–Aquí me quedaré –dijo–,
de vez en cuando durante días.
Tú cuídate del sentido
que los sonidos se cuidarán ellos solos.
Un trotamundos amigo mío, que ha estado en todas partes
por lo menos dos veces, me contó que jamás olvidará su primer viaje en barco
al sur de España. Un día, mientras estaba en cubierta admirando el paisaje,
se perfiló a la distancia una enorme masa de roca que se elevaba sólida y
gradualmente del brillante azul del Mediterráneo, <<¡Mirad, el peñón de
Gibraltar!>>, gritó alguien en el barco. Debidamente impresionado, mi amigo
tomó una instantánea para mostrar a los amigos y después, volviéndose a un
adolescente aburrido que ocupaba la silla de cubierta inmediata a la suya,
dio cauce a su vena poética. <<¿No es una maravilla? –comentó–. Toneladas de
agua lo están bañando desde hace siglos, las tormentas lo han azotado, lo
han atacado los ejércitos, las civilizaciones han surgido y se han
eclipsado, pero el peñón sigue allí. Nada lo cambia ni es capaz de hacerlo
mover>>. <<Si–bostezó el chico–. Me recuerda a mi padre>>.
Su padre había nacido en mayo. Y de esa manera se
reconoce a Tauro, el Toro. Los lugares mas adecuados para buscarlo serán una
granja, un banco o una agencia inmobiliaria, pero también se le puede
encontrar pastando en otras praderas. Hay Tauros ingenieros, estrellas de
cine, oficinistas, jardineros, reyes y reinas, deshollinadores, carniceros,
panaderos y fabricantes de velas. Pero el Toro se caracteriza siempre por su
actitud fuerte y silenciosa. Hasta que no llegue uno a conocerle un poco a
fondo, sus monosílabos mas largos serán probablemente <<Si>>, <<No>>,
<<Gracias>>, <<Hasta luego>>, y frecuentemente <<Aja>>, como sustituto de
<<No>>. Si al nacer tuvo fuerte influencia de Géminis, Aries o Sagitario, es
posible que sea un poco mas garrulo y camine con mas flexibilidad, pero el
Toro típico es preferentemente lento en el movimiento y parco en el hablar.
Como Gibraltar, es só1ido y firme y nada altera su
tranquilidad. Se le puede arrojar agua encima o encenderle fuego entre los
pies. Se le puede golpear el pecho con los puños cerrados, clavarle el fuego
de miradas hipnóticas o gritarle a voz en grito: Tauro no se moverá un
centímetro. Una vez tomada su posición, se cruza tranquilamente de brazos y
se sienta sobre los talones. Exhibe un mentón bastante prominente, dilata
las narices, echa atrás las orejas... y tú te aguantas.
Es raro que el Toro se lance a atropellar a alguien. Lo
que quiere es simplemente que le dejen solo. No le molestes y se sentirá
satisfecho. Presiónale y se mostrará obstinado. Empújale demasiado,
fastídiale en exceso, y prepárate entonces para una furia violenta. Es capaz
de aguantar durante meses y años, exhibiendo un dominio y un control
perfectos, aspirando la fragancia de las flores y haciendo caso omiso del
nervioso bullicio que le rodea. Hasta que algún día inesperado un imprudente
le ponga una pajita de mas sobre los anchos lomos. Entonces bufará, empezará
a arañar la tierra, entornará los ojos... y se lanzará a la carga. ¡Apártate
del camino con toda la rapidez que puedas y corre para salvar la vida! La
irascibilidad taurina rara vez se despliega de manera impulsiva, pero cuando
el Toro se enfurece es capaz de destruir todo lo que encuentra en su camino,
aunque sea un Escorpio. Pero destruir no es la palabra; demoler habría que
decir más bien. Y puede pasar un tiempo antes de que se deposite de nuevo el
polvo y vuelva a reinar la paz. Hay Tauros con tanta capacidad de control
que en toda su vida no cargan mas que una o dos veces. Hasta los de genio
mas vivo apenas si estallan un par de veces al año, y ya es mucho. Con todo,
es mejor tener presente que, por lo general, Tauro no se enoja o fastidia
só1o un poquito. Si el incidente es lo bastante importante como para
quebrantar la normal placidez de sus emociones, lo que hay que esperar no es
un enojo cualquiera, sino una furia ciega.
Se de un Tauro a quien su mujer jamás había visto
encolerizado durante todos sus años de casados, hasta que se suscitó un
incidente en un atestado restaurante. Un borracho de los fastidiosos se
acercó, tambaleante, a la mesa e hizo un comentario subido de tono. La mujer
esperaba que su marido afrontara la situación con su firmeza y su
autodominio habituales, y se quedó tan atónita como el resto de los clientes
cuando súbitamente Tauro se levantó, derribó dos mesas, levantó al hombre en
vilo y lo mandó volando al otro extremo del salón, donde se estrelló contra
el tablero de los músicos. El incidente fue mudo. Espero que esto inspire al
lector la cautela adecuada. Antes de hacerle siquiera un guiño a una
desconocida, mas vale saber que día cumple años su acompañante.
Cabe esperar que muchas personas nacidas en mayo se
parezcan a un toro... los hombres, claro, aunque las mujeres nacidas bajo
este signo tendrán una intangible e imprecisa cualidad bovina. La mirada de
las mujeres Tauro será serena y límpida, pero fija. Se mueven con gracia e
indolencia, pero algo en ellas sugiere una fuerza oculta. En cuanto a los
hombros, el pecho o la espalda –o las tres cosas– anchos y fuertes. Alto o
bajo, el cuerpo será bien proporcionado. Las orejas suelen ser pequeñas y
pegadas a la cabeza. Cuando comen, mastican con lentitud y por lo general
tienen una digestión excelente. Es fácil encontrar un mechón de pelo (como
la guedeja del toro) o un rizo que cae en el centro de la frente. Aunque no
todos, muchos Tauros tienen el pelo rizado u ondulado, y casi siempre
oscuro, como los ojos y el cutis. Incluso los escasos Tauros rubios, de ojos
y de tez clara, jamás darán la impresión de fragilidad, ni mental ni de
carácter.
Claro que no se puede esperar que todos los de este
signo se parezcan a Ferdinando el toro o a la vaca Clarabella. Es verdad que
generalmente son de cuerpo grande y generoso, que a veces no só1o es
musculoso sino rechoncho y hasta gordo. Pero Si nos hacemos demasiado a esta
imagen, no reconoceremos los Tauros flacos, y a ellos también es importante
distinguirlos. ¿Qué harás, lector, cuando enciendas la televisión y en la
última película de la noche te presenten algún Tauro como Bing Crosby, Fred
Astaire o Gary Cooper? No te dejes engañar por ellos. Con toda la ligereza
de pies que le da Piscis, y el vaporoso encanto de Géminis, Fred Astaire es
un Tauro, de tierra, y eso no pueden cambiarlo las demás influencias
planetarias de su carta natal. Pregúntaselo a su amigo el coreógrafo Hermes
Pan, o a cualquier otro que esté próximo a esa leyenda danzante.
Intenta averiguar
lo que cuesta conseguir que sus ágiles pies vayan hacia donde él no quiere
ir, o que haga algo que no quiere hacer. Bing Crosby también es famoso por
su personalidad imperturbable, serena y campechana. (Probablemente el que
iba en el barco era uno de los hijos de Bing.) Y en cuanto a Gary Cooper,
fíjate otra vez en la estampa flaca y larguirucha del héroe de tantas
películas del Oeste. Sus pies dan la impresión de que crecieran directamente
del suelo, como si tuvieran raíces. Se mueve por la pantalla del televisor
con lenta deliberación, y el número total de oraciones completas que el
actor pronuncia en aquellos viejos westerns apenas si llegará a una docena.
¿El actor? Pero si con el venerable sistema hollywoodense de repartos, Gary
Cooper siempre hizo unas interpretaciones estupendas de Gary Cooper. Y, como
sucede con muchos otros Tauros que encontramos lejos del escenario y de las
cámaras, las escenas de amor de Gary Cooper nos muestran a una romántica
muchacha que llora: <<Te amo locamente, apasionadamente. No puedo vivir sin
ti. Eres toda mi vida, amor mío. Dime que te importo. Dime que sientes lo
mismo que yo. ¿Me amas, de verdad?>>. Y ¿qué respuesta obtiene la pobre
chica por semejante torrente de sentimientos? <<Si>>, (Pero puede ser
curiosamente satisfactoria.)
Tauro se siente
intensamente atraído por el sexo opuesto, pero entre sus costumbres no se
cuenta la de perseguir activamente ningún tipo de placeres. Prefiere atraer
a la gente hacia él. ¿Por qué ha de desperdiciar sus energías
persiguiéndolos por el campo? Con una pequeña excursión, a una granja y una
sagaz observación de las leyes de la naturaleza, quedará en claro la forma
en que se activan las emociones taurinas, tanto en cuestiones de amor como
de amistad. La pasividad es el comportamiento típico. Tauro prefiere recibir
hospitalariamente en su casa, antes que molestarse en ir de visita. El
esfuerzo que requiere alcanzar una popularidad centelleante no está hecho
para la naturaleza del Toro. Si lo quieren, pueden llamarlo, que él estará.
Si le arrojas el anzuelo de la camaradería o del romance, él lo recogerá, si
le interesa. Y además, sabrá que hacer con él, lo que no siempre sucede con
otros signos más gregarios.
Es raro que Tauro
se preocupe, se irrite o se coma las uñas. Es posible que si las cosas no
van como él quiere, cavile y ponga cara larga, pero no es del tipo nervioso
e inquieto. Estoico por naturaleza, se toma las cosas como vienen, y nada es
capaz de alterar esta inclinación fundamental.
Conozco un Tauro
que es a la vez abogado y funcionario contable, una doble carrera que para
cualquiera supone un esfuerzo considerable, especialmente cuando vencen los
plazos de impuestos. Admito que este Tauro se muerde un poco las uñas. Está
bien, se las muerde mucho. Habla mas rápido que yo (que hablo bastante
rápido) y hasta tiene un par de arrugas de preocupación en la frente. Pero
en su carta natal hay una fuerte influencia de Géminis a la que se debe esa
aceleración engañosa, y si uno mira por detrás del torbellino de su dinámica
imagen exterior, seguirá encontrándose con un Tauro. Su cerebro es capaz de
calcular con la rapidez del rayo, pero las decisiones las toma con lentitud
y cuidado. Sus acciones son predecibles, su carácter fuerte, y podéis
preguntarle a su esposa si se deja persuadir cuando ella quiere convencerle
de que se vista para salir, una noche que él tiene ganas de quedarse en
casa. Preguntad también a sus clientes que intentan conseguir que cierre
rápidamente un trato. El Toro escucha con paciencia y de buen modo, pero los
papeles no se firman hasta que él no esté convencido de que la operación es
buena. Oh, vaya si es un Tauro, pese al ingenio y a la agilidad de Géminis.
La rapidez en la acción no se cuenta entre sus vicios. Tauro acomete con
lentitud, y esta no es una falsa inferencia.
