típicamente de este signo.
Suspendido en algún punto entre las silenciosas aguas
del mar por debajo y el vasto cielo tachonado de estrellas por encima,
tocando apenas alguna vez la tierra por necesidad, Piscis vive su vida en
una solitaria comprensión de la verdad, difícil de expresar en palabras. Los
que quieran ser sus amigos, los que le amen, deben valerse de su imaginación
para captar los extraños planos en que se mueven la mente y las emociones
del Pez. Los otros dos signos de agua –Cáncer y Escorpio– están simbolizados
por criaturas semiacuaticas, semiterrestres, anfibias y flexibles, pero el
pez no puede respirar en el aire. Debe vivir en aguas verdes y frescas, a
veces fangosas, siempre en movimiento.
A Piscis no le representa el hierro ni el mercurio, el
oro ni el plomo, sino las vibraciones de los indefinibles metales
artificiales: de nuevo, un eco de lo irreal y lo ilusorio. Él se ve
reflejado en tres dimensiones en el violeta de la amatista y en la
transparencia de la esmeralda, y sus flores natales son las ninfeas y el
loto, cuyos pétalos son rosados y blancos, delicados, pero con el tronco y
las hojas de fibras resistentes, recias e indestructibles, a menos que sean
arrancadas de raíz. No son muchos los que pueden seguir a Piscis y
sumergirse en su acuática naturaleza marina, no importa si nada corriente
abajo hacia el olvido, apenas una forma más en el cardumen vasto y movedizo,
o si lucha contra la corriente para vencer la turbulencia de los rápidos y
encontrar la serenidad en aguas tranquilas y puras. Es mas fuerte de lo que
cree y mas prudente de lo que sabe, pero Neptuno oculta ese secreto mientras
él no lo descubre por sí mismo.
Grover
G.
Miguel ángel
Liza Minnelli
Vaslav Nijinsky
August
Rimsky–Korsakov
Earl Warren
George Washington
No somos, cariño, más que
niños mayores,
irritados porque la hora
de acostarnos se acerca.
William Shakespeare,
aunque era Tauro, dejó este mensaje que viene como anillo al dedo a cualquiera
que este pensando en un episodio con un hombre Piscis:
En las cosas humanas hay
una marea,
que si se la toma a tiempo
conduce a la fortuna;
para quien la deja pasar,
el viaje de la vida
se pierde en bajíos y
desdichas.
Si estás a punto de perder el equilibrio por un neptuniano,
deberías colocar esos versos en el espejo de tu polvera, donde puedas verlos
cada vez que te empolvas la nariz. Es posible que de ellos dependa el éxito o
fracaso de tu futuro, por no hablar de tu corazón.
Trata de desenmarañar tu rosado estado anímico para
asegurarte de que ese muchacho Piscis con quien estás a punto de salir a nadar a
la luz de
Un Piscis puede ser todo lo que tú quieres encontrar en un
hombre... o todo lo que no quieres encontrar en él. Si hablamos de negocios, la
marea es sinónimo de oportunidad; necesita una decisión firme, acción
determinada y capacidad para ahogar los viejos sueños empapados que obstruyen el
éxito. El problema es que hay hombres Piscis que no reconocerán la marea alta,
por más que esté lamiéndoles los pies.
El hombre Piscis no es débil; simplemente, puede demorarse
demasiado en una tenue estrellita de plata y perderse el resplandor solar del
éxito. No todos ellos son inactivos soñadores, pero mas de los que puedes
dispersar arrojando una piedra, si. Sin embargo, hay esperanza; donde hay vida,
siempre hay esperanza. Aunque el mundo necesite desesperadamente de su
imaginación encantadora, llega un momento en que Piscis tiene que pararse a
pensar sobre la forma de ganarse los garbanzos. Una vez que lo hace, le sale
bien, porque la intuición neptuniana, unida a su mente despierta, puede
orientarle hacia objetivos sensatos que le reporten la fama y el reconocimiento,
e incluso la riqueza y la inmortalidad. Y si no es para tanto (ya que no siempre
se da en el blanco), por lo menos la respetabilidad y una cómoda seguridad.
Esperamos que sea ese el tipo de Pez con el que tú navegas. En esas
circunstancias, prácticamente ningún otro signo solar es capaz de frenar su
potencial.
Sin embargo, si para los veinticinco años más o menos no ha
reconocido la marea en sus negocios, francamente... no pongas muchas esperanzas
en su futuro. ¿Te parece injusto? Bueno, digamos entonces a los treinta y cinco,
pero ya estás corriendo un riesgo. Cuando he dicho que no pongas muchas
esperanzas en su futuro, quería decir contigo, como esposa... con la rutina
familiar. Su futuro personal puede ser más o menos satisfactorio. Son muchos los
hombres de Piscis que no pueden enterrar sus viejos sueños para descubrir ideas
nuevas que les lleven al éxito, pero viven muy satisfechos, ya que lo único que
necesitan es ese sueño, por oxidados que tenga los bordes. Agrégale una jarra de
vino, una buena hogaza de pan de centeno, y se sentirá tan feliz como la mayoría
de nosotros los inadaptados. ¡Ah! Te has dado cuenta de que falta enumerar algo.
Es una hogaza de pan de centeno, una jarra de vino y tú... ¿no? Me alegro de que
recuerdes los Rubaiyat. Pero, como ves, si me he olvidado de <<Tú>> ha sido a
propósito. Ese artista soñador y sensible que es el Pez puede arreglárselas muy
bien con pan y vino... y hasta engordar. Pero con esa dieta no podrá mantener a
una mujer, de uno a cinco paquetitos de alegría, y, quien sabe si algunos peces
de colores (teniendo en cuenta su signo solar). Vosotros necesitaréis cosas como
medias y cosméticos y zapatos y espinacas y dinero para el alquiler y para el
apio y la leche y las bombillas de la luz y... bueno, bien sabes tú a que me
refiero.
Con ese tipo de Pez no hay más que una forma de salir
adelante: que tú tengas herencia. Aunque también hay otra: tener dos trabajos,
uno para ti y otro para él, y que tú trabajes en los dos como el demonio mismo.
No, si yo no digo que no vayas a ser feliz en las horas
románticas. Romanticismo es, precisamente, lo que jamás le faltará a ningún
Piscis que haya nacido en este mundo. Es casi el aire que respira. Lo que pasa
es que no sirve para sustituir las espinacas ni los zapatitos del bebé, ni tu
salud mental. En su sabiduría, los planetas se ocupan de semejantes
complicaciones de la vida dando la mar de oportunidades a este tipo de Pez
soñador y mundano, hasta convertirlo en su protegido. Si encuentra quien le
patrocine, hombre o mujer (el último caso es mas posible, pero puede ser
cualquiera de los dos), puede llegar a convertirse en un gran compositor, un
gran pintor, un gran escritor... o por lo menos un gran tipo. Pero, ¿como
encontrar quien le patrocine, y menos si es una mujer, teniéndote a ti y a todos
los paquetitos de alegría y a los peces de colores y todo lo demás que obstruye
la artística simplicidad de su existencia?
Tendrás que admitir que así la cosa no funciona. Mejor que
vayas diciéndole adiós desde ahora. Llorarás un poco, y es posible que te duela,
y profundamente, incluso. Pero será menos doloroso que estar casada con un sueño
andante y parlante, y tener que hacer frente al propietario de la casa sin tener
en el bolsillo otra cosa que buenos deseos. Eso si que duele.
Ahora que no nos hemos andado con paños tibios para hablar
del Piscis del pan y del vino, podemos ocuparnos del otro, del que ha sabido
tomar a tiempo la marea. Es evidente que tiene un atractivo fantástico para
cualquier chica; siempre hay la posibilidad de que te resulte un Einstein o un
George Washington, que será una maravilla. No podrías pedir mucho mas, aunque me
imagino que Einstein debía pasarse los fines de semana un tanto sumergido en sus
ecuaciones, y tal vez a George le quedaran pendientes algunos problemas de su
despacho, cuando volvía a casa por las noches. Pero no hay que pretender tampoco
la perfección. Hasta un Capricornio, tan práctico, o un Aries con su impulso
agresivo pueden tener sus pequeños fallos. La cuestión es que un Pez que se
esfuerza por remontar la corriente tendrá múltiples oportunidades de poner a sus
pies esos dones gemelos de la fortuna y la fama. Y en otros sentidos también, es
todo un hombre.