Los nativos de
Tauro son gente hogareña. Es raro el Toro al que no le encanta regodearse
bajo su propio techo y relajarse en un ambiente cómodo y familiar. El cambio
lo altera (a menos que tenga
Cuando el
bullicioso estrépito de la ciudad ejerza sobre él demasiada presión, se irá
decididamente con su caña de pescar en busca de un lugar pastoral y
tranquilo. Que el mundo se ponga a girar con demasiada rapidez para él y
amenace marearlo, y Tauro se irá simplemente a tomarse un descansito hasta
que amaine. Si no tiene la escapatoria de la caña de pescar o de la maceta
en la ventana, es posible que se dedique a los negocios inmobiliarios y que
se ocupe de resolver los problemas de vivienda de otros, lo cual le
permitirá de vez en cuando darse una vueltecita por los suburbios. Por
remota que sea, siempre tiene una conexión con la tierra, que puede ser
andar por los alrededores del hipódromo o dar su paseo de los domingos por
un parque, embebiéndose del espectáculo y la fragancia de la naturaleza.
El Toro es sano y
de constitución fuerte. No es muy fácil ponerle de espaldas, pero cuando cae
en cama es posible que sea lento en recuperarse, debido en parte a su
obstinada negativa a obedecer a los médicos. Su inclinación natural a evitar
el optimismo tampoco favorece una recuperación rápida. Las zonas
susceptibles de infección y de accidentes son la garganta, el cuello, las
piernas, tobillos, órganos reproductores, espalda y columna vertebral. Los
resfriados le acarrean con frecuencia dolores de garganta, y el exceso de
peso producido por el legendario amor taurino de la comida y la bebida, de
la comida sobre todo, puede imponer un esfuerzo excesivo al corazón y
convertirse en causa de problemas circulatorios, debilidad en los tobillos,
venas varicosas y otras dolencias crónicas. Otra posibilidad es la gota,
pero sin embargo, si evitan la obesidad, el letargo y las infecciones
renales, la mayoría de los nacidos en mayo pueden gozar de mejor salud que
el resto de sus semejantes. Digamos las cosas como son: si el Toro bebe en
exceso o se vuelve gordo y haragán, perderá su físico espléndido y su
robusta salud. Una de las principales causas de sus enfermedades es la falta
de ejercicio y de aire puro. Su organismo lo necesita siempre, por más que
su voluntad obstinada pueda negárselo.
Y ya que hablamos
de obstinación, digamos que de nada sirve decirle a Tauro que es obstinado
(u obstinada). Tal como el mismo se ve, el Toro no es nada terco. Es
paciente. Cuestión de semántica. Tampoco es cabeza dura, solamente firme y
sensato. Ni aunque en ello le fuera la vida podría entender por qué la gente
le juzga de manera tan injusta.
La verdad es que
Tauro es todo lo obstinado que puede serlo un ser humano sin llegar
realmente a convertirse en piedra. Parece que a los Tauros les hubieran
encolado no só1o a su asiento sino a sus opiniones. Un marido Tauro se
negará a acompañar a su mujer a la casa de una amiga si allí no hay sillas
lo bastante cómodas para que él se siente. Inútil que ella se lo ruegue: él
no irá. A su vez, la mujer Tauro que no aprueba a los amigotes de su marido,
simplemente no les habla. Así y todo, es verdad que los Toros pueden hacer
gala, con justicia, de la virtud de la paciencia. Más de uno soporta,
durante años y sin quejarse, cargas emocionales y físicas, y cuantos más
problemas se le juntan, más fuerzas encuentra Tauro para afrontarlos. Su
lealtad y devoción a la familia y a los amigos excede a veces los límites de
la comprensión. Son muchos los hombres y mujeres Tauro que se merecen
medallas de oro por su valor para soportar golpes del destino que habrían
derrumbado sin remedio a los nacidos bajo otros signos. Espléndido. Estoy de
acuerdo en que se le dé a Tauro una cinta azul en reconocimiento de su
fortaleza. Pero eso no cambia el hecho de que es obstinado.
Muy pocas son las
cosas que le quitan el apetito. Por lo común, el Toro puede comer cualquier
cosa, desde pimientos fritos a tarta de chocolate con crema batida, pasando
por nabos y entremeses, y todo en la misma comida, sin sufrir la menor
indigestión. El rosbif y los bistecs suelen ser sus platos favoritos, y le
encanta terminar con los restos. Si le sumamos alcohol, Tauro puede
parecerse muchísimo al rey Enrique VIII de Inglaterra, regodeándose
alegremente en un regio banquete. (Claro que un ascendente Virgo puede hacer
que viva de zanahorias crudas y lechuga, acompañadas de zumo de ciruelas.)
Lo que hace
cosquillas al sentido del humor de Tauro son las comedias de bofetadas. Son
muchos los Toros a quienes se les escapa la sutileza de la sátira, pero se
desternillarán de risa cuando alguien se resbale con una cáscara de plátano
o reciba un flan en la cara. El humor de Tauro es terrenal y cálido,
juguetón en el estilo de Falstaff. Son personas que raras veces o nunca se
muestran realmente crueles o vengativas. Cosa extraña, es frecuente que
cuando Tauro es cruel, en su carta natal tenga muchos planetas en Aries. No
parece que los dos signos combinen bien en el mismo horóscopo, y un buen
ejemplo de ello lo constituye Hitler.
Y si pasamos al
tema del dinero... es raro que el Toro y su dinero se separen. No todos los
Tauro son millonarios, pero tampoco se encontrarán muchos que estén haciendo
cola para tomar la sopa boba. A Tauro le gusta levantar imperios lentamente
y con seguridad. Empieza con cimientos bien só1idos y poco a poco va
agregando un piso cada vez, hasta haber edificado un negocio estable y
consolidado una cuenta bancaria a fuerza de músculos. Lo extraño es que a
Tauro le gusta acumular poder, lo mismo que efectivo, pero por el mero
placer sensual de poseerlo, ya que frecuentemente delega la acción en sus
subordinados. Parece que só1o con saber que el poder está ahí, junto con el
dinero, la necesidad de seguridad de Tauro queda satisfecha. ¿Por qué ha de
tomarse el trabajo de ser él quien maneje todos los hilos? Si para hacer eso
están los Cáncer y los Capricornio, mientras el Toro descabeza un sueñecito,
aspira la fragancia de una flor o mira pasar las chicas. A él le basta con
que todo el mundo sepa quien es el dueño de la pradera. Tarde o temprano,
Tauro llegará a tener dinero y, por lo general, dinero que le llega, se le
pega. Tauro valora sus billetes y sus propiedades tanto como valora su
familia, pero no es tacaño. El corazón y el bolsillo del Toro se abren con
generosidad para los verdaderos amigos que se encuentran en verdaderas
dificultades.
Lo que es grande
le impresiona. Cuanto más grande es un edificio, mas imponente le parece, y
si va al zoológico no se detendrá ante los monos, pero se quedará mirando
fascinado al poderoso elefante. Tauro es capaz de hacer frente a animales
enormes con un valor increíble, pero en cambio se asusta de los ratones. Un
tigre suelto no conseguirá que al Toro se le mueva un pelo, pero una
minúscula avispa puede hacerle trepar al árbol más próximo, presa de
nervioso pánico.
Los cuadros bellos
y las grandes sinfonías le conmueven profundamente. No hay Tauro que no
conserve alguna prueba del venusino amor del arte y de la música, aunque no
sea más que un viejo disco de Caruso o una postal con la reproducción de
alguno de los primeros Van Goghs, metida bajo la camiseta que usa cuando
sale a pasear los fines de semana. Son muchos los hombres y mujeres Tauro
que tienen buena voz. Algunos son cantantes profesionales, otros entonan sus
gorjeos en la bañera, sumergidos en un baño de espuma y sonando con una
dorada seguridad. De una manera u otra, la música estará siempre presente en
la vida de Tauro, y el dibujo y la pintura se convierten frecuentemente en
pasatiempo o en profesión.
Al sensual nativo
de este signo le tranquiliza el color del cielo. Los matices del azul
impregnan de paz sus emociones, y lo mismo, aunque en menor grado, sucede
con el rosa y el salmón, pero nunca el rojo, como puede confirmarlo
cualquier matador. También los tonos verdes y castaños de la naturaleza le
resultan sedantes. Con el verde del papel moneda y una casa de piedra
castaña puede estar perfectamente satisfecho.
Aunque las ideas
de Tauro son siempre sensatas, también pueden brillar con la claridad y la
hondura de quince preciosos zafiros que se suman a seis clases de buena
suerte, a medida que doble su dinero bajo la benévola sonrisa de los dioses.
Nada es pequeño en
Tauro, ni su capacidad para el amor duradero ni su potencial para la
riqueza. El cobre, el metal del Toro, es excelente conductor del calor y de
la electricidad, y reluce con satinada belleza a lo largo de años de trajín
y uso. Que los excitables se apresuren por llegar, a codazos, a primera
fila. La tranquila naturaleza del Toro no necesita de antorchas que le
iluminen el camino hacia la seguridad que él busca. Algún día el éxito le
llegará, y él estará preparado. Como desde su lejanía Venus derrama sobre él
el amor del lujo, puede pagar caras sus posesiones y atesorarlas durante
toda la vida; sin embargo, es enemigo declarado del derroche y de la
extravagancia. Su hogar es su castillo... y que nadie vaya a perturbar la
paz del Toro. Tauro es paciente como el tiempo mismo, hondo como la selva,
dueño de una fuerza capaz de mover montañas. Pero es cabeza dura.
Personalidades
Tauro famosas
Fred Astaire
Honore de Balzac
Catalina
Perry Como
Gary Cooper
Stephen A. Douglas
Reina Isabel II
Luke Ellington
Ella Fitzgerald
Ulysses
Sugar
Toots Shor
Harry S. Truman
Orson Welles
Su banquero amigo
Vaya, si yo no diría nada
aunque me cayera de encima
de la casa.
... Solo que sería mejor
que no te acercaras mucho
Generalmente, cuando me
excito de veras;
ataco todo lo que veo.
Tal vez te imaginas al típico nativo de Tauro como un
hombre práctico y callado, tan sensato y a ras de tierra como un par de zapatos
viejos. Es verdad; así es. Quizás observes también que es lento para pasar a la
acción, deliberado y cuidadoso. También es cierto. Y de todo ello deduces que,
lógicamente, no es muy romántico. Decididamente falso.
¿De dónde has sacado la idea de que puedes analizar la
naturaleza de Tauro valiéndote únicamente de la lógica? Probablemente de algún
Libra que está tratando de impresionarte. Pues se equivoca. La lógica no sirve
de mucho cuando estás tratando de resolver el enigma de un símbolo fuerte y
masculino como el Toro, regido por un planeta amoroso y pacífico como Venus. A
ese nativo de Libra, con su mentalidad despierta, dile que se vuelva a la
biblioteca.
El toro puede tardar mucho tiempo en decidir si te quiere
como mujer. No será él quien se arroje con un salto olímpico a la piscina del
romance, para descubrir cuando ya no está en el trampolín que alguien se olvidó
de llenarla de agua. Pero una vez que haya llegado a la decisión de que eres tú,
y una vez que su mira sea conquistarte, hará que el enamorado de Libra parezca
un aficionado. Puede incluso avergonzar al León flechado y al apasionado
Escorpio. Tu sensato, lento, práctico y decidido varón Tauro es capaz de
enviarte todos los días una rosa roja hasta que te rindas a su asedio... para
casarte, o para lo que fuere. Incluso puede escribir una oda poética y
enviártela tímidamente por correo, sin firmarla, seguro de que tú sabrás quien
la manda. Como enamorado, Tauro es tierno, suave y protector. Su naturaleza
sensual le hará sensible a tus perfumes exóticos, a la tersura de tu piel y a la
suavidad de tu pelo. Es posible que no te lo diga directamente en florido
lenguaje, pero encontrará la forma de hacerte llegar el mensaje. En el Toro, el
sentido del tacto es una cosa tangible.