Un hombre Piscis no tiene prejuicios; jamás juzgará a un
indio sin haber caminado unos cuantos kilómetros con sus mocasines, ni a un
nudista sin haber probado a andar descalzo. E incluso entonces será comprensivo
y no exagerará la nota crítica. Piscis escasea en acusaciones frías y abunda en
cálida tolerancia. Se esforzará incluso por entender a su suegra, y ¿cuántos son
los hombres que lo hacen? El varón de Neptuno posee una rara simpatía de
espíritu. Sus amigos confían en él y no se preocupan nunca de que algo pueda
escandalizarle; hace falta una bomba de demolición para escandalizar al Pez. Si
tú y tu enamorado Piscis estuvierais conmigo en una habitación, y entrara un
hombre diciendo que estaba un poco preocupado porque era polígamo y tenia cuatro
esposas en cuatro países diferentes, tal vez tú le mirarás con indignación,
pensando que merecía ir a la cárcel; yo podría fulminarle con desdén y tratarle
de canalla, pero tu amigo Piscis le preguntaría probablemente en que países, y
querría saber si estaba enamorado de alguna de ellas. El Pez es curioso, pero
totalmente a prueba de escándalos. En su opinión el muchacho necesita primero
que le entiendan y se compadezcan de él, y después un abogado competente.
Alguna vez, accidentalmente, puede traicionar un secreto,
pero nunca a propósito. En ocasiones, Piscis habla antes de darse cuenta del
daño que puede causar con sus palabras; se le hace difícil entender que lo que
dice puede tal vez ser interpretado bajo una luz desfavorable por personas mas
severas y de actitud menos tolerante. (Por ejemplo, tendría que pensarlo un poco
para entender que a la gente como su hermana o tu madre no le preocupen las
dificultades domésticas del pobre polígamo.) Sin embargo, si una vez se le pide
específicamente que se guarde algo bajo la aleta, el Pez se callará la boca y
será de fiar, de modo que puedes confiarle tus secretos más siniestros.
Alguna vez te encontrarás con una victima de la influencia
desfavorable de Mercurio, que hable muy rápido, con fluidez y frecuentemente.
Pero el neptuniano típico es lento en el hablar, sosegado en el pensar, y trata
de no meterse en lo que no le importa, aunque esté continuamente abrumado por
los problemas de amigos, parientes y vecinos, que fluyen hacia él atraídos por
su don de escuchar. También tu sentirás la tentación de confiarle tus pequeñas
preocupaciones: que se te ha roto el secador del pelo, tu padre está con
sinusitis y el saldo del banco no te da exacto, pero trata de evitarlo. Si hay
algo que un marido o un novio Piscis no necesita, es que lo carguen de más
tribulaciones. Ya ha recibido bastantes a lo largo de todo el día. A montones.
Cuando está contigo, necesita un alivio. El varón no tiene la intención de
abusar del Pez; simplemente, no se dan cuenta de que la naturaleza de Neptuno es
tan receptiva que se empapa de todas las vibraciones que hay a su alrededor,
buenas o malas, alegres o terribles, oscuras o luminosas. Esa vida de esponja
espiritual puede ser psíquicamente agotadora, cualquier místico te lo dirá.
(Muchos de ellos son Piscis.) Su sensibilidad significa que percibe vívidamente
las emociones de quienes buscan su oído y llegan a su corazón. El varón Piscis
suele necesitar largos periodos de descanso. El alma de Neptuno debe estar sola
a veces, para que pueda dejarse atravesar por brisas refrescantes que curen las
heridas de todos esos problemas vividos a través de otros y la devuelvan a su
individualidad serena e impoluta. Por ello, nunca incomodes a un hombre Piscis
en sus momentos de silencio, que los necesita como el pan. Si tiene ganas de
estar solo o de salir a caminar solo, déjale que vaya. Demasiada soledad de dos
puede arruinar la belleza del amor de Piscis, que necesita espacio para crecer
sin enmarañarse.
Recuerda que el Pez es sensible y que es fácil herirle. Su
timidez se debe a que percibe dolorosamente sus propias limitaciones, sean
cuales fueren, y las siente agudamente. Necesita saber que sus virtudes son
reconocidas por alguien a quien él admira. Jamás debes de alentarle y
estimularle. Es probable que haga incursiones por el yoga y el zen, o que
experimente con las ciencias ocultas, y también que se interese por la
astrología y la numerología, e incluso por la reencarnación. Como el Escorpio,
en él es innata la comprensión de los principios esotéricos, y por lo general
esas cosas le hacen bien: le ayudan a mantener la estabilidad de sus emociones y
ofrecen un objetivo a su vívida imaginación. Los hombres Piscis se alteran de
vez en cuando, pero es raro que su cólera sea violenta o duradera. Cuando ha
pasado, las aguas vuelven a su placidez y la vida es tan pacífica como antes.
Hay algunos neptunianos que vociferan un poco por la casa, pero son inofensivos.
Para el Pez es casi imposible bramar, lo que se dice bramar, como Tauro, por
ejemplo. ¿Ves la suerte que tienes?
Aunque a él mismo le resulta difícil sondearse, Piscis no
tiene problema para ver con toda claridad las sutilezas ajenas. Engañarle es
difícil; con una mirada llega hasta el otro lado. Pero cuando se le ocurra,
puede engañarte a ti, con alguna argucia que tiene y que le permite mantener sus
asuntos personales al abrigo de escrutinios demasiado curiosos.
Conozco a un hombre de este signo en quien este rasgo llega
hasta el punto de que ha podido engañar al gobierno, que no es nada fácil.
Durante toda su vida se las arregló para eludir los impuestos. La dirección
Impositiva sabe de él tanto como de un nativo de Pago Pago. Consigue librarse
porque es escritor. Su teléfono figura con un nombre ficticio, y jamás ha pedido
tarjeta de seguridad social ni se ha sacado el permiso de conducir. Le horroriza
la idea de un imaginario Hermano Mayor que le convierta en un número y se entere
de todos sus secretos.
Es posible que tu Pez no sea tan neurótico al respecto,
pero veces habrá en que te diga que había ido a la tintorería aunque en realidad
había salido a comprar cigarrillos. ¿Por qué? No lo se, realmente. Ni él
tampoco. Es una suerte de engaño leve del cual Piscis, lo mismo que Géminis,
disfruta aparentemente. Mientras esté usando tirantes verdes y la gente piense
que los lleva amarillos –o que no los lleva– el Pez se siente seguro, de alguna
manera. Ya que así se siente feliz, déjale que tenga sus pequeños misterios.
¿Por qué hacer un escándalo por eso? Aunque sepas que no ha estado en la
tintorería porque tú misma le has visto entrar en el estanco ya listos los
pantalones. Cuando te conteste que el hombre le dijo que no estarían hasta el
lunes, coméntale que ese tintorero es un pelma y deja las cosas ahí. Podría
tener costumbres mucho peores que una pequeña ficción de vez en cuando, para
mantener lubricada la imaginación, de modo que le funcione siempre bien.
No tendrá grandes arrebatos de celos o, si los tiene, como
es por naturaleza un actor excelente (si se le permite que practique) pretenderá
haberlos superado. Pero, con toda su cualidad tierna y poética, es un hombre, de
manera que, una vez dicho y hecho todo, esperará que le seas técnicamente leal.
Sin embargo, es posible que tú tengas que dominar tus celos, porque el Pez
tendrá afectuosos amigos de ambos sexos y acudirá a su llamada, a veces a horas
insólitas. Es sociable por naturaleza, no puede evitarlo, y es un rasgo
peligroso si tú eres del tipo violentamente posesivo. Una chica Aries o Leo
haría bien en perseguir algún otro rayo de luna. Piscis admira la belleza y de
vez en cuando puede quedarse mirando un par de lindas piernas. Pero con un poco
de esfuerzo extra, tú puedes mantener eso dentro de los límites, y tu recompensa
será un encanto de marido, a la vez romántico como amante y un perfecto
compañero para hablar de cualquier cosa que se te ocurra.
Cuando las rachas de soledad y depresión cubran de nubes el
cielo, arroja tu delantal en el rincón, detrás del acuario, ponte un vestido
amarillo y una sonrisa dorada, compra algunas entradas para un espectáculo
divertido, y arráncale mañosamente de sus garras. Los Piscis son especialmente
vulnerables a la sugestión. Puede ser que des unos cuantos tropezones cuando
intentes enseñarle a ser económico y cuidadoso con el dinero. La gente de
Neptuno, francamente, no se distingue por su buena administración del dinero (a
menos que tenga ascendente Capricornio o fuertes influencias planetarias en
Tauro, Acuario o Cáncer, por ejemplo). Aprenderá, pero no compliques la
situación mostrándote tu dispendiosa, si puedes evitarlo. Con un solo derrochón
por familia ya se avanza bastante... en la dirección del asilo de pobres. Él
necesita un buen ejemplo, y es sorprendente los buenos resultados que eso da con
el carácter de Piscis, de una manera parecida a ese juego que los chicos llaman
<<seguir al líder>>. Claro, siempre que el líder sea alguien próximo a él y a
quien el Pez respete. La naturaleza de Piscis es enormemente receptiva a las
vibraciones que lo rodean, especialmente cuando la emoción las intensifica.