Este signo terrestre, fijo y negativo, está lleno de
contradicciones en amor. A Tauro le gustará verte envuelta en pieles suntuosas y
colores profundos. Puede llevarte un fragante ramillete de violetas recién
cortadas para tus pieles, y a la ancianita que las vende le dejará una enorme
propina en la cesta, porque le recuerda a su madre. (Sin embargo, tú no le
recordarás de ninguna manera a su madre ni a su hermana, salvo a la hora de
protegerte de las miradas agresivas de otros Toros que pretendan pasar a la
acción.) La música removerá sus emociones y lo pondrá en estado de ánimo más
favorable al amor. Es casi seguro que tiene una canción favorita que le hace
acordarse de ti cada vez que la oye. Es la que siempre selecciona cuando echa
una moneda en el tocadiscos automático.
Si necesitas mas pruebas de lo romántica que es su alma, el
hombre típico de este signo te ayudará a formar tu ajuar con regalos de
cumpleaños de porcelana y platería, y para Navidad creerás que es el propio
Santa Claus cuando le veas llegar cargado de paquetes misteriosos y chucherías
sentimentales. Es de los que sugieren nadar a la luz de la luna, ir de picnic a
un bosque fresco y tranquilo, y caminar bajo las estrellas por una senda
campestre. La suya será la tarjeta más grande, mejor decorada y más elocuente
que te traiga el cartero para fin de año. Cuando un hombre Tauro te corteja lo
hace de verdad. Lo más probable es que te lleve a cenar a restaurantes
sensacionales, con violines y luz difusa, y que jamás se olvide del día en que
os conocisteis o de cualquier otro aniversario de los dos. Dime, por favor, ¿es
que te hace falta mas romance?
Es totalmente cierto que el Toro no es un soñador
desaforado como el varón de Acuario. Tauro no te levantará en el aire como haría
Leo, ni te prometerá llevarte en una nube rosada a vivir con él en un castillo,
durante toda la eternidad y un día, como Aries. Lo más probable es que algún
sábado por la noche llegue, a pie, con los planos de la casa que piensa
construir para ti, de manera auténtica y que pagará con verdadero efectivo. Es
probable que ya haya pagado la entrada inicial de la compra del terreno, o por
lo menos del apartamento, antes de que os hayáis comprometido. Este hombre se lo
toma en serio. Cuando el Toro te levante en brazos para pasar el umbral y te
deposite firmemente en su casa, que no se parecerá ni remotamente a un castillo,
puedes estar segura de que la hipoteca está en la caja de seguridad del banco. Y
realmente, eso no puede ser motivo de queja. Cuando ya te encuentres envuelta en
la suave manta de seguridad del Toro, abrigada y cómoda, te preguntarás para qué
diablos querías esas nubes rosadas. Estarás demasiado ocupada en disfrutar de
tus muebles nuevos y de tu flamante cuenta bancaria (o de la certidumbre de
tenerla muy en breve) para llorar por esos sueños nebulosos que, de todas
maneras, probablemente no se habrían realizado. Todo esto, claro, si eres una
mujer que aprecia los valores só1idos. El problema es que no todas las mujeres
son así, pero las chicas sensatas, de
Tauro planea cuidadosamente para el mañana. Así como las
ardillas guardan nueces en verano, cuando abundan, para que no les falten en el
frío y estéril invierno, tampoco los placeres temporales de una tarde soleada
distraerán a Tauro, que siempre estará preparado para el día en que la basura se
amontone sin que él pueda apartarla. Y, cosa curiosa, los maridos que pueden
permitirse el derroche económico de ir con su mujer a Florida en enero, o
enviarla allí para las vacaciones de invierno, suelen haber nacido en mayo.
Naturalmente, una escapada romántica con Tauro tiene sus
desventajas... no todo es vino y rosas. Para empezar, tendrás que acentuar tus
actitudes más femeninas. Ningún Tauro aguantará a una mujer gritona y masculina,
que haga restallar el látigo como un domador. Si tienes opiniones bien
definidas, no se las impongas ni te jactes de ellas en público. En privado,
Tauro respeta a la mujer inteligente (aunque para él tiene más valor el simple
sentido común), pero será mejor que permitas que él sea el más brillante de los
dos cuando salgáis a bailar juntos... e incluso si no hacéis más que estar
sentados en un restaurante. Si te jactas de mujer emancipada en presencia de sus
amigos, puedes esperar una de dos reacciones. Si es un Toro de los primitivos (y
te sorprendería saber cuantos hay), lo mas probable es que te de un empujón y te
zarandee, y hasta una buena palmada en el lugar adecuado cuando lleguéis a
casa... o incluso antes de haber llegado. Si es del tipo mas sofisticado,
simplemente se cerrará como una ostra delante de todo el mundo y se quedará como
un gran trozo de piedra, sin volver a decir palabra durante el resto de la
noche, hasta que tú te sientas tan incómoda que desees que la tierra te trague.
También los amigos estarán incómodos. Una situación así puede llegar a estropear
una velada, eso sin contar cómo te corta la inspiración.
Tu primer impulso será tratar de arreglar las cosas, pero
el intento de sacar a Tauro de su obstinación antes de que esta haya seguido su
curso es literalmente inútil; es como empeñarse en mover el peñón de Gibraltar.
Si pretendes burlarte un poco de él para conseguir que adopte de nuevo un
comportamiento social normal, es posible que termines pensando que ojala le
hubieras dejado con su enfado. Un gran trozo de piedra es infinitamente más
aceptable que la reacción de Tauro ante quien procura engatusarlo después de
haberle fastidiado. Si insistes demasiado, de esfinge silenciosa se transformará
en toro bramante, capaz de decir algunas cosas en lenguaje muy prosaico y hacer
que tus mejillas se te pongan más rojas aun. Eso, o si no, dirigirse con toda
calma al grupo: <<Les ruego que me disculpen, pero tengo que llevarme a casa a
la charlatana de mi mujer y enseñarle un par de cosas>>. Después de eso, te
pasarás semanas escondiéndote de todo el mundo. Y todo porque mientras el
mantenía hipnotizado al grupo con su opinión sobre la situaci6n política, a ti
se te ocurrió decir algo así como: <<Ay, cariño, no seas ingenuo. Si todo el
mundo sabe que a Fulano cualquiera le soborna. Con sus antecedentes, nadie le
votaría ni siquiera para presidente del sindicato de vendedores de helados en la
playa, y menos para diputado. No sabes lo que dices>>. En ese momento es cuando
él clava los talones, se cruza de brazos sobre el pecho musculoso y empieza a
poner cara larga, o a partirte la cabeza, lo que sea. Si ves que él busca su
abrigo, es mejor que tú también te pongas el tuyo. Es raro que un Tauro deje a
su mujer sola y desprotegida entre los lobos, por muy intenso que sea su enfado.
Se la lleva consigo, por los pelos si es necesario, de manera que no te hagas a
la idea de quedarte para disfrutar de la comprensión de los demás.
Cuando él se vaya, te vas tú. Y permíteme que te aconseje
que te disculpes antes de llegar a casa, porque él no lo hará. Refugiarte en
brazos de mamá tampoco te servirá de nada. Comparte con él la mesa y la cama, en
tanto que él pague el alquiler. La interferencia de la suegra es lo último que
está dispuesto a aceptar un Tauro.
La primera vez que intentes el recurso de <<irte a casa de mamá>> será
probablemente la última. Después de haberlo visto furioso una vez, tus padres
preferirán echar llave a la puerta y dejar que resuelvas sola tus propios
problemas.
Conozco a un Tauro, casado con una mujer agresiva, que
encontró una solución muy especial. Simplemente, se niega a aparecer con ella en
público. La fuerza irresistible de ella se encontró con un objeto imposible de
mover: él. La mujer puede salir y despojar de su masculinidad a todos los
hombres que quiera, pero no a Tauro, el Toro. Él tiene gran afecto por su
pareja, y en muchos sentidos sus relaciones son excelentes, se respetan
muchísimo el uno al otro, pero si ella no aprende a ser sumisa, callarse la boca
y dejar que el hombre sea él, tendrá que ir sola a fiestas, reuniones y teatros.
Su marido se ha negado a acompañarla desde la vez que con otras parejas fueron a
cenar a un lugar elegante. Ella se apoderó del menú y encargó la cena para
todos. Durante el primer plato hizo comentarios imprudentes sobre la corbata y
el corte de pelo de su marido, y a los postres le interrumpió varias veces
mientras contaba chistes. Ahora tiene que ir sola a cualquier ocasión social
porque su compañero se niega a moverse de casa. En realidad, no se le puede
culpar. No hace más que mantenerse fiel a su signo solar. Y aun en este caso, el
matrimonio sigue siendo só1ido; pero no siempre se tiene tanta suerte, de manera
que mas vale que no hostigues demasiado a tu Tauro.
Es sumamente paciente, pero no se dejará poner un anillo en
la nariz. Tampoco le gusta sentirse ahogado por una enredadera. El Toro es
demasiado práctico, y ama demasiado su libertad, para estar bien con una mujer
que se le pegue como un sello y de un grito cuando se le cae un pañuelo. No
tiene inconveniente en que su compañera tenga cierto fuego y temperamento; eso
le atrae y equilibra su propia madurez. Con una leve sonrisa divertida, Tauro la
observará mientras ella se escabulle alegremente, de manera típicamente
femenina, como se miraría a un gatito mimado que juega con un ovillo de hilo de
brillantes colores. Pero el gatito sabe que cuando el Toro le da un buen tirón
al hilo, hay que dejarse de juegos y bromas para escuchar la voz del amo. Nadie
puede ser más bondadoso, gentil y tolerante que Tauro, cuando siente segura su
masculinidad. Es capaz de hacer cualquier cosa en el mundo por la mujer que ama,
salvo dejar que ella lleve los pantalones. A veces, Tauro puede conducirse como
un torpe oso de circo, y su humor suele ser basto y ridículo. Pero cuando la
fiesta termine, el Toro no seguirá haciendo el papel de bufón.
Le gustan los estudios de mercado, y es raro que se meta
atropelladamente en un galanteo serio. Es posible que la chica a quien invita al
cine todos los sábados por la noche, desde hace un año, se pregunte intrigada
cuando ira la cosa en serio. Tauro necesita tiempo para que en su caldera se
forme el vapor suficiente para que la máquina funcione a toda velocidad, pero
una vez que ha puesto sus miras en una mujer determinada, no se desvía de su
camino. Hasta es posible que olvide su sensatez y su cautela. El varón típico de
Tauro es ciego para cualquier advertencia de incompatibilidad cuando ha sido
alcanzado por la flecha de Cupido. Cuanto mas se empeñen sus amigos en señalarle
posibles obstáculos, mas obstinado se mostrará... y ya sabemos lo que puede
suponer ese <<mas>>. Por consiguiente, suele suceder que Tauro cometa el error
de enredarse con signos de aire y de fuego, cuando en la mayoría de los casos se
lleva mejor con los de tierra y de agua. A veces, la combinación resulta
beneficiosa. Los opuestos pueden atraerse y seguir atrayéndose. Pero cuando no
sucede así, Tauro necesitará mucho tiempo para superar las cicatrices de un
divorcio antes de que esté dispuesto a empezar de nuevo con una mujer que
armonice mejor con su propia disposición y con su manera de ver.
Las perspectivas financieras con un hombre de Tauro son por
lo general excelentes; un cuadro en tonos rosados. Pocos Tarros dejarán de
alcanzar, si no la riqueza, la seguridad por lo menos. Hay entre ellos quienes
juegan al juego del Monopolio con dinero de verdad, y ganan. El Toro consigue
con igual facilidad bienes raíces y dinero efectivo.