Los niños encontrarán en él un compañero divertidísimo. Lo
más probable es que los lleve a pasear en bote, a nadar y a bucear. Representará
con vívida gracia, en colores, a los personajes más pintorescos de las canciones
infantiles. Los iniciará en teorías un tanto extrañas, les cantará algunas
canciones un poco picantes o les enseñará a hacer la vertical, en el estilo
yoga. Ellos le adorarán, y es posible que gracias a su excepcional capacidad
para sostener un pajarillo en la mano, sin aplastarlo ni asustarlo, resulten
equilibrados y bien adaptados de adultos. Tú ocúpate de las palmadas, que él
escuchará sus problemitas; ocúpate de que tengan la ropa y las narices limpias,
que él les tendrá mentalmente activos, y así todo funcionará perfectamente.
No desdeñes jamás los sueños de este hombre, porque no lo
perdonará ni olvidará. Dale ocasión de que los convierta en realidades,
ayudándole a encontrar una estrella clara y firme hacia donde dirigirse, que
brille en vez de disiparse en un eclipse de sentido común. Enamorado, Piscis
necesita apoyo emocional, es decir, que le brinden renovada tranquilidad y
confianza, pero también que tú no busques apoyo en él por males y agravios
imaginarios. Sus fervorosas esperanzas necesitan del riego de un afecto
comprensivo, de modo que ofrécele el fértil suelo de una vida hogareña feliz.
Aparta de las raíces esos mortíferos insectos que se llaman sermoneo y
escepticismo, y un día esas esperanzas descabelladas y locas que él tiene
dejarán de ser hierbas inútiles para convertirse en árboles robustos que os
harán ricos, y tan altos como para poder alcanzar también tus sueños. En el
corazón de Piscis la esperanza fluye eternamente. No la frustres, que si la
cultivas con ternura puede inundarte de suerte a manos llenas.
Tal vez hayas leído o te hayan dicho que Piscis es el signo
de los que se <<deshacen>> y eso puede haberte puesto nerviosa y en actitud
negativa, pero no te dejes asustar. Es verdad que siempre hay en ellos una
cierta tendencia en este sentido, pero tú limítate a <<volver a hacerlo>>, como
harías con un paquete que se ha desatado. Si aseguras bien los nudos, no
sucederá con frecuencia. Sírvele un sueño para el desayuno, una buena broma para
el almuerzo y Chopin para la cena, y Browning para el café. Con eso serás dueña
de la situación. No tengas miedo de zambullirte, que el agua está deliciosa.
–Bueno... ¿y tú que eres?
–preguntó la Paloma–.
Veo que estás tratando de
inventar algo.
–Yo... soy una niñita
–respondió Alicia,
no muy convencida.
Se encontró finalmente en
un jardín hermoso
en medio de los canteros y
de las frescas fuentes.
La cola hacia la derecha, y por favor, no amontonarse. Es
posible que no haya bastantes mujeres Piscis para que cada hombre tenga la suya,
pero eso no es razón para indisciplinarse. Tendréis que respetar los turnos y
esperar la mejor suerte.
Incluso sin astrología se han difundido los rumores
referentes a los encantos de la mujer Piscis. Claro que también tiene sus puntos
negativos, pero a la primera mirada es el sueño de todos los varones desde la
escuela primaria, con un sabio toque de conejita de Playboy para mejor
condimento. Mas vale que admitamos que la mujer moderna y emancipada, con su
imagen de hierro forjado, ha hecho subir mas aún las acciones de las muchachas
Piscis. Enturbiado el aire en la senda de los enamorados por toda esa libertad
que predica la mística femenina, las recatadas, bonitas y desvalidas criaturas
de Neptuno tienen que ahuyentar a los hombres a palos.
No es sorprendente que Piscis sea un trofeo. La mujer
neptuniana, casada o soltera, rara vez trata de hacerle sombra al hombre que
está a su lado. No tiene el mas remoto deseo, neurótico u oculto, de dominarle
de ninguna manera. Con alegría en el corazón, deja que él le aparte la silla, le
ponga el abrigo, llame el taxi, le encienda el cigarrillo y le repita hasta
cansarse lo encantadora que es. Lo único que quiere es que él la proteja y se
ocupe de ella; se siente contenta y feliz de apoyarse en el ancho hombro viril y
de decirle, mirándole con ojos maravillados, lo fuerte que es él y lo mucho que
ella necesita de su protección en este mundo hiriente. Piensa en todos los lobos
que andan por ahí, en espera de devorarse a las Caperucitas Rojas; es bastante
para que una chica tenga que sacar el frasco de sales. Y aunque no sea
victoriana hasta ese punto (aunque muchas del signo del Pez lo son), sabrá
escuchar con encanto el relato de los problemas masculinos y en momentos de
crisis será lo que se llama una buena compañera.
Una mujer de este signo piensa que su marido, amante,
novio, padre, hermano (y en realidad, cualquier hombre) puede darle una paliza
al mundo entero con una mano atada detrás de la espalda y –siendo los hombres
como son– es muy poca la cantidad de esa fe conmovedora que se necesita para
convencerles a ellos de eso mismo. ¿Y te preguntas por qué es tan popular? La
muchacha Piscis es una serena y acogedora rada de tranquilidad para su orgulloso
macho, lejos del ruido del tráfico y del repiqueteo de las máquinas de la
oficina. En su estanque de peces, las luces son suaves, amortiguadas, calmantes
para los ojos cansados, agredidos por las luces de neón y por todas esas tontas
cifras de la bolsa que ella no podría entender aunque en ello le fuera la vida.
(Aunque si realmente le fuera en ello la vida, ya estaría sacándole punta al
lápiz.)
En invierno usa esponjosos guantes de angora. En primavera,
faldas pulcras y vaporosas. Los veranos la encontrarán enfundada en un minúsculo
bikini. En otoño su aspecto será adorable, sentada a tu lado, viendo el partido
de fútbol, con las manos en tus bolsillos porque si no, se le enfrían, y
preguntándote a ti como va el partido. En todas las estaciones, eternamente
femenina. A riesgo de quedarme corta, diría que los hombres acuden a ella como
los abejorros a un bote de miel.
Tras una breve conversación con ella, un hombre se relaja
instantáneamente. Se imagina un cálido fuego restallante en una noche de
invierno, o se ve tendido en una hamaca, un fragante día de primavera, sin que
nadie le incomode. Ella no deja de aclarar que jamás le culparía por ningún
problema que tuviera en su carrera ni por accidentales errores. Esas cosas son
siempre culpa de algún otro, no de su amado. Ella jamás le presionará para que
se apresure; para ella, el ritmo que él lleva es perfecto. ¿Necesito explicar
por que los Peces hembras son las mujeres mas peligrosas de todos los signos
solares? ¡Señal de alarma! Advertencia: después de casada, es posible que te dé
algunos codazos. Para ser mas exactos, que te dé un montón de codazos. En cierto
modo, te lo mereces por haberte dejado cegar de esa manera por sus encantos.
Habrá muchísimas veces en que se muestre incluso amargamente sarcástica, pero no
hay mujer que no tenga sus defectos, y Piscis será amable con mucha mas
frecuencia que pendenciera. Para convertirse en una fierecilla, tiene que verse
impulsada por la extrema crueldad o haraganería de su compañero, y ¿quién ira a
decir que un marido cruel o haragán no se lo merece? No seré yo; yo estoy con
ella.