Es probable que adore el campo, el fútbol, la pesca y el
camping. En todo caso, le gustarán las flores, la jardinería y los largos paseos
a pie. Prefiere leer libros sobre los valientes héroes de antaño, o las
biografías de los constructores de imperios, antes que novelas rebuscadas o
profundos tratados filosóficos. La mayoría de los Tarros se suscriben a varias
revistas para hombres, algunas terrenales y prácticas, otras que le ofrezcan
arrobadoras imágenes femeninas.
Es hombre de la cabeza a los pies, de modo que jamás le
ofrezcas esos pulcros sándwiches de miga con el pan descortezado. A Tauro le
gusta la buena cocina casera, a la antigua, con muchas patatas y salsa, y el
pastel de manzanas como el que solía hacer mamá. Cómprate un buen libro de
cocina, aunque él también estará dispuesto a llevarte con frecuencia a cenar
afuera. Un Tauro típico no espera que su mujer sea esclava de la cocina (aunque
pueda llenarte de ollas y cazos cuando los domingos juega a cocinero y espera
que tú laves los platos).
Como padre, el Toro es perfecto. Aunque piense que es
importante tener un varón que perpetúe el apellido, será especialmente tierno
con las niñas. El padre Tauro es cariñoso, cálido y tierno. Tauro impondrá
elevadas normas a sus hijos y esperará que sepan respetar la propiedad y las
posesiones. Es un padre paciente, a quien no le importará que los niños sean
lentos para aprender las lecciones, con tal que las aprendan bien. Está
convencido de que a las mentes jóvenes hay que llevarlas lentamente hasta la
madurez. Tal vez encuentras que pone demasiado el acento en las cosas
materiales, y que cubre a los niños de regalos caros, que ellos no saben
valorar. Pero también los cubrirá con su tiempo y su dedicación, y cuando sea
necesaria no faltará su mano firme para la disciplina. En general, vivir con
papá Tauro puede ser una grata experiencia, llena de amor (salvo en las raras
ocasiones en que el Toro carga ciegamente, lleno de furia, y toda la familia
corre a esconderse detrás del piano).
El marido típico de Tauro es generoso hasta el exceso con
su mujer. No te privará de buenas ropas, perfumes y chucherías; tendrás muebles
elegantes, pero prácticos, y la despensa siempre llena. Es raro que el Toro
ahorre en muebles, ropa o comida, pero tampoco el dinero le hará agujeros en los
bolsillos (salvo que en su carta natal haya aspectos impulsivos en lo
financiero). Le gusta el lujo, pero no está menos enamorado del dinero, y tomará
medidas para que el suyo sirva para comprar algo más que las palabras de un
vendedor.
Es un hombre que trabaja mucho y necesita mucho descanso.
Ocúpate de que no le falte, porque cuando está cansado y no se siente bien,
puede convertirse en un gruñón insoportable. Jamás le fastidies ni le acuses de
dejadez, porque sería como agitarle una bandera roja en la cara. É1 vive la vida
a su propio ritmo, que es tranquilo, y no se deja urgir ni llevar por delante.
Su velocímetro no registra más que una velocidad: moderada. Los intentos de
hacerle girar alegremente en el tiovivo de una continua actividad social están
condenados al fracaso. Al Toro le gusta recibir en su propia casa, pero prefiere
unas pocas personas de intereses afines y no una multitud. Invita a los viejos
amigos, o a los que tengan metas y ambiciones importantes, y se mostrará cordial
y hospitalario. Si insistes en abarrotar su casa de tipos frívolos y sin nada en
la cabeza, es posible que simplemente desaparezca de la escena... a veces para
siempre.
Cómprale una de esas tumbonas en la que pueda recostarse
cómodamente. Nada de ruidos fuertes, radios ni televisores vociferantes, por
favor. Que tu casa esté llena de música, belleza y paz. Recuerda que los
pantalones le van a él mejor que a ti.
Si eres su mujer, no podrás pedir hombre mejor. Nadie te
tratará jamás con tan graciosa consideración, y por eso, realmente merece ser
respetado. El amor de Tauro es simple, llano y sincero. Su naturaleza afectuosa
y la atención con que te halagará harán que te sientas segura de ser amada, pese
a todos tus defectos y fallos que otros hombres criticarían sin cesar. Tauro
ofrece una lealtad y una dedicación perdurables, con un corazón fiel; y todo eso
significa seguridad afectiva. Si a eso se une la seguridad financiera y el
espíritu romántico, no tienes nada más que pedir. Estamos de acuerdo en que es
obstinado, pero no olvides que la obstinación, según como se la mire, es
paciencia, y la paciencia es una virtud rara.
Compra una buena manta, peluda y esponjosa (Tauro adora las
cosas que son suaves al tacto), arrópalo con ella cuando se siente en su sillón
y léele la información de
Afuera, la escarcha –la nieve cegadora, la furia sombría de la
tormenta de viento–, adentro, el rojizo resplandor del fuego y los niños en su
nido de alegría.
Recuerdo una conversación que tuve una vez con una
escritora cuya madre había nacido en mayo. Mientras hablábamos de los hábitos y
del carácter de sus padres, la muchacha comentó que <<Mamá era una mujer alta>>.
<<Pues entonces tú debes haber salido a tu padre>>, señalé, ya que la chica era
de estatura mediana. Sonrió. Y jamás me olvidaré de lo que dijo. <<No me refería
a la estatura física. Mamá era mas baja que yo. Yo hablaba del alma>>. La
muchacha era Piscis, el signo que ve más hacia dentro.
Tenía razón. Una mujer Tauro es una mujer alta. Aunque no
llegue a medir un metro y medio, puede alcanzar la altura suficiente para hacer
frente a casi cualquier emergencia en la que pueda situarla la vida. En muchos
sentidos, la mujer Tauro es la sal de la tierra, una combinación de las más
preciosas cualidades que todos los hombres buscan, y que rara vez encuentran. Es
capaz de exhibir un genio violento que llevará a un fuerte varón a refugiarse
corriendo en los bosques (o por lo menos debajo de la mesa), pero no se
entregará a un acceso de cólera si no la provocan. Por lo general, si nadie la
atormenta mas de lo que puede soportar un ser humano, o si el destino no le da
una mano realmente muy mal barajada, será capaz de jugar con limpieza la partida
de la vida, con admirable serenidad. Su candor y su sinceridad básica no conocen
la dilución de las lágrimas ni otras tretas femeninas parecidas. La muchacha
Tauro aventaja en valor moral y emocional a más de un recio varón, pero tiene
suficiente confianza en su sexo para dejar que el jefe seas tú, si eso te gusta.
Si tú no te haces cargo, es posible que tome las riendas y sea ella quien se
encargue de dirigir las cosas, aunque preferiría que fuera al revés. Lo que
busca es un hombre de cuerpo entero, porque sabe que ella es una auténtica
mujer, y está orgullosa de serlo. Para ella, ser mujer no significa
necesariamente ser una coqueta incorregible, una cabeza hueca o una gatita que
se finge débil para salirse con la suya. No tardarás mucho en darte cuenta de
que tiene su propia opinión, y de que es lo bastante fuerte como para no
necesitar ponerse fastidiosa para conseguir su objetivo.
Generalmente, la mujer Tauro encierra en sí el autodominio
suficiente para sujetar un tiro de caballos (lo que da justa idea de la fuerza
oculta de su voluntad), si decide ejercitarlo. Y esperamos que así sea. Con
ascendente en Aries, Leo o
Los hombres aprecian siempre su generosa tendencia a tomar
a la gente como es, sin reticencias. Se siente tan cómoda con un hombre de
ciencia que venga de estudiar las moscas tse tse en el Congo como con el
tragaespadas del circo. Los dos hacen aquello para lo que nacieron, ninguno de
los dos es un impostor, y eso es lo que a ella le interesa. Sus mejores amigos
pueden ser criaturas espeluznantes arrancadas directamente del mundo de
Toulouse–Lautrec, o pueden ser cuadros de Norman Rockwell que han cobrado vida.
Pero siempre se tratará de seres reales, no maniquíes ni estatuas. Cuando
tropieza con alguien que le disgusta, la mujer Tauro no inicia una campaña para
destruirlo, ni enfrenta o desafía sus ideales y sus motivos. Lo evita,
simplemente. Con sus enemigos puede mostrar una helada indiferencia, pero si tú
te cuentas entre sus amigos, te será leal a través de todas las vicisitudes. Su
decisión de serte fiel hará que la amistad entre Damon y Pitias parezca una
relación circunstancial.
Puedes conducir un Maxwell, subir al mástil de la bandera,
descuidar totalmente tu aspecto o ponerte flores en el pelo, si eres su amigo,
de alguna manera ella justificará tus acciones. Hay un pequeño detalle, claro:
ella espera tercamente de la otra persona su misma fidelidad ciega y su
invariable lealtad. Y si a cambio de la suya no le ofreces una devoción total,
puede enfurruñarse en un rincón como una triste nube gris de resentimiento
acumulado.
No confundas eso con los celos, sin embargo. La mujer Tauro
normal acepta el masculino deporte de mirar a las muchachas. A diferencia de las
mujeres Leo o Aries, Tauro no se pondrá roja de furia cada vez que tú admires
abiertamente a una chica bonita. Para encender su cólera hace falta algo más que
un simple flirteo o un beso de despedida en la mejilla de una buena amiga. Si
sobrepasas los límites de su idea de lo que es jugar limpio, puede llegar a ser
temible, pero la línea está trazada con cierta generosidad. Realmente, tendrá
que sentirse muy acorralada para que estalle con la furia típica del Toro.
Está bien, puedes hacerle un guiño a esa cajera tan bonita,
pero no pongas demasiado a prueba la paciencia de tu chica Tauro. Por inagotable
que parezca, tiene sus límites, y si nunca la has visto enfurecida, mejor déjalo
así.
Tauro no es una mujer dominada por objetivos estrictamente
mentales, sin que eso quiera decir que no sea inteligente y despierta. En cuanto
a seso, está a la altura de los hombres y de las mujeres más dotadas, pero no le
preocupa demasiado entender la teoría de la relatividad ni complacerse en
abstracciones. Los títulos universitarios múltiples no la fascinan ni la
impresionan; uno es suficiente para ganarse su respeto. Una mentalidad práctica,
el sentido común y la capacidad de entender lo fundamental de cualquier tema son
lo esencial en ella. Pero la típica muchacha Tauro no es una intelectual que se
divierta leyendo a los filósofos, y las ideologías intrincadas no son su fuerte.
Su pensamiento es práctico y sólido, sin adornos ni demostraciones de calistenia
mental. Tiene los pies bien plantados en la tierra, y en sus firmes talones no
hay el menor indicio de que puedan asomar alas. Es raro que las mujeres Tauro
sean inquietas; no pierden ni la cabeza ni el equilibrio.
Normalmente, la perspectiva taurina es recta y segura, sin
deformaciones ni distorsiones (aunque
Es una criatura estrictamente física, lo que a ti te
interesará indudablemente, pero para interesarle a ella, un objeto o una idea
tiene que actuar sobre sus afinadísimos sentidos. Tauro se desentiende por
completo de cosas que son <<buenas para ella>>, que <<todo el mundo hace>> o que
la <<estimularán mentalmente>>. Si acudes a ese tipo de persuasión la harás
bostezar. Para que reaccione con auténtico interés, ella tiene que encontrar
alguna satisfacción sensual en todo lo que hace.