Además, su deliciosa feminidad oculta todos los fallos
secundarios, y la mayor parte de las veces la chica típica de Neptuno es dulce,
soñadora y femenina. Como el Pez nada al mismo tiempo en ambas direcciones, ella
se adapta con toda facilidad a situaciones conflictivas que destrozarían los
nervios de otras mujeres. Claro que, de vez en cuando, en la superficie
habitualmente placida de su corriente de pensamiento pueden asomar como burbujas
algunas palabras ásperas y un parloteo irritable. En ocasiones, una de estas
sensibles criaturas que haya sufrido de pequeña un tratamiento severo en exceso,
puede, en su amargura, separar los dos peces simbólicos de su signo, y esto
quizá resulte muy triste. Se convierte entonces en un Pez solitario y
desdichado, que nada siempre furiosamente y que siempre que se hunde en el
intento de escapar vuelve a encontrarse consigo misma... sin comprender jamás
que lo que la envenena es volver hacia adentro, hacia sí misma, su inagotable
reserva de amor y de simpatía. Las drogas, la bebida y las falsas ilusiones
ocultan a sus ojos la verdad y le impiden ver las rocas que hay en el río y que
pueden destruirla. Pero la mayoría de las muchachas neptunianas conservan ambos
peces simbólicos firmemente unidos en una acción fluida, que se desliza
suavemente primero hacia atrás y después un poco hacia delante, de manera que
nunca estarás del todo seguro del punto exacto hacia el que ella se encamina. De
Piscis se dice que es un mar, profundo y misterioso, donde van a desembocar
todos los ríos. Si conoces algunos de sus evasivos secretos, tendrás más
oportunidades de pescarla. ¿Qué es lo que la hace nadar?
Ante todo, es sutil. Pregúntaselo a Nicky Hilton, Michael
Wilding, Eddie Fisher y Richard Burton; todos ellos se casaron con una mujer
Piscis. Con la misma, en realidad. Que no solo es sutil, sino a veces un poquito
engañosa, cuando practica su arte de enredar hombres en sus zarcillos de
esmeralda.
Claro que quizá tú conozcas una señora neptuniana que luce
un delantal a cuadros y una sonrisa tímida, y es la síntesis suprema de la
esposa consagrada, perfecta ama de casa y madre tierna. Estarás pensando que no
es ni sutil ni engañosa. Perdona que te lo diga sin rodeos, pero te equivocas. A
esa mujer Piscis que te parece diferente, yo también la conozco, o conozco una
exactamente como ella. Es una viuda que vive en el Bronx, y se llama Paulina.
También luce un delantal a cuadros y una sonrisa tímida: la caracterización
completa. ¿Cómo es posible que una imagen tan eglógica pueda resultar engañosa?
Te lo diré. Ante todo, para enredar a los hombres usa las cintas del delantal
(porque no tiene zarcillos de esmeralda; el año que viene, tal vez). Es una
mujer pequeña que ha conseguido hacer frente a la pérdida de un hijo amado, a la
angustia, el aburrimiento, la tragedia, el miedo, la pobreza e incluso a la
confusión de momentos súbitos y fugaces de riqueza. Se las ha visto con las
rodillas magulladas de sus hijos, sus notas, las galochas perdidas; con un
marido desaliñado que los domingos insistía en invadir su pulcra cocina, y con
la mayor aglomeración de parientes políticos –que hablaban ocho idiomas al mismo
tiempo– que se haya visto fuera de las Naciones Unidas. Ha afrontado toda esa
mezcolanza que le impuso el destino como lo hubiera hecho Rocky Graziano. ¿A eso
le llamas suavidad? ¿Y delicadeza? Hasta el día de hoy, sus dos hijos varones la
consideran una criatura encantadora, un poco infantil, desvalida, atolondrada,
que necesita protección y que no es capaz de entender del todo como funciona la
cerradura que hay en la puerta de la calle.
Es deliciosamente imprecisa y soñadora. No entiende nada de
economía política, pero se las arregla para vestirse como si saliera de Sophie o
de Saks, prepara frecuentemente comidas de siete platos para nietos múltiples y
diversos, paga el alquiler a tiempo y, para las fiestas y los cumpleaños, hace
unos regalos increíbles, todo con unos ingresos mensuales no mucho mayores que
una de las propinas que deja Jack Benny. Se ha ganado el amor y el afecto de sus
dos nueras, y también de un heterogéneo grupo de amigos, que abarca a la
bibliotecaria, el portero, el dueño del bar de la esquina, el frutero, media
docena de gatos y de chiquillos sin dueño, el carnicero, el vendedor de
periódicos y –créame o no– el propietario de la casa. Creo que tiene un solo
enemigo: el hombre a quien rechazó antes de casarse con su marido, que
probablemente debido a su decepción, se refugió en
Como los vientos de marzo, tu muchacha Piscis puede pasar
por muchos estados de ánimo. Es tremendamente sentimental, y si sus sentimientos
están heridos, llorará a torrentes. Te mirará con tal aire de reproche que te
sentirás como si acabaras de disparar sobre un conejito. A veces, las mujeres
Piscis piensan que están totalmente desprovistas para las difíciles batallas que
impone la supervivencia; entonces se deprimen. Hay que decirle entonces que
todos los que alguna vez han tenido la suerte de conocerla la admiran por su
profunda sabiduría y su comprensión sin límites; normalmente, es la verdad del
evangelio. La lección mas difícil que tiene que aprender la mujer Piscis es la
superación de su timidez y de sus dudas. Si su miedo es muy profundo, se cerrará
ante todo el mundo, y después se preguntará por que está sola. Muchas veces
tiene miedo de imponerse, de exigir demasiado, de sacar ventaja, cuando esas
cosas no se le pasan por la cabeza a nadie más que a ella.
Alguna que otra
vez, la mujer Piscis disimulará su timidez y vulnerabilidad con agudezas, un
barniz de complejidad mundana y una personalidad frígidamente independiente,
pero todo eso no es mas que una capa protectora que le sirve para ocultar su
incertidumbre a los ojos indiscretos de gentes torpes que, si ella no se
protegiera, herirían su sensible corazón. Da cauce a su alma auténtica
escribiendo deliciosos poemas líricos entretejidos con el hilo de sus sueños más
íntimos y secretos. Cuando no escribe, es la imagen del puerco espín encallecido
que quiere dar a la gente, como mujer de carrera. Sin embargo, ni siquiera este
tipo de Piscis puede escapar a la influencia de su signo solar. Pese a su
independencia hábilmente urdida, espera a que sea el hombre que está con ella
quien llame el taxi. Hay algunas cosas que uno simplemente no hace, en lo que se
refiere a las mujeres de Neptuno, y una de ellas es no actuar como una dama en
publico Piscis engaña a muchos hombres que podrían serenar sus íntimos temores y
hacerla desdecirse de su frecuente afirmación de que no necesita marido, que no
haría mas que complicarle la vida. Imagínate, una declaración semejante en
labios de una mujer que necesita pertenecer a alguien mas de lo que necesita
dormir, comer o respirar.
La mujer Piscis dará todo su corazón a sus hijos, salvo esa
gran porción que reserva para ti. Los amará a todos, pero tendrá cierta
preferencia por los más feos, más débiles, más pequeños o enfermizos. Solo una
estrella de cine nacida bajo este signo es capaz de hacer caso omiso de los
rollizos bebés llenos de hoyuelos para adoptar al niñito lisiado y de ojos
asustados. Las mujeres regidas por Neptuno son las que pueden demostrar mayor
capacidad para entender la timidez de los niños y los sufrimientos del
crecimiento de las torpes chiquillas adolescentes. Una madre Piscis teje sobre
cada cuna la leve telaraña de mil sueños. Sacrificará cualquier cosa para que
sus hijos tengan todo lo que ella no pudo disfrutar de niña. Es posible que sea
demasiado tolerante con ellos; se le hace difícil imponer disciplina, y hay que
hacerle comprender que la falta de firmeza puede ser tan negativa como el
desapego y el descuido. En cierto modo, es una forma de descuido dejar librados
a sí mismos a esos caracteres jóvenes que necesitan de una firme guía hasta que
aprendan a nadar solos. Si peca por exceso de blandura, explícaselo con bondad,
que Piscis lo entenderá sin amargura y empezará a usar alguna vez la zapatilla.
Pero son muchas las mujeres de Neptuno que consiguen hallar un justo medio entre
el rigor y la bondad, y sus vástagos dan testimonio de ello.
Trae a casa los garbanzos y el vino. Lo más probable es que
prefiera no entrar en la competencia brutal del mundo comercial, a menos que tú
tengas la imperiosa necesidad de que lo haga. Ya tuvo bastante de eso (si es una
neptuniana típica) durante el tiempo que trabajo para esa gran empresa tan
enmarañada, en espera de que tú vinieras a rescatarla. Algunas mujeres Piscis,
aunque no todas, son a veces un poquitín derrochonas. Tal vez necesite que la
ayudes a comprender por que el balance del banco no coincide con el que ella
hace en sus talones, que parecen escritos en sanscrito. Así y todo, sabrá
arreglárselas cuando la necesidad la obligue a renunciar a su champán favorito
para limitarse a la leche descremada.
Piscis escucha al océano, porque el océano le dice cosas.
En medio de la ciudad, sigue oyendo como las ondas de Neptuno susurran a su
corazón mas cosas, tal vez, de las que ella quisiera saber. No pases por alto su
cumpleaños o vuestro aniversario de bodas o el día en que le declaraste tu amor,
porque ella no los olvidará. Me acordaré siempre de la amiga Piscis con la que
iba a la escuela, en West Virginia. Era menuda, de largo pelo oscuro y en sus
ojos de un color castaño verdoso brillaban las extrañas luces de Neptuno. De
entre varios hombres, eligió para casarse a un gran astro del fútbol; fue una
fuga totalmente inesperada. Recuerdo que ella le preguntó por que se le había
declarado; sentía curiosidad. <<Bueno –caviló él–, fue una cosa rarísima,
pequeña. Ese día yo no tenía la menor intención de declararme. Estábamos en el
parque, cerca de la piscina. Las chicas que estaban ahí tendidas al sol tenían
el pelo todo mojado de nadar, y se las veía acaloradas y transpiradas. Tú
estabas ahí sentada debajo de un árbol con un vestido de encaje blanco, y se te
veía tan fresca y tan diferente de las otras. Parecías... bueno, yo diría que
parecías una mujer. Ese es el sutil secreto de las mujeres Piscis. No importa
que Piscis obedezca a la llamada de Neptuno como monja en un convento o como
ronca cantante en un club nocturno; siempre es una mujer. De pies a cabeza. Cien
por cien.
Ojo ansioso, oído alerta,
amorosos, anidarán cerca.
En un País de Maravillas
yacen,
soñando mientras los días
huyen,
soñando mientras los
veranos mueren.
A la deriva siempre en la
corriente,
que los arrastra en áureo
resplandor
¿qué es la vida, si no un
sueño de amor?
Como todo el mundo sabe, a la mayoría de los bebés se les
encuentra bajo una hoja de col. A algunos los traen en ese largo pañal que
cuelga del pico de la cigüeña, o llegan al hospital en el maletín negro del
doctor. Pero tu pequeño Piscis no. Él vino directamente del país de las hadas,
aferrado de un rayo de luna. Si te fijas bien, veras todavía en sus ojitos
soñolientos el reflejo de elfos y árboles mágicos, que conceden deseos; hasta
quizá le quede un rastro de polvo de estrellas pegado detrás de la orejita
izquierda. Es posible que para el momento en que llegó a la sala de partos ya le
hayan desaparecido las alas, pero tal vez conserve como un pequeño chichón en el
lugar donde las tenía.
Habrás visto esas tarjetas de felicitación para las nuevas
mamás, con imágenes de bebés blancos y rosados, llenos de hoyuelos, frágiles y
envueltos en gasas, que vuelan alrededor de los versos. El artista usó como
modelo a tu bebé Piscis. Eso podría hacerte creer que puedes llevar de la nariz
a tu hijo de Neptuno, o que una vez que le hayas lavado las orejas para sacarle
de ellas el polvo de estrellas, puedes moldearlo en la forma que a ti te guste.
¿Por qué no, si es un montoncito de arcilla suave y delicado? Vuelve a pensarlo.
Piscis se abrirá camino con tanta seguridad como el vociferante bebé Aries con
su carita encarnada, el regio y exigente pequeño Leo o el Torito fuerte y
obstinado. La única diferencia residirá en que éste lo hará fascinándote a
muerte y anegándote en océanos de dulces sonrisas. Tan pronto como se haya
secado la tinta en el certificado de nacimiento, presenta el nombre de tu niño
Piscis para el papel principal cuando se vuelva a filmar Peter Pan... o Alicia
en el País de las Maravillas, si es una niña. Peter Pan y Alicia serán los
personajes favoritos de los niños de Neptuno, y no necesitarán escenario para
desempeñarse estupendamente en esos papeles; a los ochenta años seguirán
brillando como estrellas en ellos. Los padres que repiten en un susurro la
antiquísima plegaria: <<Ojalá mi niño no creciera>> conseguirán su deseo si es
que su hijo nació bajo el signo del Pez. Los años no dejarán en él impronta
duradera; siempre habrá sobre Piscis, suspendido como una niebla, un hálito
infantil, soñador y mágico, como en los cuentos. Algo que le impregnará de
misterio y de irrealidad para siempre y tres días más.
Cuando tenga edad suficiente para arrastrarse hasta el bote
de mermelada y esconderse, ese extraño hijo tuyo mostrará su preferencia por
vivir en un mundo de fantasía. Se complacerá en diversiones muy alejadas de los
modales y rutinas de todos los días. Cuando esté en la sillita alta, comerá como
un ángel si mientras le estás dando el puré finges que eres una reina o un
payaso. Ponte de corona la pantalla de la lámpara y adórnate con todos tus
viejos collares; o usa el plumero como peluca y llénate la cara de lápiz de
labios y tiza, que su imaginación hará el resto. Cuando sea un poco mayor,
jugará alegremente en el porche de delante de la casa mientras tú estás lavando
la ropa, si te acuerdas de colgarle unos cuantos globos, poner música en el
tocadiscos, alcanzarle sus animalitos de trapo, darle unas palomitas de maíz y
decirle que está en el circo.
En la época en que empiece a ir a la escuela y a tener esos
sueños, por la noche, recibirás un impacto alguna mañana cualquiera de
primavera, mientras estés atándole los zapatos.
<<Adivina a quien vi anoche>>, te dirá en tono de
confidencia, mientras tu mascullas alguna respuesta cortes, pensando donde
diablos habrá puesto su jersey verde. Ah, ahí está, lo tiene puesto el osito, de
cuando lo vistió ayer mientras jugaba a que era su mejor amigo.
Y cuando le preguntes a quien vio, te dirá como quien no
quiere la cosa: <<A la abuela Stratton. Estuvimos hablando largo rato y después
se fue. Me pidió que te dijera que no te olvides de regarle los geranios ni de
enviarle el dinero al tío Clarence>>. Como la abuela Stratton murió antes de que
él naciera, eso puede inquietarte un poco, así con el estómago vacío, antes del
desayuno, pero no es nada comparado con la sensación de vértigo que tendrás
después del café; cuando él ya esté en la escuela y el cartero te traiga una
carta del tío Clarence, de quien no tenias noticias desde hacia cinco años,
pidiéndote un préstamo para empezar un negocio.
Hasta los padres mas avisados tienen dificultades para
organizar un horario que mantenga su validez con sus vástagos Piscis. Los
horarios y las rutinas son sus enemigos naturales, y el pequeño Pez hará cuanto
su fértil imaginación le sugiera para evitarlos. Los bebés que viven al revés
–que duermen todo el día y por la noche permanecen despiertos– suelen ser del
signo de Neptuno. Quieren comer cuando tienen hambre, dormir cuando están
cansados y jugar cuando algo, sea lo que fuere, despierta su imaginación. Tratar
de obligarles a que lo hagan en cualquier otro momento es ardua tarea. En
realidad, su actitud es bastante sensata, pero las horas en que sienten hambre,
cansancio o ganas de jugar pueden variar considerablemente de día en día y de
noche en noche; si trataras de adaptar tu horario al de él, lo mismo daría. Será
raro que tenga pataletas, que vocifere o coja una rabieta para que hagas las
cosas como él quiere, pero te irá ganando poco a poco con sus técnicas evasivas
y de desgaste, confundiéndote hasta lograr la capitulación. Hasta es posible que
a ti misma te encante esa total libertad. No sentirte culpable por estar
tomándote un café con la vecina a la hora en que tendrías que darle de comer,
jugar al fascinante juego de la princesa y la rana en las horas serenas y
mágicas del amanecer, o compartir con él un tazón de sopa de verduras y una
jícara de chocolate caliente, en mitad de una tarde de invierno, gris y triste,
son cosas que pueden tener un extraño atractivo. Hasta es posible que tu hijo
Piscis te enseñe que no hay que permitir que ese tonto reloj sea en tu vida un
dictador cruel e infalible. ¡Si no es más que un mecanismo de metal que hace
tic–tac!
El niño Piscis necesitará una santa dosis de atención y
apreciación. Habrá que estar atento a él y estimularle, porque no se siente
seguro de su capacidad. Hazlo en la medida en que él lo necesita, pero respeta
también sus momentos de retraimiento. Cuando le acometa uno de sus misteriosos
ataques de soledad, déjale en paz. Su mente está a un millón de años luz, donde
tú no puedes seguirla. Regresará con tiempo de sobra para la sopa de verduras y
el chocolate caliente, solo que para entonces habrá cambiado la hora de la
merienda para cerca de medianoche. Si te cuenta que ha estado volando en un
platillo con un marciano, créele. Es muy posible.