Es raro encontrar a una mujer Tauro acomodando en un jarrón
unas cuantas flores artificiales. Para ella las flores deben ser reales y tener
su propia textura o fragancia. En primavera y en otoño recogerá enormes ramos de
retama y dulcamara, y en verano llenará la casa de grandes dalias y crisantemos.
Su perfume será por lo común exótico y persistente, aunque algunas Tauro se
inclinan en sentido opuesto y prefieren la fragancia de un cutis y un cabello
limpios hasta la exageración. A las muchachas de este signo les conmueven
indudablemente las sábanas recién lavadas e impregnadas del suave olor del sol,
o el aroma delicioso del pan que se cuece en el horno. Les levanta el ánimo el
olor del diario de la mañana, la emanación embriagadora de la hierba recién
cortada después de una lluvia de primavera, la de una vela de cera al arder o el
humo que se eleva de una pila de hojas otoñales. Que esto te sirva de
advertencia para usar una buena marca de loción para afeitar, frotarse detrás de
las orejas con un trozo de periódico húmedo, meterte una hoja medio quemada bajo
la solapa y conectar el sistema de riego antes de darle el beso de las buenas
noches. Los olores desagradables la afectan con la misma intensidad, aunque en
sentido opuesto. No es una chica a quien le gustaría tener en su casa un
zorrino, aunque lo hubieran desodorizado. No la lleves a comer pescado frito sin
llevar contigo un aromatizador de ambientes. El problema está en el olor de la
fritura; la fragancia del pescado fresco recién sacado del agua es otra cosa: es
natural. Tampoco un establo ofenderá sus delicadas narices. Otra vez, Madre
Natura. Si quieres que tu cortejo termine en un éxito olfatorio, tendrás que
hacer una lista minuciosa.
También los colores exaltan sus sentidos, cuanto más
intensos mejor. Todos los matices del azul te ayudarán a debilitar su
resistencia, al igual que el rojo y el rosado. Cuando la vayas a visitar, ponte
una corbata azul y una camisa de color rosado fuerte, pero no al mismo tiempo.
Recuerda que Tauro también tiene el instinto de la armonía, y no querrás parecer
un jardín de infancia mixto.
En la comida exigirá el sabor justo, y generalmente será
generosa con los condimentos (a no ser que tenga ascendente en Virgo o en
Capricornio). No te olvides de llevarla a lugares donde haya excelentes
cocineros, porque una magra hamburguesa y una inexpresiva sopa de guisantes la
dejarán emocionalmente fría. Si tienes suerte, será ella quien te invite a comer
algo preparado en casa, y lo más probable será que le hayas pedido su mano antes
del postre. Cuando una chica de este signo se ata el delantal, no es para
preparar tostadas con canela. Siempre será buena idea, si vas a visitarla, ir
con el estómago vacío.
Los sonidos armoniosos y los efectos visuales bellos la
atraen como un imán. La mayoría de las Tauro tienen notable talento para la
música y el arte o saben apreciarlos, en todo caso. Es posible que sean muy
buenos los dibujitos que hace distraídamente mientras habla por teléfono. Si la
invitas a salir, los conciertos y las exposiciones son muy buena idea, y para
una luna de miel piensa en las cataratas del Niágara o en el Gran Cañón del
Colorado. La majestuosidad de la naturaleza la dejará arrobada.
Si el Niágara resulta
demasiado caro, entonces llévala a un parque de diversiones. Probablemente, le
encantará andar en la rueda giratoria, sintiendo el viento en las mejillas y
escuchando la música del organillo. (La montaña rusa les llamará la atención a
sus hermanas de Aries y de Géminis.) Es rara la mujer Tauro que nunca haya
estado en una granja ni viajado por el país como autostopista, y a quien no le
guste montar a caballo e ir de pesca. Con toda su sensualidad, la mujer Tauro
tiene en el fondo de su corazón una vena retozona. La tierra la atrae con su
llamada seductora, y ella responde echando los brazos al cuello de Madre Natura,
con auténtico arrebato. Si quieres que con la misma autenticidad te abrace a ti,
procura no poner música estridente, no comer ajo sin hacer gárgaras después y no
vestir con colores disonantes.
Por último, está el
sentido del tacto. Las mujeres Tauro son de las que se quejan de que tu pullover
<<raspa>>; su tacto no resulta <<grato>>. Son poco menos que capaces de decir el
color de una tela, acariciándola con los ojos cerrados. Los tejidos que usen
serán suaves y agradables al tacto, nunca irritantes, y lo más probable es que
Tauro se vista con sencillez y buen gusto.
Su naturaleza sensual
tal vez no llegue al punto de usar ropa interior de encajes y vestidos
rebuscados (a no ser que haya un ascendente en Leo o Piscis, o influencia
lunar). Prefiere la ropa sencilla y deportiva, los conjuntos caros pero sin
exceso de adornos y detalles, y en el vestir persigue ante todo la comodidad;
también en las tiendas prevalece su sentido práctico. Si en su carta natal es
fuerte la influencia de Acuario, es posible que alguna vez se chifle un poco por
los trapos, pero incluso en esas ocasiones lo que elija servirá a algún
propósito utilitario.
A medida que la
conozcas mejor, te darás cuenta de que esta muchacha puede ser una torre de
fuerza. Rara vez se muestra exigente, salvo en lo que se refiere a lealtad, y su
disposición es generalmente estable, terrenal y agradable. A la gente le
encantan sus modales fáciles y directos; Tauro es tan calmante como un baño
templado. Y probablemente a ella le gusten los baños templados, con montones de
aceites, lociones y burbujas. Es frecuente que el cuarto de baño de una mujer
Tauro parezca el apartamento privado de Cleopatra, y uno puede esperar ver
aparecer un esclavo con un abanico de hojas de palmera.
Tal vez tengas que
aprender por dura experiencia que a una mujer de este signo no le gusta que la
contradigan, especialmente en público; pero eso puedes evitárselo teniendo
presente las características de su signo solar. Recuerda que le gusta hacer las
cosas con lentitud. Si la urges o la presionas se irritará, y no es prudente
hacer irritar a una mujer Tauro. Su tiempo puede ir desde lento a deliberado y
persistente; es raro que se muestre impulsiva, pero si la pinchas puede llegar a
ser violenta.
La maternidad le
sienta a las mil maravillas. Se adecua armoniosamente a su disposición serena y
combina a la perfección con lo bovino de su naturaleza. Tauro es tierna con los
bebés y adora a los chiquillos, pero a medida que crecen, tiende a mostrarse
demasiado estricta y exigente con los niños. En las mujeres Tauro hay una vena
de inflexible terquedad que hace que les resulte difícil aceptar los múltiples y
confusos cambios de la adolescencia. La madre Tauro se enoja cuando no se
respeta su disciplina. No aguanta desobediencias ni desafíos, que despiertan
toda la furia del Toro. También se le hace difícil tolerar la ociosidad o el
desaliño, de modo que lo más probable es que los chicos aprendan a mantener la
pulcritud en su cuarto.
El amor de este signo
por la belleza y la armonía impide que los nativos acepten con calma la falta de
esmero y la dejadez.
Hijos desordenados y
casa desarreglada pueden hacer que la madre Tauro lo vea todo rojo. Fuera de
estas peculiaridades, será probablemente buena madre y, con los años, sus hijos
encontrarán en ella más bien una amiga que una imagen materna. La mayoría de los
retoños de una mujer de mayo la recuerdan como una madre cálida y maternal
durante sus años de infancia, y una compañera con gran sentido del humor con el
correr del tiempo. Los años intermedios, aquellos en que la impaciencia juvenil
choca con la firme determinación del Toro, pueden dejar algunos recuerdos
desagradables. Pero la madre Tauro defenderá leal y valientemente a sus hijos de
los peligros externos y les enseñará a imitar su propia honradez y valentía.
Las mujeres Tauro
jamás son remilgadas. Es raro verlas llorar o quejarse. Son las mujeres que sin
decir palabra se ponen a trabajar hasta que el marido termine sus estudios de
medicina o toman un trabajo para hacer en casa si la familia pasa temporalmente
por una crisis financiera. Pese a la lenta deliberación de sus movimientos y a
su frecuente necesidad de descanso, las mujeres Tauro no tienen nada de
holgazanas; trabajan con empeño. Son capaces de treparse a una escalera para
rascar o pintar las paredes con la fuerza de un hombre, pero necesitan de una
siesta por las tardes, para recuperar fuerzas. Tauro marcha orgullosamente junto
a su hombre, y es raro que intente dejarlo atrás o cobijarse en su sombra. Más
de una mujer Tauro ayuda en sus estudios a su marido, si él está siguiendo
cursos especiales en su carrera profesional, o le pasa a máquina la
correspondencia comercial que él trae de su despacho. En estas cosas, es una
compañera excelente. Las Tauro jamás esperan que las mantengan sin aportar algo,
y se sienten muy mal con un hombre que a su vez no aporte, aunque tratan de
soportar la situación del mejor modo posible. A las mujeres Tauro les disgustan
todas las formas de debilidad.
Su impasibilidad ante
el dolor o el estrés emocional es casi milagrosa, y en ocasiones supera incluso
a la de la mujer Escorpio. Recuerdo una escena que presencie una vez en un
hospital. A una mujer Tauro la llevaban al quirófano para una intervención,
grave hasta el punto de que sus posibilidades de sobrevivir a la operación eran
muy pequeñas, y ella lo sabía. Era un riesgo calculado. Mientras el marido
miraba como la ponían en la camilla de ruedas en que la llevarían hasta la sala
de operaciones, ella se dio cuenta de que tenía los ojos llenos de lágrimas,
pero no hizo el menor comentario. En cambio, empezó a hacer bromas, hasta
conseguir que las enfermeras, e incluso el médico, sonrieran. Lo último que le
oyó decir su familia mientras los enfermeros procuraban entrar la camilla en el
ascensor fue algo típico de Tauro. En vez de dirigir a sus seres amados una
patética mirada de despedida, se apoyó en un codo para decir enérgicamente a los
enfermeros: <<Antes de volver a ponerme sobre este armatoste, consigan un poco
de aceite para engrasar las condenadas ruedas>>. Una mujer Tauro jamás deja que
los sentimientos anulen su sentido práctico.
Quien se case con una
mujer nacida en mayo no se casa con un bebé llorón ni con una buscadora de oro.
Tauro espera que él se ocupe de ella y administre con sensatez la economía de la
familia. Y cuando se trata de muebles y de comida, espera la mejor calidad, pero
también está alerta a las gangas y es capaz de esperar para tener los lujos que
anhela.
Dado su instinto de
estabilidad, no le resulta atractiva una fortuna rápida y sin cimientos firmes.
Prefiere ver que construyes cuidadosamente, de cara al futuro. Para ella es
importante producir buena impresión, y son muchas las Tauro que respaldan al
marido en su búsqueda de seguridad, invitando a cenar a gente influyente. Una
esposa Tauro es el espíritu de la hospitalidad.
Es de las que se
quedan en vela noche tras noche, cuidando a un niño enfermo, y ruegan por su
salud con una fe sólida como una roca, y de las que tiernamente pueden devolver
la esperanza a un hombre a quien el mundo ha golpeado, infundiéndole confianza
con su propia intrepidez. Es tan confiable y predecible como un reloj de pie,
tan capaz de arreglar una tubería rota o de cambiar un fusible quemado como de
hornear un pastel de cerezas o coser un botón. En su corazón hay siempre lugar
suficiente y amor bastante para acoger en su hogar a amigos y extraños, y su
casa será un puerto para quien acaba de salir de una tormenta. Como decía mi
amiga, las Tauro son<<mujeres altas>>.