Los maestros se despistan siempre que intentan calzar esta
clavija de forma insólita en un agujero educacional redondo o cuadrado: es
posible que no encaje en ninguno de los dos. Probablemente tendrás que hacer
frente a múltiples conflictos entre sus peculiares métodos de aprendizaje y las
rancias rutinas de la escuela. Piscis se negará en redondo a adaptarse a un
esquema que no es el suyo. No le culpes demasiado. Nuestro sistema educacional
todavía no está a la altura de la sabiduría neptuniana. Muchos niños y niñas
Piscis tienen dotes artísticas, y a la mayoría de ellos les encanta la música y
el baile. Independientemente de su peso, los jóvenes típicos de Neptuno son de
pies ligeros. Es frecuente que las niñitas suenen con ser bailarinas; en cuanto
a los varones, habitualmente eligen héroes del tipo de Beethoven, Miguel ángel,
los astronautas o san Antonio, con preferencia a hombres de ciencia, presidentes
o generales. Les encantan los libros de todas clases, y el estudio de su lengua
natal puede ser uno de sus temas favoritos, ya que los Piscis son buenos
narradores. Adoran las palabras, y es frecuente que la poesía les fascine. Al
principio, a los neptunianos puede hacérseles difícil entender las matemáticas,
pero mas adelante captaran con extraordinaria rapidez las teorías abstractas,
subyacentes en el álgebra y en la geometría.
Pueden exhibir una falta de responsabilidad que tal vez
resulte frustrante. Los niños Piscis siguen sus propias reglas. Son sensibles y
es fácil que las actitudes bruscas les hieran en lo vivo; las lágrimas pueden
ser frecuentes. Son criaturas que prefieren la compañía de los adultos en vez de
salir a jugar con otros niños. Ya desde muy tierna edad tienen una profunda
sabiduría, y comprenden por simpatía situaciones que quedan aun muy lejos de su
alcance. A un niño de Neptuno se le suele acusar de mentiroso, pero para él, lo
que dice no son mentiras; no lo hace con intención maliciosa o cobarde. Su mente
joven nada en una imaginación siempre fluyente que le susurra mil secretos, tan
deliciosos y llenos de tan pura belleza que no puede resistir a la tentación de
hacerlos vivir en el frío mundo de la realidad. Lo que resulta terrible es que
esos sueños encantadores no tardan en morir en el suelo árido y estéril de una
sociedad materialista. Tu hijo necesita de tu compasión mas profunda para no
hundirse en una triste y silenciosa desesperación.
Al niño Piscis, el mar le canta canciones que el nunca
puede describir. La verdad, fría, fea y desnuda, es demasiado brutal para que el
la soporte, y ocasionalmente necesita embellecerla o tratar de darle tibieza y
color con los románticos matices de Neptuno. No es justo decir que esta
mintiendo; estimúlale, en cambio, a que reúna todas sus nubes y rayos de luna
para tejer con ellos poesías, escribir teatro o pintar cuadros. No tardará en
aprender a adaptarse al mundo normal de la brutalidad, el egoísmo, la crueldad y
la codicia. ¿Por que empujarle rudamente a él? Tal vez le cueste amoldarse a las
exigencias sociales y escolares que asfixian su individualidad, pero sus padres
y sus maestros pueden aprender de él el valor de la compasión, la comprensión,
la belleza, la tolerancia, la imaginación y la gentileza. Todo depende del tipo
de diploma que uno quiera conseguir en la vida.
Algún día, uno de los dos ganará: o la filosofía de la
libertad de expresión típica de Piscis, o el conformismo. Yo apuesto por Piscis.
Claro, que a tu cordial y afectuoso niño de Neptuno habrá que enseñarle que la
gente espera que él termine por adaptarse a los conceptos heterogéneos y
chiflados, puestos patas arriba, de que ellos se valen... para sobrevivir,
simplemente. Pero si se ve sometido a la presión excesiva de adultos hoscos y
negativos, el Pececito no encontrará el camino hacia el otro lado del espejo. No
le prives de la clave, él necesita evadirse ocasionalmente hacia allí, para
renovarse en la auténtica sabiduría de
Si tu jefe nació en marzo, es posible que sea de los que
gruñen cuando algo les irrita. Tiene el don de las palabras, y cuando se muestra
rudo, la suya es una rudeza cáustica que puede escocer un poco, pero será raro
que lo veas en una actitud agresivamente dominante o auténticamente despreciable
y mezquina. En un momento te aturdirá con sus ideas anticonvencionales, y de
pronto, con un giro rápido y resbaloso, se mostrará como un conformista. Al
final, terminarás por entender que no es ni un gran liberal ni un conservador
cauteloso; en diferentes ocasiones adopta cada una de esas actitudes, para mejor
descubrir tus ideas. En otras palabras, que puede ser un poquitin tramposo.
Cuando tus ideas y tu conversación le parezcan interesantes, tu jefe Piscis te
escuchará con halagüeña concentración, en silencio y con sinceridad, y hasta es
posible que te ofrezca un vaso de jerez para crear una atmósfera de calma. Si lo
que le dices le aburre, su mente divagará. Es probable que mientras tú hablas
esté evocando otra gente y otros lugares, sin que la sonrisa desaparezca de su
cara. Como todos los de su signo son actores natos, a ti te parecerá que te
atiende, pero al cabo de un rato él se cansará de sus divagaciones mentales,
advertirá que tú sigues hablando y te interrumpirá de pronto. Entonces será él
quien hable y tú quien escuche, y eso puede prolongarse horas... y horas... y
horas.
Es posible que haya viajado mucho, y en caso contrario, no
tardará en recuperar el tiempo perdido. Como los jefes Sagitario y Géminis, el
ejecutivo Piscis tendrá siempre una maleta preparada detrás del diván que hay en
su despacho. Y si no la tiene, debería tenerla. ¿Por qué no se lo sugieres? Lo
más probable es que le parezca una idea esplendida. Además, saber que tiene ahí
su bolso de viaje cerrado y listo para partir puede significarle un extraño
consuelo en los días tristes y lluviosos o en mitad de un invierno húmedo y
ventoso cuando siente deseos de saltar desde la terraza de puro aburrimiento.
Piscis tendrá sus depresiones, y serán realmente impresionantes. Más vale que en
esos momentos te alejes de él, tararees alguna animosa melodía mientras trabajas
y te asegures de que no le falten su chocolate calentito ni su mejor whisky.
Se amable con sus esposas... con su esposa, quiero decir.
(Es un error natural; junto con Sagitario y Géminis, el jefe Piscis es el que
mas probabilidades tiene de pasar por múltiples ceremonias de cambio de
anillos.) Probablemente su mujer sea una buena chica, práctica y sensata. Si
fuera tan imaginativa y original como su marido, se ahogarían los dos en un
océano de sueños y nebulosas fantasías.
El ejecutivo Piscis es un tanto parcial con quienes, en su
empresa, se revelan como pensadores creativos. Si tú tiendes más bien a la
cautela que a la estrategia imaginativa, es posible que no recibas tantos vasos
de jerez ni tantas sonrisas de camaradería, pero tampoco es probable que te
despida. Seguramente, gozará mas con los otros, pero a ti te necesita; confía en
tu sentido práctico y en tu capacidad de organización. Es frecuente que el
empleado mas inventivo, y el mas favorecido por el jefe Piscis, se encuentre
totalmente azorado y se le acaben las ideas brillantes cuando la empresa entra
en un período de economías y el Pez le aseste gentilmente el hachazo, mientras
conserva en el presupuesto al empleado constante, de confianza y un poco pesado.
Piscis le dirá adiós con tristeza, pero es agudo juez de la naturaleza humana,
de la suya propia incluso. Por mas que disfrute de la compañía y de las
innovaciones progresistas de los empleados con capacidad inventiva, su propia
creatividad funciona mejor cuando cuenta con el respaldo del planeamiento
cuidadoso y la disciplina de una cabeza gris y madura... aunque también puede
ser joven o rubia, o castaña. La discreción y el conservadurismo no se cuentan
entre sus mayores virtudes, y el Pez tiene clara conciencia de sus deficiencias.
Siempre podrá encontrar otro soñador entusiasta y osado cuando la situación
económica vuelva a ser buena, pero cuando los beneficios disminuyen un tanto no
pueden permitirse el lujo de prescindir del trabajador que se quema las pestañas
sobre la tarea. Entretanto, calcula que hasta que las cosas mejoren él puede
ocuparse personalmente del departamento de sueños entusiastas y atrevidos, e
incluir en el presupuesto de sueldos algunas personas mas sensatas. Claro que no
hay regla sin excepción, pero no estará mal que causes a tu jefe Piscis la
impresión de que puedes serle serio y brillante al mismo tiempo.