De nada servirá que bajen
la cabeza,
diciendo... Ven, cariño...
>>;
si a mi me gusta esa
persona,
iré, y si no, me quedaré
aquí...
Es posible que
empieces a tomar conciencie de que tu bebé recién nacido es un Toro cuando
intentes vestirlo para salir con él del hospital. <<Mete los bracitos en el
suéter que te ha hecho la abuelita –murmurarás con ternura maternal–. ¿Por qué
cierras así los puñitos y pones los brazos tan rígidos? A ver, que niño tan
bueno. Vamos, a ver>>.
<<Déjame a mí –dice tu
marido–. Bueno, vamos ahora, hijo. A ver, esos brazos en las mangas.
Es
fácil. ¡Eh! ¿Me has oído, Charlie?
Vamos, mueve los brazos. ¡Muévelos!>>
Interviene la
enfermera.
No se enfaden –dice–,
que siempre es difícil vestirlos cuando son pequeños. Oh, que bebé tan bueno.
Bien despierto, pero sin llorar ni nada>>.
<<Sí, es tranquilo
–asiente el papá–. Pero sigue con los brazos cruzados sobre el pecho y no se los
puedo separar. Es tan fuerte que me cuesta movérselos>>.
<<Creo que no quiere
que le pongamos el suéter, señalas tú, con un vacilante germen de intuición
maternal.
La enfermera se
aproxima al Torito con eficiencia profesional.
<<Déjeme a mi. Vamos,
muñequito, así... en la manga. El puño primero, así es como se hace>>.
Y obliga al bracito a
pasar por la bocamanga. De pronto, la carita del Toro se pone de un intenso
color rojo–purpúreo–azulado, y se oye un lamento que hace que todas las
enfermeras del piso acudan corriendo a la habitación. (Aunque mas que un lamento
es un rugido. Un interno que estaba en el pasillo pensó que en el sótano había
estallado la caldera.) Tu bebé Tauro anuncia así que no le gusta que le fuercen.
Es una advertencia, y se repetirá.
Es el mismo ruido que
oirán los vecinos cada vez que trates de obligar a tu hijo nacido en mayo a que
haga algo que él no quiere. Habrá montones de problemitas, como tratar de llenar
de copos de avena una boca que parece cerrada con cola, meter una férrea
piernecita en un par de bragas de goma o intentar sumergir en la bañera un
cuerpecito rosado y regordete que de pronto parece haberse vuelto de cemento.
Perderás muchos kilos y llegarás a tener un gran dominio muscular. Las madres de
niños Tauro tienen siempre músculos como Popeye, aunque su aspecto suela ser tan
frágil como el de Olivia.
Aparte ser lisa y
llanamente cabezas duras, los bebés Tauro son una delicia para criarlos. Los
padres de niñas y varones nacidos bajo este signo comprobarán que sus hijos son
mimosos y tiernos. Con su rizo en la frente, el Torito se te subirá de un salto
a las rodillas para que le beses, y te dejará sin aliento con sus abrazos de
oso. A tus amigos, si confía en ellos, los tratará con el mismo afecto. La
pequeña Tauro hará gestos de coquetería desde su sillita alta para que le sirvan
una ración más de postre. Probablemente, será la nenita de papá, a quien se le
hará difícil resistirse al límpido encanto de su hija... tan difícil como se le
hace a mamá acorazarse contra la tranquila dulzura de su hijito Tauro. Los niños
de uno u otro sexo serán sanos y fuertes, con inclinación por el atletismo. Los
varones serán bien varones, a veces la piel de Judas, alegres, fuertes y
decididos. Las niñitas muy federable talento musical o vocal, que preferiblemente habrá que descubrir
cuando es aún lo bastante pequeño para encauzarlo bien. Aunque no vaya a hacer
de la música su profesión, a Tauro le dará placer escuchar sus propios discos en
su habitación. Es posible que prefiera los clásicos a los modernos o a las
canciones infantiles. Tal vez le guste dibujar y pintar, y hay buenas
probabilidades de que tenga alguna verdadera habilidad artística. Asegúrate de
que a tu Torito no le falten papeles y lápices de colores, que son su forma de
expresión favorita.
Generalmente, los
maestros encuentran que el niño Tauro es uno de los más trabajadores de la
clase. A menos que haya posiciones planetarias desfavorables en su carta, los
niños Tauro serán trabajadores en la escuela, aprenderán metódicamente sus
lecciones y tendrán una notable capacidad de concentración. Aunque no sean
estudiantes modelo como los Aries, Géminis o Acuario, tampoco son lerdos ni les
dará probablemente por arrojar bolitas de papel mascado en la clase, aunque tal
vez se rían si la maestra se da un pellizco en un dedo con el sacapuntas. El
niño Tauro es muy obediente por lo general. Su mente trabaja en forma algo
lenta, pero jamás se olvida de lo que aprendió, una vez que ha retenido un hecho
o una fecha. Son chicos que por lo general superan bien los exámenes, porque se
preparan escrupulosamente para ellos. Suelen ser elegidos como líderes para las
actividades de grupo, debido a su respeto por el juego limpio, y también a su
evidente sentido común y buen juicio.
Es posible que la
obstinación de su hijo haga pasar algunos malos ratos a los padres de un niño
Tauro, pero no serán muchos ni muy frecuentes. La madre de un Torito que conozco
llevó un día a su hijo a la escuela y se arrepintió de no haberse quedado en
casa tranquilamente. El niñito había ofendido a su maestra, declarando que lo
que ella decía estaba mal. Por supuesto, el autor del libro de texto también
estaba equivocado. Al otro día, su madre le llevó hasta el escritorio de la
maestra, ordenándole con firmeza: <<Pídele disculpas a la señorita, Sammy>>. Eso
fue más o menos a las nueve de la mañana. A mediodía, en el despacho del
director, se oyó a la madre que repetía débilmente: <<Pídele disculpas a la
señorita, Sammy>>. A última hora, cuando ya los alumnos se habían ido, el
portero estaba recogiendo los cestos de papeles. Al pasar por el despacho oyó
una voz extraña, lejana, temblorosa, casi espectral que hablaba dentro del
santuario. <<Pídele disculpas a la señorita, Sammy –decía–. Por última vez,
pídeselas>>. A través de la puerta se oía el ruido hueco de la palmeta. Y
silencio. Al día siguiente, el Torito volvía a ocupar su banco. Había sido más
fuerte que la madre, la maestra y el director. Jamás se disculpó, pero hizo
honor a su signo.
Una vez te hayas
resignado al hecho de que nada, a no ser una grúa, podrá mover a tu hijo Tauro
cuando haya clavado las pezuñas en la tierra, te sentirás feliz viéndole crecer.
Es posible que su ropa absorba toneladas de polvo mientras juega con sus
camiones y tractores, y te advierto que, no importa con que frecuencia se lo
laves, el pelo de un varoncito Tauro huele siempre como un nido mojado, pero no
es niño que pierda el boletín de calificaciones ni las canicas. Tampoco, cuando
sea mayor, terminará enroscándose en un poste de teléfono con el coche de papá,
por conducir demasiado deprisa. Es posible que entre a saco en la nevera y
termine con el pollo frío que reservabas para la cena, o que no sea nada
cuidadoso con los muebles. Pero te hará mucho bien al corazón cuando sea grande
Y no se olvidará de tu cumpleaños. También tu niñita Tauro se desgarrará su ropa
de domingo trepando a un árbol, o se pondrá hecha una furia si alguien le rompe
una de sus preciosas posesiones. Pero te ayudará a hacer las tareas de la
cocina, y siempre serás bien acogida en su hogar cuando ella esté felizmente
instalada con su familia. Y de los dos tendrás probablemente nietos bien
educados.
Cría a tu torito o a
tu ternerita en una atmósfera de amor hogareña y cálida. Rodéalo de evidente
afecto, no de una invisible alambrada de púas. No le tironees demasiado los
cuernos y déjale pastar con el ritmo que él quiera. Llénale los oídos de música
y los ojos de belleza, y algún día él te llenará el corazón de paz. Y hasta <<la
señorita>> le perdonará.
¡Cómo dan órdenes esas criaturas
y le hacen a uno repetir las lecciones!
Otra vez les mandé decir
que lo mejor sería obedecer.
¿Dices que tienes uno de esos jefes Tauro que son un
encanto, nunca fastidioso ni rezongón, y que no necesitas ningún consejo ni
advertencia para saber cómo conducirte con ese ser tan complaciente, encantador
y dócil? ¿Así que lo tienes exactamente donde quieres... en la palma de la mano?
Bueno, pues ciertamente que estás aprendiendo a conocer los signos solares a
tiempo para evitar un desastre. Antes de que sea demasiado tarde, mejor que te
aprendas de memoria la única regla básica para el trato con un ejecutivo Tauro:
No agotes su paciencia.
Es una regla más rígida de lo que parece. Si es el típico
jefe Tauro, tiene una paciencia tan enorme que es una gran tentación ponerla a
prueba. Su manera de ser es tan pacífica, su disposición tan equilibrada, que no
será raro que para tus adentros lo consideres una especie de viejo oso bonachón,
y que empieces a tratarle como a un oso informal y simpático, un poco testarudo
tal vez, pero bondadoso y completamente inofensivo. Te acordarás del final feliz
del cuento de Ricitos de Oro y bajarás la guardia, y eso es exactamente lo que
no tienes que hacer. Eso puede ser el principio del fin.
Sí, ya se que Ricitos de Oro se comió los copos de avena de
Papa Oso, se sentó en su sillón y durmió la siesta en su cama, y le salió todo
bien. Pero los osos no son toros; no te confundas de animal. Aunque en la jerga
de la bolsa norteamericana se usen ambos términos para designar oscilaciones en
la cotización de acciones, eso no quiere decir que sean válidos en la oficina.
Los osos viven en el bosque y suelen arrojarse sobre la miel. Los toros viven en
el campo y suelen atacar a la gente que les molesta. Un oso puede estrujar a un
extraño con ánimo de diversión, pero sin intención de dañarlo; son juguetones.
Los toros pueden arrasar con los entrometidos y hacer pedazos el armario de la
porcelana, presas de una furia ciega, y a propósito. Son peligrosos. Y
terminemos con la lección de zoología.
Por hoy, estás a salvo, pero ¿quién sabe lo que puede traer
mañana? Tal vez te veas súbitamente lamentando haber puesto demasiado a prueba
la paciencia de tu jefe Tauro. Es posible que desees no haber abusado tan
confiadamente de su buena disposición. No es difícil ver cómo tomaste por mal
camino. Les sucede siempre a los que trabajan con ejecutivos Tauro. El Toro es
tan dulce y comprensivo cuando le entregas una carta mal mecanografiada que tal
vez no te preocupes después por mejorar tu ortografía. Es tan considerado cuando
se te embarullan las cifras del informe semestral que es posible que te
descuides un poco con los aspectos matemáticos de otros papeles.
Como no vocifera ni te mira echando chispas cuando te tomas
media hora extra para el almuerzo, quizá la semana próxima trates de tomarte una
hora y vayas luego alargando la cosa hasta llegar a dos. Es tan fácil entrar en
el paraíso de los tontos. Si te has permitido el lujo de entregarte a la
holgazanería, bajo el hechizo de la personalidad campechana y los modales
tranquilos de tu jefe Tauro, lo mejor es que te pongas sobre el escritorio uno
de esos carteles, como los que usan en el campo, que anuncian <<Cuidado con el
toro. Es posible que muy pronto te salve la vida, o el puesto de trabajo por lo
menos, y hay veces que ambas cosas son más o menos sinónimas. No creo que puedas
decirle al propietario de tu casa: <<Siento haberme atrasado tres meses con el
alquiler, pero es que todavía no he encontrado trabajo. Del último que tuve me
despidieron sin preaviso, porque fíjese que tenía un jefe nacido en mayo, y la
influencia de Venus hizo que no entendiera bien el temperamento taurino. Fue
Venus, realmente, la que me despistó>>.
Si encuentras un propietario que después de semejante
explicación no te ponga inmediatamente de patitas en la calle, entonces tú vives
en el país de Oz.
Es mucho más fácil que pongas en práctica desde el comienzo
tu conocimiento de los signos solares. La razón de que tu jefe se mostrara tan
tranquilo y simpático cuando mecanografiaste esa carta, cuando te equivocaste en
el informe y te demoraste tanto a la hora de almorzar no es que sea un oso
bonachón que se deja llevar por delante, ni que su timidez le impida expresar
sus deseos o ejercer su autoridad. Francamente, creyó que no tenía sentido
hacerte pasar un mal rato formando un gran escándalo por unos pocos errores.
Calculó que tendrías el suficiente sentido común (no te olvides de esta frase)
para no repetirte como un disco rayado. Decidió observarte pacientemente para
ver si tu espíritu práctico te alcanzaba para enmendar por ti mismo los errores
del pasado. ¡Ahí está la cosa! Su paciencia estaba cuidadosamente calculada en
función de un propósito definido: ponerte a prueba y darte una oportunidad de
demostrar tu amor propio. Él admira a la gente que es capaz de disciplinarse
sola. Si él se hizo por su propio esfuerzo, ¿por qué no has de hacer lo mismo
tú? Está dispuesto a darte la oportunidad.
Tauro está decidido a ser justo con todo el mundo. No se
apresura a juzgar, no espera milagros de la noche a la mañana, no se molestará
porque te lleve algún tiempo adaptarte a sus métodos y a sus procedimientos
establecidos. Te dará oportunidad de que encuentres tu camino, y más de una vez
se hará el distraído si ve que tropiezas. Pero no te confundas ingenuamente
respecto de su objetivo final. El Toro quiere que las cosas se hagan a su
manera, que
–concebiblemente– puede ser la forma en que se hacían las cosas cuando
Sloan inventó el linimento, pero para él es un método válido, probado y
ensayado. Además, ¡todavía sigue curando! Mientras sus métodos sigan dando
resultados, Tauro se mantendrá fiel a ellos, y está dispuesto a gastar gran
parte de su enorme reserva de paciencia para encontrar empleados que se adapten
a su molde. Sin embargo, si has llevado su paciencia demasiado lejos, primero se
fastidiará, después bufará de enojo y finalmente gritará: <<Está despedido>> con
toda la fuerza de sus pulmones (o por lo menos eso parecerá, tanto será el
énfasis que ponga). Tu única advertencia será, probablemente, que el día
anterior no contestó a tu alegre y desprevenido <<Buenos días>>. Y no te hagas
la menor ilusión de que vaya a cambiar de opinión si ha decidido ponerte en la
calle. Una vez que está tomada, no hay nada que modifique la decisión de Tauro.
Es posible que te de una generosa indemnización, porque no quiere que ese
propietario sin corazón te ponga a dormir en la nieve con tu abuela enferma y
los doce chicos. Pero no te dará ni una oportunidad más, una vez que esté
firmemente convencido de que tú no eres más que un peso muerto para esa empresa
que a él le importa apenas un ápice menos de lo que le importa su mujer. No es
que no sea bondadoso. Si piensas eso, te falla la memoria. Recuerda, mientras
lees los anuncios clasificados en busca de un trabajo nuevo, lo bondadoso que
fue durante todos esos meses en que tú te dedicaste a aprovecharte
minuciosamente de la fe que él tenía en ti.
El jefe Tauro es un alma práctica de cabo a rabo. Aunque
necesita saber que su negocio le permite expresar de manera creativa lo que hay
de bello en su naturaleza, su necesidad de éxito material es mayor aún. Los
hombres Tauro no se contentarán con una pequeña expansión. Sin cambios
espectaculares que arrasen con todo, ira progresando paso a paso. Construirá
lentamente, sin fuegos artificiales ni trompetas, pero construirá. Todo lo que
empieza, lo sigue y lo termina, y de ti esperará que hagas lo mismo.
No intentes demasiados atajos, porque él quiere hechos
concretos, no fantasías. Un jefe Tauro no tendrá más paciencia con el arte de
dorar la píldora que un ejecutivo Capricornio. Una de sus frases favoritas, pero
dicha sin rencor ni sarcasmo, será: <<Vamos al grano>>. Si para explicarle una
idea te vas por las ramas, se pondrá nervioso, aunque por fuera mantenga su
calma.
Te sentirás frustrado cuando se niegue a hacer un ínfimo
hueco para tus proyectos más fascinantes, o cuando no quiera dejarte probar ese
nuevo sistema que leíste en Fortune (o que le copiaste a tu cuñado, que en
publicidad es un genio). Claro que a veces se equivoca por no querer escuchar
ideas progresistas, y tú hincharás las plumas cuando finalmente, otra empresa
las ponga por primera vez a prueba con todo éxito. Pero a la larga, cuando se
saquen las cuentas finales, es posible que él tenga razón. ¿Y si ese nuevo
adminículo que el rechazó tan inflexiblemente diciendo que era <<el aborto
microcéfalo de un delirio esquizofrénico>> tropieza con algún obstáculo y la
empresa que se adelantó a todas las demás como un cohete con el invento quiebra
repentinamente porque le salió el tiro por la culata? Entonces se te borrará la
sonrisa de suficiencia, después te sentirás tonto y finalmente mirarás con
respeto a ese jefe un poco gruñón y bastante obstinado, pero bondadoso y
comprensivo, que tiene una cabeza tan práctica sobre esos hombros cuadrados y
recios.
Generalmente, los ejecutivos Tauro prefieren el fútbol al
béisbol y la paz a las discusiones ruidosas. El Toro procurará siempre evitar
las escenas emocionales con su tranquilo sentido común. Recuerda que el sentido
común es lo que mejor le define, pero no significa que le falte imaginación o
que no aprecie los aspectos más sutiles de la vida. Ten la seguridad de que
tendrás éxito con él si escoges un buen perfume y usas barniz rosado para las
uñas (siempre que seas una chica, claro). Le encantan los olores agradables y
los tonos pastel. También le gustará que de vez en cuando le lleves un bote de
vichyssoise casera, de la que prepara tu madre... pero será mejor que la llames
sopa de patatas. Los títulos y los nombres raros sirven más bien para inquietar
al Toro que para impresionarle. En cuanto a los hombres que trabajan para un
jefe de este signo, mas vale que usen corbatas azules, serias, zapatos nada
estrambóticos, y que mantengan los pies en el suelo y no encima del escritorio.
Es posible que, una vez por semana como mínimo, te irrite
la actitud terca y obstinada del Toro, pero recuerda que demuestra la misma
obstinaci6n en su lealtad hacia la gente que nunca le falla. Si tú eres uno de
ellos, no tendrás que temer los aspectos peligrosos de Tauro. Si no le sacuden
con demasiada frecuencia ante los ojos la bandera roja del desafío, es realmente
un encanto. Coge tu algunos ladrillos y ayúdale a levantar su imperio, que si te
lo mereces se alegrará mucho de compartirlo contigo. La promoción es cosa que él
entiende; la ficción de trabajo no. El viejo oso bonachón espera que tú te hagas
cargo de ti mismo, pero siempre te tenderá la mano si la carga se te hace
pesada. Tauro es fuerte y se puede confiar en él. Lo que dice es lo que quiere
decir, y además lo dice en serio; con él no hace falta intérprete. Si te dice
que eres un zopenco, retírate a toda prisa, calladito y sin discutirle. Si te
dice que lo estás haciendo bastante bien, realmente tienes el trabajo seguro.
Eso quiere decir que has aprobado su examen de lealtad, sinceridad, capacidad y
posibilidades. Conviértete en el primero de la clase, que ya estás en el cuadro
de honor. ¡Enhorabuena! Si no dejas que te hinche el orgullo, tienes ante ti un
futuro muy prometedor.
Bueno, nunca lo oí decir
antes...
pero me suena a un
excepcional disparate.
Ante todo, espero que no haya puesto a su empleado Tauro a
trabajar como vendedor. Si lo hizo, hágale hacer su horóscopo tan pronto como
pueda. Si tiene algunos planetas en Géminis, Aries, Leo o Piscis, entonces puede
dejar con toda tranquilidad que siga vendiendo sus mercancías. Si no es así,
tanto usted como él estarían mejor si suavemente (sin presionarle, por favor) le
va pasando a algún otro puesto dentro de la empresa.
Como promotor o como vendedor, es posible que no les
produzca a sus clientes la mejor impresión. Al pronunciar su discurso frente a
un posible comprador, su actitud normal será. <<Si lo quiere, lléveselo, y si
no, váyase. El empleado Tauro medio no monta rápidamente un espectáculo en
beneficio de un posible comprador. Tampoco se distingue por su pico de oro ni
por la abundancia de sus imaginativas descripciones, a menos que se pueda decir
que <<hum>>, <<aja>>, <<claro>> y otros ruidos igualmente mascullados sean
descripciones imaginativas. No es que no tenga muchas cualidades inapreciables.
Las tiene, pero por lo general no son de las que entusiasman a la gente y la
convencen de que firme en la línea de puntos. Es mucho más probable que el Toro
les explique por que es mejor que no se metan en eso.
Sin embargo, la razón mas importante para que los nativos
de Tauro rara vez salgan vendedores tiene que ver con su necesidad básica de
seguridad. Si Tauro no tiene una sensación de seguridad en su trabajo, su
posibilidad de éxito –que puede ser tremenda– se reducirá notablemente. Por más
grande que pueda ser la posible remuneración, si no es estable, el empleado
Tauro preferirá estar seguro de saber con cuantos billetes cuenta cada vez que
cobra su salario. Contratar a un Toro a comisión exclusivamente es convertirlo
en uno de los seres mas desdichados del mundo. Un salario fijo, mas un
porcentaje por las ventas, podría darle mejor la sensación de estabilidad que
necesita, pero aun así, el puesto de vendedor no es lo ideal para el Toro.
Claro que la regla tiene sus excepciones, además de las
influencias planetarias ya mencionadas. La mayoría de los Tauro pueden
arreglárselas bien en cierto tipo de ventas que son de suyo seguras y no exigen
presionar al cliente, con productos só1idos y estables. Pero la lista es corta.
Equipos de granja, tractores, máquinas para esparcir abono, camiones, segadoras
y cosas semejantes están en esta línea y el Toro puede venderlas. Habla el mismo
idioma que la gente que las compra. Otro artículo con el que puede vérselas, de
cualquier lado del mostrador que ocupe, es el dinero, y la venta de efectivo
puede ser su especialidad. Dicho de otra manera, eso significa que para ponerle
a cargo del departamento de préstamos, si el negocio de usted es la banca, es
insuperable. Pero, a decir verdad, no se necesita gran poder de persuasión para
convencer a un cliente insolvente de que lo que necesita es dinero.
Hay algunos otros ramos en los que el Toro puede
distinguirse como vendedor, por ejemplo, el inmobiliario. Tauro se siente
perfectamente cómodo llevando a los clientes a visitar casas o informándoles
sobre el valor de la tierra. Les mostrará el paisaje, diciéndoles: <<Vea>>. Para
pintarles las posibilidades de plantar y arbolar el parque, emitirá un extático:
<<Hum>>.