Probablemente ya estés enterado de que, para tratar con los
empleados que quieren aumentos, ha puesto a un Tauro o a un Cáncer. Es demasiado
avisado para tratar personalmente contigo; la naturaleza de Neptuno es tal que
se le hace casi imposible decir que no a otro ser humano que tiene una auténtica
necesidad, e incluso un auténtico deseo. Piscis aprende desde muy pronto a
aislarse lo mejor que puede.
Recuerda que vive en dos mundos diferentes. Una división
tal en su naturaleza puede ser causa de una personalidad confundida, pero con
igual facilidad puede redundar en brillantez. Es posible que sus ideas sean tan
abstractas como las del Pez Einstein, que en una ocasión dijo: <<Dios no arroja
los dados>>. Einstein aludía a que la ley de probabilidad matemática no es
necesariamente sacrosanta. Tu jefe Neptuno siente lo mismo respecto de los
procedimientos comerciales aceptados, y por lo general el tiempo demuestra que
sus primeras intuiciones son correctas, por mas fantásticas que puedan aparecer
en el momento en que él las expresa. Es místico de corazón, y secretamente cree
en lo invisible y en lo sobrenatural, aunque pueda avergonzarse un poco de ello.
No practicará ningún rito vudu en su escritorio ni meditará en posición de loto
junto a la nevera, porque teme el ridículo si la gente descubre la corriente
subyacente de sus vibraciones psíquicas. Pero de todas maneras lo descubrirán,
aunque se esfuerce en representar el papel de realista a ultranza.
¿Recuerdas esa ocasión que te dejó el corazón destrozado un
novio que se hizo humo, llevándose consigo el anillo de compromiso y todos tus
sueños? Como quien no quiere la cosa, tu jefe Piscis te invitó a cenar, te llenó
la triste cabeza con los más amables halagos y después te llevó al teatro. A la
salida, te acompañó a los camerinos, te presentó a los principales actores e
invitó a todo el mundo a tomar una taza de caldo. Con la comida y el vino y la
conversación chispeante, consiguió que dejaras de pensar en el veleidoso galán.
Aunque a veces se mostraba deliberadamente gruñón, para no ponerse en evidencia,
durante muchas semanas siguió poniendo en práctica pequeñas tretas que te
levantaron el ánimo, hasta que la herida dejó de dolerte. Tú no habías hablado
de la ruptura con nadie en la oficina. Entonces, ¿como supo él que necesitabas
ayuda para superar el mal trago? La gitana que un día le leyó la buenaventura en
las líneas de la mano podría habértelo dicho. Inmediatamente se dio cuenta de
que tiene una extraña marca en la palma, que indica que es un genio de la
compasión. No andan por ahí muchos que la tengan. Por eso Piscis es un Pescado
tan raro.
..Era mucho más agradable
en casa
–pensó la pobre Alicia–,
cuando uno no andaba
siempre
agrandándose y
empequeñeciéndose
ni recibiendo órdenes de
conejos y ratones.
Casi desearía no haber
bajado por la conejera...
y sin embargo... sin
embargo, es bastante curiosa,
sabéis, esta forma de
vida.>>
De aquí a Babilonia,
¿cuántos kilómetros habrá?
Diecisiete mil y un
poquito mas.
¿Puedo llegar con la luz
como tren?
¡Vaya si puedes! Y volver
también.
Ahuécale un poco esas plumas blancas como la nieve,
sintoniza su disparatada longitud de onda, y la anciana Madre Oca nos
transmitirá tal vez un mensaje secreto. Quizás en el parloteo aparentemente
infantil de sus canciones para niños se oculte una perla de sabiduría.
¿Cuantas millas habrá de aquí a Babilonia? Parece que el
salto fuera considerable desde los caldeos, calzados con sandalias, y los
enjoyados y perfumados faraones egipcios a la era espacial; desde el perdido
continente de
El lenguaje astrológico es una cuerda de oro que nos une
con un nebuloso pasado, al tiempo que nos prepara un interesante futuro de
exploraciones planetarias. En todos los campos de la ciencia, adelantos que
cortan la respiración nos hacen continuamente presente que <<hay mas cosas en el
cielo y en la tierra, Horacio, que las que pueda soñar tu filosofía>> (aunque en
vez de Horacio, el nombre sea Sam o Fanny). El receptor–transmisor radio–pulsera
de Dick Tracy ya no es un sueño fantástico, sino una realidad, y el arma
poderosa de
¿No podría ser que los autores de libros de ciencia ficción
y los dibujantes de historietas tuvieran una idea mas ajustada de la distancia
que hay entre el ayer, el hoy y el mañana, que los hombres de bata blanca en sus
laboratorios cromados esterilizados? Einstein sabia que el tiempo no era mas que
relativo; pero los poetas siempre lo han sabido, y también los sabios, en todas
las edades. El mensaje no es nuevo. Mucho antes del interés actual –y abrumador–
por la astrología, hombres de atrevida visión como Platón, Ptolomeo, Hipócrates
y Colón respetaron su sabiduría; y a los de ellos pueden sumarse nombres como
los de Galileo, Franklin, Jefferson, Newton y Carl Jung. Se puede agregar a la
lista al que fue presidente de Estados Unidos, John Quincy Adams; también la
integran astrónomos de la talla de Tycho Brahe, Johanes Kepler y Gustave
Stromberg. Y no olvidemos a John Nelson, brillante investigador científico de
En 1953 el doctor Frank A. Brown, hijo, de
En su nuevo hogar, las ostras tenían temperatura constante,
en una habitación iluminada por una luz suave y también constante. Durante dos
semanas, las ostras desplazadas abrieron y cerraron sus valvas con el mismo
ritmo de las mareas de Long Island Sound, a mil seiscientos kilómetros de
distancia. Después, de pronto, se cerraron bruscamente y permanecieron así
durante varias horas. Cuando ya el doctor Brown y su equipo de investigación
empezaban a darle vueltas al <<caso de las ostras nostálgicas cerradas>>,
sucedió algo raro. Las ostras volvieron a abrirse; exactamente cuatro horas
después de la pleamar en Long Island Sound, en el preciso instante en que habría
habido marea alta en Evanston, Illinois, de haber estado esta ciudad sobre la
costa, se inició un nuevo ciclo. Las otras adaptaban su ritmo a la nueva latitud
y longitud geográfica. ¿Regidas por qué fuerza? Por la de
La energía y los ciclos emocionales del hombre están
gobernados por el mismo tipo de fuerzas planetarias, en una red mucho mas
complicada de impulsos magnéticos, provenientes de todos los planetas. La
ciencia reconoce el poder de
Entre todos los cuerpos celestes, el poder de la luna es el
mas visible y el mas espectacular, simplemente porque es el que está mas próximo
a
El doctor Harold S. Burr, profesor emérito de anatomía en
Por consiguiente, el contenido mineral y químico, y las
células eléctricas de nuestro cuerpo y nuestro sistema nervioso responden a la
influencia magnética de cada mancha solar, cada eclipse, cada movimiento
planetario. Como todos los demás seres vivientes, los metales y los minerales,
estamos sincronizados con el flujo y el reflujo incesantes del Universo, pero
nuestro libre albedrío nos permite que no seamos necesariamente sus prisioneros.
En otras palabras, el alma es superior al poder de los planetas. Pero
lamentablemente, la mayoría de nosotros no ponemos en acción nuestro libre
albedrío (es decir, el poder de nuestra alma), y en cuanto al control que
ejercemos sobre nuestro destino, estamos mas o menos en la misma situación que
el lago Michigan o una espiga de trigo. El propósito del astrólogo es ayudarnos
a saber como evitar este flotar río abajo a la deriva: como luchar contra la
corriente.
La astrología es tanto un arte como una ciencia. Aunque
muchísimas personas querrían ignorar este hecho básico, es algo que no se puede
pasar por alto. Hay astrólogos que se estremecen de furia ante la sola mención
de que la intuición pueda tener algo que ver con la astrología, y reaccionan en
forma colérica respecto de la más remota posibilidad de tal correlación.
Insisten en que la astrología es una ciencia exacta, basada en las matemáticas,
y que de ningún modo se la ha de asociar con poderes intuitivos. Creo que estas
opiniones son sinceras, pero la lógica me lleva a preguntarme por que ambas
cosas han de estar tan totalmente separadas. ¿Es menester que así sea? Hasta los
legos intentan hoy en día, valiéndose de libros, juegos de salón o pruebas de
laboratorio, determinar su potencial para la percepción extrasensorial. ¿Por qué
no los astrólogos? ¿Acaso han de ser ellos quienes hundan la cabeza en la arena,
como las avestruces, ante la posibilidad del desarrollo de un sexto sentido, o
de su existencia en algunos individuos?
Es indudable que el trazado de una carta astrológica,
basado en datos matemáticos y en hechos astronómicos, es parte de una ciencia
exacta. Pero también la medicina es una ciencia, basada en la investigación y en
los hechos, y pese a ello, los buenos médicos admiten que la medicina es también
un arte. Quien tiene la capacidad de diagnosticar intuitivamente se gana el
reconocimiento de sus colegas. Los médicos dirán que todos ellos tienen, en
grado variable, cierta sensibilidad que es una ayuda inapreciable en la
interpretación de los hechos demostrables de la medicina. Efectuar la síntesis
de teorías medicas, interpretar los resultados de las pruebas de laboratorio en
relación con la historia individual del paciente no es algo que se pueda hacer
de manera estereotipada; sería sencillamente imposible sin cierta percepción
intuitiva de parte del médico. De otra forma, se podría dejar la medicina a
cargo de las computadoras.
La música tiene también una base científica –la ley
inflexible de las matemáticas–, como lo sabe cualquiera que haya estudiado
alguna vez las progresiones de los acordes. Los intervalos musicales se rigen
por proporciones entre números enteros: una ciencia, indiscutiblemente. Pero
también es un arte. A cualquiera se le puede enseñar a tocar correctamente la
sonata Claro de luna o el Concierto de Varsovia, pero lo que diferencia a un Van
Cliburn del resto de nosotros es su sensibilidad o percepción intuitiva. Las
notas y los acordes son siempre los mismos, matemáticamente exactos. La
interpretación, sin embargo, es diferente: una realidad obvia que nada tiene que
ver con la definición actual de la palabra ciencia.
Muchas personas inteligentes pueden estudiar o enseñar
astrología con éxito, e incluso brillantemente, pero pocas tienen la capacidad
de aportar esa dimensión de interpretación sensible o percepción intuitiva que
hace de la ciencia de la astrología algo que en última instancia proporciona una
satisfacción artística. Claro que no es necesario tener especiales dotes
psíquicas ni ser médium para hacer un análisis astrológico exacto y valioso,
pero cualquier condición intuitiva del astrólogo es, evidentemente, un elemento
positivo para la síntesis que éste hace de la carta natal. Como es natural, el
astrólogo intuitivo debe tener también los conocimientos precisos en el cálculo
matemático, y debe observar estrictamente los fundamentos científicos de su
arte. Dando por supuestas ambas cosas, podemos afirmar que se vale de una
poderosa combinación de capacidades conscientes y subconscientes, de modo que no
hay por que asustarse de los profesionales competentes que pueden hacer de su
tarea un arte y una ciencia al mismo tiempo, y evitarlos; en todo caso, será una
suerte para el lector si encuentra uno. La percepción intuitiva es rara en todos
los campos.
La popularidad actual de la astrología esta haciendo que
todos los charlatanes salgan de sus escondrijos, y en astrología no hay ni
tantos astrólogos ni tantos maestros debidamente calificados como seria de
desear. Es posible que en el curso de la década venidera lleguen a ser
profesionales reconocidos que han obtenido un titulo en los cursos de <<ciencia
astral>> de importantes universidades. Entonces, la influencia de los planetas
sobre el comportamiento humano se enseñará en los modernos edificios de las
universidades más representativas, tal como antaño se enseñaba en las de Europa.
Los estudiantes serán aceptados únicamente si su carta natal revela que tienen
capacidad para la enseñanza o la investigación en astrología, o para hacer un
análisis personal; y los cursos serán tan estrictos y rigurosos como los de
cualquier facultad de derecho o de medicina. Habrá materias tales como el
estudio de las condiciones magnéticas del tiempo, el de la biología, química,
geología, astronomía, matemáticas superiores, sociología, religiones comparadas,
filosofía y psicología, junto a la necesaria capacitación para calcular e
interpretar una carta astrológica, y los graduados podrán poner orgullosamente
en su puerta una chapa donde se lea: <<Doctor John Smith, astrólogo–Doctor en
ciencia astral>>.
Dadas las condiciones actuales de aceptación y de
investigación en astrología, la actitud mas segura y mas cuerda que puede
adoptar el profano es familiarizarse a fondo con los doce signos, de la misma
manera que uno se familiariza con las teorías de la medicina estudiando primeros
auxilios o poniéndose al tanto de las normas de higiene.
La humanidad descubrirá algún día que la astrología, la
medicina, la religión, la astronomía y la psiquiatría son la misma cosa. Cuando
todas ellas se integren, cada una estará completa; mientras ello no suceda, cada
una seguirá teniendo ligeras carencias.
En la astrología hay un ámbito donde reina la confusión y
las opiniones chocan: la reencarnación. Hoy día, no hay quien no haya adoptado
una actitud, ya sea positiva o negativa, ante la ley del karma. Es algo de lo
que uno no puede evitar estar al tanto, de la misma manera que es inevitable
saber que es el tablero ouija o quien es Jeanne Dixon, bajo la influencia
uraniana de este siglo XX que se acerca a la era de Acuario.
Los astrólogos esotéricos creen, y entre ellos me cuento
yo, que la astrología es algo incompleto a menos que se la interprete de manera
adecuada teniendo como cimiento la ley del karma. También hay quien lo niega
enfáticamente, en especial en el mundo occidental, para el cual la astrología es
una ciencia relativamente nueva. No es necesario aceptar la reencarnación para
beneficiarse de la astrología, y la prueba de la existencia del alma en vidas
anteriores, por más lógica que sea, no ha quedado jamás establecida
científicamente (aunque se dispone de pruebas circunstanciales profundamente
convincentes, que incluyen casos documentados y
Nos dirigimos hacia un nuevo respeto por las influencias
invisibles, y de ello es buen ejemplo el interés que hoy día existe por la
telepatía mental.
En el antiguo Egipto, los médicos–astrólogos practicaban la
cirugía del cerebro con técnicas refinadas, un hecho que han demostrado
recientemente los descubrimientos arqueológicos y antropológicos. Los médicos
progresistas de la actualidad vuelven silenciosamente a fijarse en que signo
astrológico está
Si pasamos del campo de la medicina al de los viajes,
digamos que hay varias compañías de seguros y empresas aéreas que están
investigando en secreto la posible relación entre los accidentes aéreos fatales
y las cartas natales de los pasajeros y de la tripulación. De tal manera avanzan
los tiempos, desde el antiguo conocimiento de las influencias planetarias,
retrocediendo hasta el pensamiento materialista para volver a avanzar hacia la
verdad. A lo largo de los siglos, los planetas se han mantenido incó1umes en su
grandeza, y siguen en sus órbitas. Las estrellas que brillaron sobre Babilonia y
sobre el establo de Belén son las mismas que hoy siguen arrojando el mismo
brillo sobre el Empire State Building y sobre el huerto de tu casa. Con la misma
precisión matemática cumplen su ciclo (y seguirán afectando cada una de las
cosas que hay sobre
Recuerda siempre que en astrología no existe fatalismo. Los
astros marcan inclinaciones, no obligan. La mayoría de nosotros nos dejamos
llevar en obediencia ciega por la influencia de los planetas y por el esquema
electromagnético de nuestro nacimiento, pero también por nuestro medio, nuestra
herencia y la voluntad de los que son más fuertes que nosotros. No damos señales
de percepción ni, por ende, de resistencia; nuestros horóscopos nos calzan como
un guante. Movidos como peones, recorremos el tablero de ajedrez en la partida
de la vida, e incluso hay quien hace burla de los poderes mismos que lo mueven,
o los ignora. Pero cualquiera puede elevarse por encima de los poderes adversos
de su carta natal. Si utiliza su libre albedrío, o el poder del alma, cualquiera
puede dominar sus estados de animo, cambiar su carácter, controlar su ambiente y
las actitudes de quienes están próximos a él. Cuando lo hacemos, nos convertimos
en los jugadores que libran la partida, en vez de ser meros peones.
¿Eres de los que se privan de seguir su estrella,
diciéndose que no han nacido con la fuerza ni con la capacidad necesarias? Pues
naciste con más de cada una de ellas que Hellen Keller, que recurrió a los
profundos e íntimos poderes de su voluntad para superar el hecho de haber nacido
ciega, sorda y muda. Y sustituyó esas desventajas de nacimiento con la fama, la
riqueza, el respeto y el amor de miles de personas. Y dominó sus influencias
planetarias.