Con unos cuantos gruñidos demostrará que la fontanería es
excelente y los armarios empotrados amplios y capaces, y un firme carraspeo le
servirá para establecer la forma de financiación. Por increíble que parezca, es
probable que la respuesta del posible comprador de la casa sea: <<Está bien, la
compro>>. A lo cual el Toro responderá: <<De acuerdo, es suya>>, o algo
parecido. Lo que ha sucedido es que la impresión de honradez y confianza que
emana de Tauro pesa mucho sobre la gente que quiere invertir su dinero en una
casa. También está el campo de la educación. Tauro cree con tal fervor en los
cimientos só1idos y en los hechos, y tiene tanta fe en que hay que prepararse
para el futuro que eso, unido a su decidido disgusto hacia la ignorancia, hace
que sea capaz de convencer a una muchacha de que siga un curso de mecánica en un
instituto politécnico. Para él no es ninguna rareza que una chica estudie
mecánica. Lo práctico es lo práctico, y el sexo no tiene nada que ver.
También está la posibilidad de que si tiene ascendente
Géminis o a Marte en Géminis, Tauro se destaque como anunciador de radio o de
televisión. Los típicos tonos musicales del habla del Toro, combinados con el
encanto y la facundia de Géminis, pueden hacer que se encuentre a sus anchas en
esos medios. También si al nacer tuvo planetas favorables en Aries, es
concebible que la influencia de estos se combine con la del Sol en Tauro para
darle excepcionales aptitudes para la publicidad o las relaciones publicas,
aunque jamás llegue a ser un tipo de los que presionan. Y me temo que con esto
quede cubierta el área de las ventas que puede abarcar él. En casi todas las
demás áreas, si no tiene las influencias planetarias adecuadas, estará mucho
mejor en cosas que estén mas de acuerdo con su naturaleza imperturbable.
Una de estas cosas es lo que en política se conoce como
mantener unido al centro, y es una capacidad también muy valiosa en el mundo de
los negocios. No importa cual sea el escritorio que le asignen: el Toro echará
raíces tras él con la determinación de triunfar, y probablemente lo conseguirá.
Trabajará lentamente y con la mira puesta en la perfección; y por lo general la
alcanza, si se le deja en paz y no se le presiona demasiado.
Cuanta más responsabilidad exija de él el cargo, tanta más
astucia demostrará usted al confiárselo. Difícilmente podrá contar con los
servicios de un empleado mas honrado y digno de confianza. Tauro le ayudará a
usted a engrandecer su compañía, en vez de buscar la expansión de su propio yo.
Al Toro el éxito no se le sube a la cabeza, y su modestia será siempre la misma
que cuando apenas empezaba.
Por más que le disgusten los cambios, si su empleado es un
Tauro excepcional no seguirá con usted para siempre. Y no se irá por el gusto de
irse, sino por una razón básica que es parte de su naturaleza. Una vez se haya
engrandecido su compañía, Tauro no es hombre para quedarse allí y que usted le
delegue el mando. A él le interesa mas el proceso de reunir poder y riqueza. Su
libertad le gusta demasiado para atarse a las constantes manipulaciones que
implica dirigir un negocio complicado, o para quedarse en un engranaje oculto.
Es hombre de confianza y capaz de adhesión, pero quiere seguir en libertad para
continuar construyendo, en vez de enredarse en detalles complicados. Cuando el
crecimiento de su empresa ya no le ofrezca incentivos, el Toro seguirá el
legendario impulso de cavar sus propios cimientos para erigir su propio imperio,
grande o pequeño.
Ya sea excepcional o normal, un empleado Tauro es siempre
un trabajador fuera de serie, y una de sus cualidades mas apreciables es su
disposición a aceptar órdenes sin resentimiento.
Ello se explica por una razón muy simple: está íntimamente
convencido de que la manera de llegar a ser un jefe capaz de dar órdenes es
empezar por ser un subordinado que alegremente las acepta. La base de su respeto
por la autoridad es que él sabe que, cuando llegue a ser ejecutivo, esperara que
sus empleados sigan sus instrucciones. Y cuando llegue a jefe tendrá sus ideas y
sus métodos, bien definidos y probablemente rígidos. De ahí que no le parezca
nada raro ni desagradable que usted le insista en que se adapte a una pauta
establecida mientras trabaje para usted. Por lo que a él se refiere, el
encargado es usted.
Evidentemente, esa actitud es una ventaja, pero no se deje
engañar por la buena disposición de Tauro ni su conformidad frente a sus
superiores: no es fácil llevárselo por delante. El Toro tiene una especie de
maquiavélico desapego hacia quienes creen que le están manipulando, que le
permite hacerles frente con tacto y diplomacia sutiles. Pero si le mira de
cerca, verá usted que tiene cierta expresión socarrona y mira de reojo mientras
les sigue la corriente a esas personas agresivas que tratan de llevarlo por
donde ellos quieren. Finalmente, el Toro se saldrá con la suya, y su éxito queda
aún mas asegurado por su capacidad para esperar todo el tiempo que sea necesario
para ganarles a los apresurados. Sin embargo, cuando se pisotean sus emociones
personales o se hiere su profundo orgullo, es posible que su calma desaparezca,
y sea sustituida por una obstinación infantil. Recuerde que cuando está
irritado, Tauro es combustible y siempre capaz de terminar estallando en una
tempestuosa exhibición de mal genio. No le durará mucho, y después de haber
<<cargado>> de esa manera el Toro se refugiará en un silencio ominoso, pero si
la causa de su reacción no se rectifica inmediatamente, se irá sin más trámites,
sin una sola mirada atrás. Cuando Tauro sale por esa puerta, es que se va, y no
regresará con docilidad para hacer un nuevo intento: la espalda ancha y cuadrada
será lo último que vea usted de él, y nada de lo que usted diga o haga le
convencerá de que reconsidere su decisión. Como es tan lento para decidirse,
nunca tiene necesidad de mirar por segunda vez las cosas. La previsión de Tauro
es tal que excluye la lamentación por errores pasados. Como su naturaleza es
sensual y afectuosa, es fácil encontrar ex novias y amigas que le comenten
tristemente a uno que, una vez que se despide, el Toro ya no vuelve a dar una
segunda oportunidad. Tanto en el amor como en los negocios, es frecuente que la
gente cometa el error de pensar que la paciencia de Tauro es eterna, simplemente
porque tarda mucho en perderla.
En cuanto a la muchacha Tauro, como empleada es,
generalmente, una verdadera joya. Si es representante típica del signo, hablará
con voz tranquila y grave y su manera de ser resultará un sedante. Las mujeres
Tauro suelen ser sensacionales como secretarias ejecutivas. En una emergencia,
no pierden la cabeza; una situación de crisis pone en acción lo mejor que hay en
ellas, que es mucho. Es posible que la chica Tauro sea un poco más lenta que
otras en dactilografía y en tomar dictados. No es exactamente una ardilla, ni
llegará en motocicleta al despacho, pero su trabajo estará hecho, y bien hecho.
Como el varón del mismo signo, cuando ella hace algo, piensa que vale la pena
hacerlo bien, lo mejor que ella pueda. Todos los nacidos en mayo tienen
indeleblemente grabado ese lema. No es una mujer que bostezará en las narices de
su jefe mientras éste le exponga sus teorías favoritas. Si las ideas que usted
propone son prácticas, las discutirá con usted como un hombre. Sus opiniones
serán interesantes, y su enfoque 1ógico y sensato, pero que eso no le de a usted
la impresión de que su secretaria no es realmente femenina.
Tenga cuidado, que ella no es mujer que se preste a
frívolos flirteos en la oficina. Es capaz de divertirse y reírse mucho, pero por
debajo de su humor calido y bovino, su meta es el matrimonio. Si en dos
ocasiones le acepta una invitación a cenar, lo mas probable es que ya lo esté
estudiando a usted como proveedor de por vida, no que lo considere solamente
como un compañero fascinante para salir una noche lluviosa. Son mujeres que
cuando apuestan al juego del amor, apuestan en serio y si usted, como posible
marido, se ajusta a las especificaciones de una mujer Tauro, no es –con ningún
patrón que se lo mida– un hombre común. Ponga atención en el hombre de su
empresa que reciba las atenciones de una mujer Tauro, porque es el que pasa al
frente. Y si ese hombre es usted, es posible que pronto pierda una secretaria
modelo, pero conseguirá una esposa en un millón, que le ayudará a salir
adelante.
Es agradable trabajar cerca de una empleada Tauro, porque
su aspecto es grato y huele bien; además, son graciosas y no fuman cigarros,
entre otras cosas. (Salvo que casualmente la empleada que usted tiene tenga
A los Tarros de ambos sexos, les disgusta dormir en cama
ajena, y eso es algo que les gusta dejar bien sentado. Es decir, que la mayoría
de ellos prefieren pasar las vacaciones en su casa. Si no media una Luna en
Géminis o un ascendente Sagitario, el césped siempre se verá más verde y más
tupido en el jardín del Toro. Y cuando esté de vacaciones, sorbiendo
sensualmente una limonada y aspirando desde su hamaca el aroma de las flores,
puede sin riesgo recurrir a él si es que hay una emergencia en la oficina. Es
probable que acceda con una cordial sonrisa, y hasta que se sienta en el deber
de ayudar. Pero no le imponga con demasiada frecuencia estas pruebas; hay un
límite para la paciencia con que acepta repetidas imposiciones, y descubrirlo a
riesgo de provocar su ira es una temeridad. Mejor deténgase antes.
El Toro se desempeña muy bien como florista, en la
industria ganadera o la cría de aves, en los supermercados o como mayorista en
la industria alimenticia. También puede ser buen médico o ingeniero, y encontrar
gran satisfacción en una carrera artística. El sonido de la música y el
hipnotismo visual del arte le atraen con una fuerza magnética. Jamás se siente
mas cómodo que cuando se expresa de manera creativa, por mediación de sus
sentidos, siempre y cuando la compensación económica sea suficiente y los
cimientos bien consolidados.
Como compositor popular, el Toro suele ser desdichado, por
lo menos durante los años difíciles, antes de alcanzar el primer gran éxito.
Pero cuando su talento creativo se combina con la tarea, más estable y más
segura, de producir discos o arreglar partituras, Tauro está en su elemento. Ya
comprobará usted que todos los cantantes y compositores de este signo, sin
excepción, terminan por ascender en mayor o menor medida la escala de la
producción en la actividad musical.
Después de haber hallado el prado que le conviene, donde
las oportunidades crecen en abundancia, es difícil que el Toro insista en el
cambio y busque campos nuevos. Con años de dedicación a su carrera, estará
impregnado del conocimiento de ella.
Es mucho lo que puede afrontar, si él mismo está convencido
de que le ofrece un futuro, si su ocupación se adapta a él y él siente que <<le
viene bien>>. Tauro tiene una capacidad increíble para perseverar hasta que
lleguen las recompensas, pero solamente cuando él esta en el centro, jamás si
tiene que roer desesperadamente los bordes para intentar abrir una brecha. Una
vez que sienta bajo sus pies el terreno firme de la seguridad y el objetivo
alcanzado, y que se haya afianzado en una posición que le permita seguir
construyendo, el Toro avanza con confianza. Entonces su atractivo para la
veleidosa y variable diosa del éxito se hace irresistible. Ella deja de
esquivarlo y él se le mantiene fiel, pero poniéndola en su lugar, y se da entre
ambos un amor para toda la vida.